Con el socialista Sánchez solo hay dos opciones: o acaba con España, o acaba en un juzgado.
Y viendo cómo se las gasta el marido de Begoña, está claro que plantamos cara los periodistas no adictos al régimen, los jueces honorables y ese reducido sector de la sociedad española que cree en la Patria y asume que hay cosas más importantes que la subvención oficial o el tipejo se sale con la suya.
Confiar en que acuda tal rescate la obesa Unión Europea o que lo frene el PP de Feijóo, tan proclive al chalaneo, es un pasaporte al desastre.
No es que el amo del PSOE sea sospechoso de estar dispuesto a acabar con la democracia española para poder seguir volando en Falcón, disfrutando del poder metiendo mano en la caja, es que lo lleva haciendo desde que en 2018 ‘okupó’ La Moncloa, arropado por los proetarras vascos y los separatistas catalanes, de izquierdas y de derechas.
Lo ha hecho con una contumacia feroz y en mi opinión, tras el borrado de delitos a los estafadores de los EREs, la amnistía al fugado Puigdemont, las maniobras de su imputado fiscal y las recientes arremetidas contra la Justicia y la Prensa, cree estar llegando a la meta.
Colonizado el Tribunal Constitucional, sometido el IBEX 35, castrada la Universidad, desplumada la Iglesia, perforada la Policía, criminalizada toda disidencia y amaestrados los grandes medios de comunicación y las cadenas de televisión, solo le falta poner al paso al Ejército, destituir una veintena de jueces, echar al Rey y amordazar a los pocos periodistas que resistimos.
No estoy exagerando.
La llegada al poder de Sánchez y su supervivencia en la presidencia del Gobierno de España, se ha basado en la alteración constante de las reglas del juego esenciales en una democracia.
España, señores, es el único país de Occidente en el que el separatismo más sectario y xenófobo comparte ‘tarta’ con la ultraizquierda chavista, bajó al supervisión de un partido que lleva en sus siglas palabras como ‘socialista’, ‘obrero’ y ‘español’, pero debería cambiarlas por ‘putero’, ‘corrupto’ y ‘traidor’.
La razón de ese tinglado, de ese matrimonio antinatura, es muy simple: unos, el PSOE y excrecencias como Sumar o Podemos, y otros, ERC, Bildu, Junts o PNV, consiguen abrazados lo que por separado no obtendrían jamás.
Este fin de semana asistimos jubilosos al batacazo de los sindicalistas comegamabas en Madrid y otras ciudades de España.
Los jetas de UGT y CCOO, que hasta ahora sólo se habían manifestado en favor de los terroristas de ETA presos y en pro de la imposición de la tiranía lingüística en Cataluña, fueron incapaces de sacar a la calle a unos miles de fanáticos para protestar contra PP y VOX.
Es un detalle esperanzador, un síntoma de que las cosas están cambiando, pero no hay que dormirse en los laureles.
A Sánchez y su cuadrilla de maleantes solo los echamos si no les damos ni agua.
Y viendo cómo se las gasta el marido de Begoña, está claro que plantamos cara los periodistas no adictos al régimen, los jueces honorables y ese reducido sector de la sociedad española que cree en la Patria y asume que hay cosas más importantes que la subvención oficial o el tipejo se sale con la suya.
Confiar en que acuda tal rescate la obesa Unión Europea o que lo frene el PP de Feijóo, tan proclive al chalaneo, es un pasaporte al desastre.
No es que el amo del PSOE sea sospechoso de estar dispuesto a acabar con la democracia española para poder seguir volando en Falcón, disfrutando del poder metiendo mano en la caja, es que lo lleva haciendo desde que en 2018 ‘okupó’ La Moncloa, arropado por los proetarras vascos y los separatistas catalanes, de izquierdas y de derechas.
Lo ha hecho con una contumacia feroz y en mi opinión, tras el borrado de delitos a los estafadores de los EREs, la amnistía al fugado Puigdemont, las maniobras de su imputado fiscal y las recientes arremetidas contra la Justicia y la Prensa, cree estar llegando a la meta.
Colonizado el Tribunal Constitucional, sometido el IBEX 35, castrada la Universidad, desplumada la Iglesia, perforada la Policía, criminalizada toda disidencia y amaestrados los grandes medios de comunicación y las cadenas de televisión, solo le falta poner al paso al Ejército, destituir una veintena de jueces, echar al Rey y amordazar a los pocos periodistas que resistimos.
No estoy exagerando.
La llegada al poder de Sánchez y su supervivencia en la presidencia del Gobierno de España, se ha basado en la alteración constante de las reglas del juego esenciales en una democracia.
España, señores, es el único país de Occidente en el que el separatismo más sectario y xenófobo comparte ‘tarta’ con la ultraizquierda chavista, bajó al supervisión de un partido que lleva en sus siglas palabras como ‘socialista’, ‘obrero’ y ‘español’, pero debería cambiarlas por ‘putero’, ‘corrupto’ y ‘traidor’.
La razón de ese tinglado, de ese matrimonio antinatura, es muy simple: unos, el PSOE y excrecencias como Sumar o Podemos, y otros, ERC, Bildu, Junts o PNV, consiguen abrazados lo que por separado no obtendrían jamás.
Este fin de semana asistimos jubilosos al batacazo de los sindicalistas comegamabas en Madrid y otras ciudades de España.
Los jetas de UGT y CCOO, que hasta ahora sólo se habían manifestado en favor de los terroristas de ETA presos y en pro de la imposición de la tiranía lingüística en Cataluña, fueron incapaces de sacar a la calle a unos miles de fanáticos para protestar contra PP y VOX.
Es un detalle esperanzador, un síntoma de que las cosas están cambiando, pero no hay que dormirse en los laureles.
A Sánchez y su cuadrilla de maleantes solo los echamos si no les damos ni agua.
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00:00Con el socialista Sánchez solo hay dos opciones, o acaba con España o acaba en un juzgado.
00:09Y viendo cómo se las gasta el marido de Begoña, está claro que plantamos cara a los periodistas
00:15no adictos al régimen, los jueces honorables y ese reducido sector de la sociedad española
00:21que cree en la patria y asume que hay cosas más importantes, mucho más importantes,
00:27que la subvención oficial o el tipejo se sale con la suya.
00:32Confiar en que acuda al rescate la obesa Unión Europea o que lo frene el PP de Feijóo, tan
00:40proclive al chalaneo, es un pasaporte al desastre.
00:45No es que el amo del PSOE sea sospechoso de estar dispuesto a acabar con la democracia
00:50española para poder seguir volando en Falcon, disfrutando del poder, metiendo mano en la
00:57caja y todas esas cosas, es que lo lleva haciendo desde que en 2018 ocupó la Moncloa
01:03arropado por los proletarios vascos y por los separatistas catalanes de izquierdas y
01:10de derechas.
01:11Lo ha hecho con una contundencia feroz y, en mi opinión, tras el borrado de delitos
01:16a los estafadores de los EREs, la amnistía al fugado Puigdemont, las maniobras de su
01:21imputado fiscal general y las recientes arremetidas contra la justicia y contra la prensa, cree
01:28el paisano estar llegando a la meta.
01:31Coronizado el Tribunal Constitucional, sometido el IBEX 35, castrada la universidad, desplumada
01:40la iglesia, perforada la policía, criminalizada toda disidencia y amaestrado los grandes medios
01:47de comunicación y las cadenas de televisión, solo le falta a Sánchez poner al paso al
01:52ejército, destituir una veintena de jueces, echar al rey y amordazar a los pocos periodistas
02:00que resistimos.
02:01No estoy exagerando.
02:03La llegada al poder de Sánchez y su supervivencia en la presidencia del gobierno de España
02:09se ha basado en la alteración constante de las reglas de juego esenciales en cualquier
02:16democracia.
02:17España, señores, es el único país de Occidente en el que el separatismo masectario y xenófobo
02:25comparte tarta, mantel y mesa con la ultraizquierda chavista bajo la supervisión de un partido
02:33que lleva en sus siglas palabras como socialista, obrero y español, pero debería cambiarlas
02:40por palabras como putero, corrupto y traidor.
02:45La razón de ese tinglado, de ese matrimonio antinatura, es muy simple.
02:49Unos, el PSOE y excrecencias como SUMAR o PODEMOS y otros, RC, Bildu, Junts o PNV consiguen
02:58abrazados lo que por separado no obtendrían jamás.
03:02Este fin de semana asistimos jubilosos al batacazo de los sindicalistas como en Gambas,
03:07en Madrid y en otras ciudades de España.
03:10Los jetas d'UGT y de comisiones obreras, que hasta ahora sólo se habían manifestado
03:15en favor de los terroristas de Tapresos y en pro de la imposición de la tiranía lingüística
03:21en Cataluña, fueron incapaces de sacar a la calle a unos miles de fanáticos para protestar
03:27contra PP y Vox.
03:30Es un detalle esperanzador, un síntoma de que las cosas están cambiando, pero no hay
03:34que dormirse en los laureles.
03:36A Sánchez y a su cuadrilla de maleantes sólo los echamos si no les damos ni agua.