Una nueva investigación ha descubierto que la dieta puede ser una causa común de síntomas de depresión y ansiedad, sobre todo en las mujeres.
Un estudio dirigido por Mary Scourboutakos, de la Facultad de Medicina de Virginia Oriental, descubrió que las fluctuaciones de azúcar en sangre causadas por la comida afectan a las hormonas y al sistema nervioso de una persona.
Esto crea un fuerte vínculo entre la comida y las emociones, destacando la importancia de centrarse en la nutrición cuando se trata la salud mental.
Los alimentos con un alto índice glucémico, como el arroz blanco y el pan, producen picos intensos de azúcar en sangre, lo que aumenta el riesgo de ansiedad y depresión.
Un consumo excesivo de estos alimentos puede provocar un aumento de la insulina, lo que hace que bajen los niveles de azúcar en sangre y se dispare la adrenalina. Esto puede manifestarse a veces en forma de ansiedad, miedo o agresividad.
La investigación sugiere que las mujeres son más sensibles a los efectos de los alimentos con un índice glucémico alto, y que deberían cuidar a su dieta para optimizar su estado de ánimo.
Alternar el orden de los alimentos ingeridos durante una comida y dejar los hidratos de carbono para el final puede ayudar a estabilizar la mente y el cuerpo.
Alimentos como las verduras, el vinagre y el aceite de oliva también pueden ayudar a reducir el riesgo de picos de azúcar en sangre y ralentizar la absorción de hidratos de carbono.
Un estudio dirigido por Mary Scourboutakos, de la Facultad de Medicina de Virginia Oriental, descubrió que las fluctuaciones de azúcar en sangre causadas por la comida afectan a las hormonas y al sistema nervioso de una persona.
Esto crea un fuerte vínculo entre la comida y las emociones, destacando la importancia de centrarse en la nutrición cuando se trata la salud mental.
Los alimentos con un alto índice glucémico, como el arroz blanco y el pan, producen picos intensos de azúcar en sangre, lo que aumenta el riesgo de ansiedad y depresión.
Un consumo excesivo de estos alimentos puede provocar un aumento de la insulina, lo que hace que bajen los niveles de azúcar en sangre y se dispare la adrenalina. Esto puede manifestarse a veces en forma de ansiedad, miedo o agresividad.
La investigación sugiere que las mujeres son más sensibles a los efectos de los alimentos con un índice glucémico alto, y que deberían cuidar a su dieta para optimizar su estado de ánimo.
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Alimentos como las verduras, el vinagre y el aceite de oliva también pueden ayudar a reducir el riesgo de picos de azúcar en sangre y ralentizar la absorción de hidratos de carbono.
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