Alfonso Rojo: “Nacho Cano en la cheka del PSOE y la máquina de fango en todos los hogares españoles”

  • hace 2 meses
No veo televisión.
En realidad, lo que no veo son informativos, programas de chumineo, concursos, tertulias y debates.
Me limito, por higiene mental, a algún documental, los deportes, las series de intriga y a películas clásicas o de crimen y espías.
Pero estos días, por mor de la puñetera Eurocopa y debido a que los pringados de RTVE te encasquetan un noticiero o algo así en el intermedio de los partidos, he vuelto a hocicar con cierta intensidad en la máquina del fango.
Y he sacado conclusiones o mejor dicho, refrescado ideas.
Hoy no vamos a dar leña a los Fortes, Intxaurrondo, Villacastin, Maruja Torres, Gabilondo y otros firmantes de manifiestos a favor de la censura de prensa, pero si a reflexionar en voz alta sobre la averiada mercancía que, en forma de noticias, suministra regularmente esa panda al incauto telespectador.
Cortar con barricadas de fuego la autopista que une España y Francia, asaltar la estación del tren y el aeropuerto de Barcelona, arrasar avenidas y escaparates, además de dejar tullidos a una docena de policías, no es delito y te vas de rositas.
Pero si la Inspección de Trabajo de la comunista Yolanda Díaz detecta una posible irregularidad laboral en la compañía de Nacho Cano, el ministro Marlaska, el del ‘bulo del culo’, despacha un escuadrón de polizontes, que detiene al derechoso ex Mecano y e interroga en plan chekista a los artistas mexicanos de su compañía, coaccionándoles para que acusen al compositor de acoso sexual y de explotarles irregularmente.
A uno le entra la sospecha de que el ‘jarabe chavista’ a Cano tiene mucho que ver con que alabe públicamente a Isabel Díaz Ayuso y haga gala de no ser izquierdista, pero si te limitas a deglutir lo que la ‘Brunete Pedrete’ larga en pantalla, puedes quedarte con la sensación de que es un explotador degenerado.
Y hasta pensar que distraer 700 millones de los parados y gastarte 30.000 euros al mes en putas y cocaína, no era delito, como tampoco es repudiable -si eres la parienta o el hermano del tipo que llegó al poder con 85 escaños, el apoyo de los proetarras y la coartada de acabar con la corrupción- se lo lleven crudo a cuenta del sufrido contribuyente.
Incluso, si eres muy crédulo, puedes llegar a la conclusión de que el xenófobo Puigdemont, ese que dice que los ‘paquetes’ de MENAS se repartan por todas las regiones menos Cataluña y que los catalanes son un pueblo superior a la chusma hispana, es un ‘progresista’ con quien se puede pactar cualquier cosa, pero a Abascal y los de VOX, que defienden la igualdad de todos los ciudadanos, la unidad de España y el orden constitucional, hay que exterminarlos o en el mejor de los casos mandarlos al exilio.
Hay que tener mucho cuidado señoras y caballeros, porque si persisten en el vicio y siguen tragándose mucha televisión, terminaran convencidos de España fue un invento de Franco.

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