El sueño, esencial para el bienestar físico y mental, no es igual para hombres y mujeres.
Los estudios demuestran que las mujeres necesitan una media de 20 minutos más de sueño debido a factores hormonales y a la sobrecarga de trabajo.
Sin embargo, el descanso de las mujeres tiende a ser más fragmentado, lo que pone en peligro la calidad general.
Las hormonas desempeñan un papel crucial en el sueño de las mujeres, especialmente durante los periodos de transición, como el embarazo y la menopausia, cuando hasta el 60% declara tener dificultades.
Además, el estrés generado por las responsabilidades familiares y profesionales aumenta la ansiedad y la prevalencia del insomnio en este colectivo.
Los hombres, por su parte, son más propensos a la apnea del sueño, un trastorno asociado a problemas cardiovasculares y metabólicos.
Aunque ambos sexos pueden sufrir pesadillas, factores como el estrés pueden intensificar los episodios.
La falta de sueño tiene graves consecuencias, como un mayor riesgo de obesidad, diabetes, cardiopatías y deterioro cognitivo.
También repercute negativamente en el estado de ánimo, la productividad y la vida sexual.
Para dormir mejor, es importante crear una rutina de sueño constante, evitar el uso de dispositivos electrónicos antes de acostarse y buscar estrategias para reducir el estrés.
Al fin y al cabo, la calidad del sueño influye directamente en la salud física y emocional y en el rendimiento diario.
Los estudios demuestran que las mujeres necesitan una media de 20 minutos más de sueño debido a factores hormonales y a la sobrecarga de trabajo.
Sin embargo, el descanso de las mujeres tiende a ser más fragmentado, lo que pone en peligro la calidad general.
Las hormonas desempeñan un papel crucial en el sueño de las mujeres, especialmente durante los periodos de transición, como el embarazo y la menopausia, cuando hasta el 60% declara tener dificultades.
Además, el estrés generado por las responsabilidades familiares y profesionales aumenta la ansiedad y la prevalencia del insomnio en este colectivo.
Los hombres, por su parte, son más propensos a la apnea del sueño, un trastorno asociado a problemas cardiovasculares y metabólicos.
Aunque ambos sexos pueden sufrir pesadillas, factores como el estrés pueden intensificar los episodios.
La falta de sueño tiene graves consecuencias, como un mayor riesgo de obesidad, diabetes, cardiopatías y deterioro cognitivo.
También repercute negativamente en el estado de ánimo, la productividad y la vida sexual.
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