No todo vale.
Risto Mejide, en 'El Tintero', una especie de editorial en el arranque de 'Todo es Mentira', se mostró en contra de que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ponga al servicio de su mujer todos los medios del Estado para protegerla de las informaciones que están saliendo sobre sus relaciones profesionales.
El comunicador se pregunta si hay que hacer de la diatriba de Javier Milei contra Begoña Gómez una cuestión de Estado:
Hay un tema que no queremos que se nos quede en el tintero y que vamos a comentar muy profusamente en el programa de hoy. Así que vamos allá con 'El Tintero' de hoy. A ver, si alguien se mete con cualquier ciudadano de nuestro país, ¿deberíamos responder todos? Y si ese alguien es el presidente de otra nación, una nación extranjera, e insulta a cualquier ciudadano español, ¿deberíamos convertirlo entonces en una cuestión de Estado? Bueno, cuando se meten con un ciudadano español o una ciudadana, ¿habría que reaccionar como si fuera una afrenta a la soberanía nacional? Porque todo esto es lo que acaba de hacer nuestro Gobierno.
Risto reconoce que él cayó en la trampa de que Begoña Gómez era una ciudadana más:
Claro, yo me creí que Begoña Gómez era una ciudadana más, al margen del empleo que desempeñase su marido. Yo me creí eso de que, incluso lo defendí, eso de que había que dejarla en paz, precisamente por su condición al margen de los puestos de responsabilidad administrativa. ¿Qué sería la situación si hubiera sido un ciudadano particular? Un ciudadano particular, que diría Ayuso, en este caso sin peluca, pero también un ciudadano particular. Ahora, el hombre profundamente enamorado de su mujer pone al servicio de su pareja todo el aparato pesado del Gobierno. Claro, que el provocador provoque nunca es una novedad. Que Javier Milei insulte, ofenda o trate de ofender a sus adversarios políticos o ideológicos nunca ha sido reseñable. Lo novedoso es cómo reacciona. Reaccionamos ante un reaccionario. Lo novedoso es que el hombre profundamente enamorado ya no se tome cinco días persas para comprobar el caos que ello genera, mientras él medita.
Recordó el publicista que, a fin de cuentas, al final solo hay un beneficiario y unos paganinis, los españoles:
Lo novedoso es que ahora, además, pone a su disposición, a la disposición de su señora esposa, todo el aparato del Estado, mientras apuntala, por cierto, la campaña de las europeas, ejerciendo de víctima ese papel que tantos réditos le ha granjeado hasta la fecha. Y eso, de nuevo, no lo olvidemos, lo pagamos todos. No sé si eso se puede llamar corrupción o malversación. Seguramente no. Pero lo que es seguro es que se trata de una confusión interesada entre personas e instituciones que tiene un beneficiario claro y unos pagadores evidentes. Todos nosotros.
Risto Mejide, en 'El Tintero', una especie de editorial en el arranque de 'Todo es Mentira', se mostró en contra de que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ponga al servicio de su mujer todos los medios del Estado para protegerla de las informaciones que están saliendo sobre sus relaciones profesionales.
El comunicador se pregunta si hay que hacer de la diatriba de Javier Milei contra Begoña Gómez una cuestión de Estado:
Hay un tema que no queremos que se nos quede en el tintero y que vamos a comentar muy profusamente en el programa de hoy. Así que vamos allá con 'El Tintero' de hoy. A ver, si alguien se mete con cualquier ciudadano de nuestro país, ¿deberíamos responder todos? Y si ese alguien es el presidente de otra nación, una nación extranjera, e insulta a cualquier ciudadano español, ¿deberíamos convertirlo entonces en una cuestión de Estado? Bueno, cuando se meten con un ciudadano español o una ciudadana, ¿habría que reaccionar como si fuera una afrenta a la soberanía nacional? Porque todo esto es lo que acaba de hacer nuestro Gobierno.
Risto reconoce que él cayó en la trampa de que Begoña Gómez era una ciudadana más:
Claro, yo me creí que Begoña Gómez era una ciudadana más, al margen del empleo que desempeñase su marido. Yo me creí eso de que, incluso lo defendí, eso de que había que dejarla en paz, precisamente por su condición al margen de los puestos de responsabilidad administrativa. ¿Qué sería la situación si hubiera sido un ciudadano particular? Un ciudadano particular, que diría Ayuso, en este caso sin peluca, pero también un ciudadano particular. Ahora, el hombre profundamente enamorado de su mujer pone al servicio de su pareja todo el aparato pesado del Gobierno. Claro, que el provocador provoque nunca es una novedad. Que Javier Milei insulte, ofenda o trate de ofender a sus adversarios políticos o ideológicos nunca ha sido reseñable. Lo novedoso es cómo reacciona. Reaccionamos ante un reaccionario. Lo novedoso es que el hombre profundamente enamorado ya no se tome cinco días persas para comprobar el caos que ello genera, mientras él medita.
Recordó el publicista que, a fin de cuentas, al final solo hay un beneficiario y unos paganinis, los españoles:
Lo novedoso es que ahora, además, pone a su disposición, a la disposición de su señora esposa, todo el aparato del Estado, mientras apuntala, por cierto, la campaña de las europeas, ejerciendo de víctima ese papel que tantos réditos le ha granjeado hasta la fecha. Y eso, de nuevo, no lo olvidemos, lo pagamos todos. No sé si eso se puede llamar corrupción o malversación. Seguramente no. Pero lo que es seguro es que se trata de una confusión interesada entre personas e instituciones que tiene un beneficiario claro y unos pagadores evidentes. Todos nosotros.
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