¡Nuevas historias animadas de 2019 que sucedieron de verdad!
¡Hola, amigos! Me llamo Rob, y quiero que hagan algo por mí. Cierren los ojos e imaginen una costa sin fin, un acantilado a lo lejos con un faro antiguo en la cima y los tejados de terracota de las casas pequeñas a un lado.
Un hermoso paisaje, ¿verdad? Esa era la vista que solía disfrutar desde el primer día de mi vida. Nací y me crie en la casa de playa más acogedora jamás. No era muy grande, pero mis padres rentaban la mitad de ella para poder vivir.
Uno de los invitados más memorables que tuvimos fue el exchef de uno de los restaurantes más elegantes de su momento, el Sr. Rossetti. Al parecer, le gustaba mi mamá, e intentaba coquetear con ella cuando papá no lo veía. Le enseñaba a cocinar todo tipo de platos diferentes y deliciosos, y a mí me encantaba verlo hacer magia en la cocina. Yo no sabía entonces que sus consejos de cocina y de coqueteo me resultarían muy útiles en el futuro. Pronto me entenderás.
Pero mis invitados favoritos fueron la familia Rodgers, la cual, en una ocasión, pasó el verano entero con nosotros. Emily, su hija, solo era un par de años mayor que yo. Era muy graciosa y… Bueno, ¿qué puedo decir? No pude evitar enamorarme de ella. Fue la primera vez que me gustó una chica, pero era muy tímido y no sabía cómo actuar. Pasaba la mayor parte de mi tiempo viéndola dibujar, era muy buena en eso.
Extrañé a Emily cuando se fue, pero sabes, solo tenía 10 años. Aún no había aprendido qué significaba que te rompieran el corazón, aunque a menudo me encontraba recordando cómo los dos nos divertíamos todo el tiempo. Pasaron unos cuatro años antes de que volviera a oír de los Rodgers: mamá me dijo que regresarían a visitarnos.
Yo intentaba imaginar cómo se vería ella con 16 años. Cuando me la encontré, descubrí que era aún más atractiva de lo que yo había pensado. Pero cuando intenté hablarle, resultó ser fría y distante. Su papá explicó que Emily no estaba feliz de venir aquí y pasar el verano entero con sus viejos padres. Fueron ellos los que habían insistido en viajar, ya que era su último verano juntos antes de que ella se graduara y se fuera a la universidad. Así que me dijeron que no tomara su comportamiento como algo personal.
En una ocasión, a través de una ventana abierta, escuché a Emily discutiendo con su madre. Según entendí, ella se quejaba de que no había nada nuevo ni interesante que pudiera fotogra
¡Hola, amigos! Me llamo Rob, y quiero que hagan algo por mí. Cierren los ojos e imaginen una costa sin fin, un acantilado a lo lejos con un faro antiguo en la cima y los tejados de terracota de las casas pequeñas a un lado.
Un hermoso paisaje, ¿verdad? Esa era la vista que solía disfrutar desde el primer día de mi vida. Nací y me crie en la casa de playa más acogedora jamás. No era muy grande, pero mis padres rentaban la mitad de ella para poder vivir.
Uno de los invitados más memorables que tuvimos fue el exchef de uno de los restaurantes más elegantes de su momento, el Sr. Rossetti. Al parecer, le gustaba mi mamá, e intentaba coquetear con ella cuando papá no lo veía. Le enseñaba a cocinar todo tipo de platos diferentes y deliciosos, y a mí me encantaba verlo hacer magia en la cocina. Yo no sabía entonces que sus consejos de cocina y de coqueteo me resultarían muy útiles en el futuro. Pronto me entenderás.
Pero mis invitados favoritos fueron la familia Rodgers, la cual, en una ocasión, pasó el verano entero con nosotros. Emily, su hija, solo era un par de años mayor que yo. Era muy graciosa y… Bueno, ¿qué puedo decir? No pude evitar enamorarme de ella. Fue la primera vez que me gustó una chica, pero era muy tímido y no sabía cómo actuar. Pasaba la mayor parte de mi tiempo viéndola dibujar, era muy buena en eso.
Extrañé a Emily cuando se fue, pero sabes, solo tenía 10 años. Aún no había aprendido qué significaba que te rompieran el corazón, aunque a menudo me encontraba recordando cómo los dos nos divertíamos todo el tiempo. Pasaron unos cuatro años antes de que volviera a oír de los Rodgers: mamá me dijo que regresarían a visitarnos.
Yo intentaba imaginar cómo se vería ella con 16 años. Cuando me la encontré, descubrí que era aún más atractiva de lo que yo había pensado. Pero cuando intenté hablarle, resultó ser fría y distante. Su papá explicó que Emily no estaba feliz de venir aquí y pasar el verano entero con sus viejos padres. Fueron ellos los que habían insistido en viajar, ya que era su último verano juntos antes de que ella se graduara y se fuera a la universidad. Así que me dijeron que no tomara su comportamiento como algo personal.
En una ocasión, a través de una ventana abierta, escuché a Emily discutiendo con su madre. Según entendí, ella se quejaba de que no había nada nuevo ni interesante que pudiera fotogra
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Diversión