Me enamoré de un hombre que me vio crecer
¡Nuevas historias animadas de 2019 que sucedieron de verdad!
¡Hola! Me llamo Bethany, aunque me dicen Beth, y mi vida está llena de drama. La parte más importante e hiriente es que estoy muy enamorada de alguien, y existen muchos obstáculos que nos impiden estar juntos. Ahora tengo casi 19 años, pero la historia que compartiré contigo comenzó cuando era mucho más joven.
Nací en una pequeña ciudad, con un padre militar y una madre ama de casa. Como dicen a veces, la profesión determina el estilo de vida. Eso era muy cierto en el caso de mis padres. Mientras mi papá se encargaba de sus deberes, mi mamá me criaba y cuidaba de la casa; en otras palabras, hacía lo que cualquier buena esposa y madre haría. Pero, cuando mi papá se retiró e instaló en casa un pequeño negocio de pintado de autos, uno de sus viejos amigos del ejército comenzó a visitarnos todos los años.
Lo llamaba tío Owen. Lo conocí por primera vez a los 5 años, o algo así. Era muy alto y extremadamente apuesto. Es decir, si bien solo era un par de años más joven que papá, parecía muy joven. Visitaba nuestra ciudad cada invierno, y a veces pasaba unos meses con nosotros. No había tenido la suerte de formar su propia familia, y no tenía niños, así que decía que me quería como si fuera su propia hija. Recuerdo que siempre me traía muchos regalos, aún conservo la mayoría.
El tío Owen vivía en una gran ciudad. Cuando venía a visitarnos, nos contaba historias de la vida increíble que tenía, y yo quedaba completamente asombrada con ellas. Pasaba horas enteras con la boca abierta mientras lo escuchaba. Hasta abandonaba a mis amigos si él venía. Siempre se ofendían un poco, terminaba disculpándome con ellos una vez que el tío Owen se iba. Pero, mientras se quedaba en nuestra casa, tenía una sensación especial dentro de mí, sabes; algo parecido a lo que siente un niño cuando se acerca su cumpleaños. También pensaba que, en cuanto creciera, me mudaría a esa ciudad y viviría ahí, tal como el tío Owen. Me volvería tan feliz e interesante como él.
No se parecía en nada a los otros amigos de mis padres, sabes. Cuando otros adultos venía a visitarnos, normalmente me enviaban a mi cuarto. Si traían a sus hijos, nos decían que saliéramos a jugar para que las mamás y los papás pudieran conversar tranquilos. Pero, cada vez que el tío Owen venía, les pedía a mis padres que me dejaran quedarme y escuchar lo que sea que contara. Le encantaba p
¡Hola! Me llamo Bethany, aunque me dicen Beth, y mi vida está llena de drama. La parte más importante e hiriente es que estoy muy enamorada de alguien, y existen muchos obstáculos que nos impiden estar juntos. Ahora tengo casi 19 años, pero la historia que compartiré contigo comenzó cuando era mucho más joven.
Nací en una pequeña ciudad, con un padre militar y una madre ama de casa. Como dicen a veces, la profesión determina el estilo de vida. Eso era muy cierto en el caso de mis padres. Mientras mi papá se encargaba de sus deberes, mi mamá me criaba y cuidaba de la casa; en otras palabras, hacía lo que cualquier buena esposa y madre haría. Pero, cuando mi papá se retiró e instaló en casa un pequeño negocio de pintado de autos, uno de sus viejos amigos del ejército comenzó a visitarnos todos los años.
Lo llamaba tío Owen. Lo conocí por primera vez a los 5 años, o algo así. Era muy alto y extremadamente apuesto. Es decir, si bien solo era un par de años más joven que papá, parecía muy joven. Visitaba nuestra ciudad cada invierno, y a veces pasaba unos meses con nosotros. No había tenido la suerte de formar su propia familia, y no tenía niños, así que decía que me quería como si fuera su propia hija. Recuerdo que siempre me traía muchos regalos, aún conservo la mayoría.
El tío Owen vivía en una gran ciudad. Cuando venía a visitarnos, nos contaba historias de la vida increíble que tenía, y yo quedaba completamente asombrada con ellas. Pasaba horas enteras con la boca abierta mientras lo escuchaba. Hasta abandonaba a mis amigos si él venía. Siempre se ofendían un poco, terminaba disculpándome con ellos una vez que el tío Owen se iba. Pero, mientras se quedaba en nuestra casa, tenía una sensación especial dentro de mí, sabes; algo parecido a lo que siente un niño cuando se acerca su cumpleaños. También pensaba que, en cuanto creciera, me mudaría a esa ciudad y viviría ahí, tal como el tío Owen. Me volvería tan feliz e interesante como él.
No se parecía en nada a los otros amigos de mis padres, sabes. Cuando otros adultos venía a visitarnos, normalmente me enviaban a mi cuarto. Si traían a sus hijos, nos decían que saliéramos a jugar para que las mamás y los papás pudieran conversar tranquilos. Pero, cada vez que el tío Owen venía, les pedía a mis padres que me dejaran quedarme y escuchar lo que sea que contara. Le encantaba p