¿Y ahora qué?
Pues ahora… ¡a pelear!
Veremos que pasa en Cataluña, pero es evidente que Sánchez intentará atrincherarse en La Moncloa.
No creo que convoque elecciones generales este verano, como ha hecho el francés Macron, porque sus posibilidades de salir de las urnas con unas cifras que le permitan reeditar el Gobierno Frankenstein, son prácticamente nulas.
Usando todos los los resortes del sistema, acelerará el asalto al Poder Judicial y multiplicará las maniobras para eliminar periodistas no apesebrados y desactivar al puñado de medios de comunicación que no somos adictos al régimen.
Sánchez y su corte saben que, para salir vivos del basurero, necesitan el aparato del Estado.
Afrontar el calvario en los tribunales sin controlar la Fiscalía, la ‘Brunete Pedrete’, el IBEX 35, el BOE y todo lo que cuelga… sería su tumba.
El marido de Begoña ha vuelto a perder unas elecciones. No nos obnubilemos con ese acongojante 30% que ha cosechado el PSOE.
El felón resiste mejor de lo que cualquier mente sensata hubiera podido imaginar después del Tito Berni, el caso Koldo, la amnistía a los golpistas y el Begoñagate, pero lo hace devorando a sus compinches de Podemos y Sumar.
Y la Coalición Frankenstein -incluyendo a proetarras y separatistas- reune por primera vez menos votos que el centroderecha y no podría formar Gobierno.
A menos que Sánchez ofrezca una vicepresidencia a Alvise, lo que suena chusco pero no es imposible. Otras cosas peores hemos visto desde que nos cayó encima esta peste.
Creo que ‘Se Acabo la Fiesta’ ha hecho daño a VOX, quitándole un par de escaños, pero coincidirán conmigo en que es desternillante que Alvise, con caradura, frases gordas y un teléfono móvil, haya duplicado en votos a Irene Montero o a Puigdemont e igualado a la teñida Yolanda Díaz y a esa infecta ‘Ahora Repúblicas’, donde pastaban Bildu, ERC, BNG y los catalanistas baleares de Ara Més.
No voy hoy a despotricar contra las tragaderas de la progresía española. Esos 5.261.293 paisanos, que han votado al PSOE, son los ‘borregos’ a los que Sánchez apuntaba con sus epístolas y dejan patente que la izquierda es inasequible al sentido común y a la decencia.
No es ese el sector del electorado al que debe intentar camelarse el PP.
Si Feijóo quiere ser presidente y forzar elecciones antes de fin de año, debe endurecer el tono, subir la apuesta y hacer oposición total.
Comenzando hoy mismo, sin tirarse a la bartola todo el verano, y atacando desde todos los frentes.
El judicial, el político, el social, el mediático y hasta el personal.
Begoña, la alegre comisionista, sigue imputada y este 5 de julio irá al juzgado y a sentarse en el banquillo.
A partir de ahí y viendo lo que aflora de la tentacular corrupción socialista, las cosas sólo pueden empeorar para el PSOE y su patrón.
Corre el rumor de que los populares no descartan echar una mano al PSC de Illa, para que no llegue Puigdemont a la presidencia de la Generalitat catalana.
Sería un error fatal.
Pues ahora… ¡a pelear!
Veremos que pasa en Cataluña, pero es evidente que Sánchez intentará atrincherarse en La Moncloa.
No creo que convoque elecciones generales este verano, como ha hecho el francés Macron, porque sus posibilidades de salir de las urnas con unas cifras que le permitan reeditar el Gobierno Frankenstein, son prácticamente nulas.
Usando todos los los resortes del sistema, acelerará el asalto al Poder Judicial y multiplicará las maniobras para eliminar periodistas no apesebrados y desactivar al puñado de medios de comunicación que no somos adictos al régimen.
Sánchez y su corte saben que, para salir vivos del basurero, necesitan el aparato del Estado.
Afrontar el calvario en los tribunales sin controlar la Fiscalía, la ‘Brunete Pedrete’, el IBEX 35, el BOE y todo lo que cuelga… sería su tumba.
El marido de Begoña ha vuelto a perder unas elecciones. No nos obnubilemos con ese acongojante 30% que ha cosechado el PSOE.
El felón resiste mejor de lo que cualquier mente sensata hubiera podido imaginar después del Tito Berni, el caso Koldo, la amnistía a los golpistas y el Begoñagate, pero lo hace devorando a sus compinches de Podemos y Sumar.
Y la Coalición Frankenstein -incluyendo a proetarras y separatistas- reune por primera vez menos votos que el centroderecha y no podría formar Gobierno.
A menos que Sánchez ofrezca una vicepresidencia a Alvise, lo que suena chusco pero no es imposible. Otras cosas peores hemos visto desde que nos cayó encima esta peste.
Creo que ‘Se Acabo la Fiesta’ ha hecho daño a VOX, quitándole un par de escaños, pero coincidirán conmigo en que es desternillante que Alvise, con caradura, frases gordas y un teléfono móvil, haya duplicado en votos a Irene Montero o a Puigdemont e igualado a la teñida Yolanda Díaz y a esa infecta ‘Ahora Repúblicas’, donde pastaban Bildu, ERC, BNG y los catalanistas baleares de Ara Més.
No voy hoy a despotricar contra las tragaderas de la progresía española. Esos 5.261.293 paisanos, que han votado al PSOE, son los ‘borregos’ a los que Sánchez apuntaba con sus epístolas y dejan patente que la izquierda es inasequible al sentido común y a la decencia.
No es ese el sector del electorado al que debe intentar camelarse el PP.
Si Feijóo quiere ser presidente y forzar elecciones antes de fin de año, debe endurecer el tono, subir la apuesta y hacer oposición total.
Comenzando hoy mismo, sin tirarse a la bartola todo el verano, y atacando desde todos los frentes.
El judicial, el político, el social, el mediático y hasta el personal.
Begoña, la alegre comisionista, sigue imputada y este 5 de julio irá al juzgado y a sentarse en el banquillo.
A partir de ahí y viendo lo que aflora de la tentacular corrupción socialista, las cosas sólo pueden empeorar para el PSOE y su patrón.
Corre el rumor de que los populares no descartan echar una mano al PSC de Illa, para que no llegue Puigdemont a la presidencia de la Generalitat catalana.
Sería un error fatal.
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