Audiolibro novela romantica
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DiversiónTranscripción
00:00Como sabrá, empezó a decir Keine, no soy ningún señor educado nacido en cuna noble,
00:05ni lo he pretendido nunca, la verdad sea dicha.
00:08Pero le puedo asegurar dos cosas, la primera, que a su hija jamás le faltará nada, incluso
00:13después de que yo le falte no pasará jamás necesidades.
00:16Virginia cerró la boca y se enderezó, aún sentada en el sofá.
00:21Pareció recelosa de aquellas palabras.
00:23Achicó los ojos y lo miró fijamente.
00:25Evidentemente, Keine no se dejó amedrentar.
00:29Y dos, por el tono de voz sabía que lo que su yerno tuviera bien decirle no le haría
00:33la menor gracia, ahora mi prioridad es ella y mi hijo, y no toleraré que nada la sobresalte.
00:38Un aristócrata la invitaría a retirarse amablemente, yo no seré tan educado, puesto
00:43que no lo soy.
00:44Pero.
00:45La mujer abrió la boca por el asombro y se puso roja como un tomate en verano.
00:50Si vuelve a sobresaltar a mi mujer de esa manera, pocos minutos serán suficientes para
00:54meterla en un carruaje y mandarla a las profundidades del campo de donde vino.
00:59Estaba claro que Keine tenía intención de decirle, de las profundidades del infierno
01:02de donde salió, pero se contuvo.
01:04— ¡Señor Black!
01:06exclamó Virginia, sin poder creer y mucho menos incapaz de tolerar semejante desfachatez.
01:10— Señor Thornton para usted, aclaró, con firmeza.
01:15Black no es mi apellido, y solo lo reservo para mis amigos o mis enemigos.
01:20Está claro que no es mi amiga, y espero que no desee ser mi enemiga, señor Abitworth.
01:25He sido claro.
01:26Él no supo si estaba roja de vergüenza o de ira, pero poco le importó.
01:30Muy claro.
01:32Virginia resopló, para después alzarse airada del sofá.
01:36Tragó saliva al ver que él no parecía tener intención de retirarse de su camino para
01:39dejarla pasar, por lo que tuvo que esquivarlo, rozando el cuerpo masculino con sus ropajes
01:44de seda.
01:45— Y una cosa más, añadió, haciendo que ella se detuviese en seco, sé que envió
01:49una carta, pero si no es mucho pedir, me gustaría que a partir de ahora anunciara su llegada
01:54a esta casa con más tiempo, para futuras ocasiones.
01:58La mujer lo miró por encima del hombro y apretó los labios.
02:00— No he mandado carta alguna, pero no se preocupe, me acordaré de anunciar mi llegada.
02:06De momento no será necesario, o piensa dejarme de su casa.
02:10Keene ya no la escuchaba, solo había oído, no he mandado ninguna carta.
02:14— ¡Maldición!
02:16Si Virginia no había enviado esa carta que puso de tan sombrío humor a su Caroline,
02:20¿quién diablos lo había hecho?
02:22— ¿Cómo dice?
02:24— Señaló Virginia, extrañada por el súbito cambio en el rostro de su yerno.
02:27Él, sin embargo, pareció volver en sí y clavó de nuevo sus ojos azules en ella, intimidándola.
02:33— Se hospedará en mi lujoso hotel, Zanjo.
02:37Y tendrá todos los servicios pagados.
02:40Cortesía de su yerno, el irlandés.
02:42Virginia, sorprendida e intimidada a partes iguales, lo siguió con la mirada cuando
02:47pasó por su lado con grandes zancadas y cerró la puerta del salón con un portazo.
02:52Mientras se dirigía a su despacho, apretó los puños con fuerza, al igual que rechinó
02:56los dientes.
02:57Su esposa le había mentido.
03:00Capítulo 23.
03:01Esos meses transcurrieron mucho más rápido de lo que Keene esperaba, quizás porque cuando
03:05uno es feliz, no piensa en la venganza.
03:08Sí, era dichoso, pensó, mientras descansaba junto a su esposa en el lecho conyugal.
03:14Lo era, y se trataba de algo completamente nuevo para él.
03:18Nunca había compartido tanto tiempo con una mujer, y la convivencia era más agradable
03:22de lo que jamás pensó.
03:24La pronta llegada del bebé también le llenaba el corazón de dicha.
03:28Sentía la ilusión propia del que está a punto de convertirse en padre, y también
03:31ese miedo a que algo malo pueda sucederle al bebé o a su dulce esposa.
03:35También estaba el inconveniente de que su suegra, Virginia Bituart, hacía menos de
03:39una semana que se había presentado sin invitación, y se había instalado en casa sin pedir permiso.
03:45A pesar de que la mujer era antipática y no aprobaba el matrimonio de su hija, sí
03:48parecía preocuparse por Caroline y por su futuro nieto.
03:52Sin embargo, seguía inquietándole el hecho de que Caroline le hubiese mentido con respecto
03:56a la carta que recibió meses atrás.
03:58No era de su madre, entonces, ¿de quién podría ser, para que Caroline se hubiese
04:03mostrado tan alterada?
04:05La conocía bien, sabía que era el miedo lo que la obligaba a actuar así, y no le
04:09mencionó el asunto, a la espera de que ella confiase lo suficiente en el cómo para contárselo.
04:14«Soy una vaca gorda, no entiendo cómo puedo andar con estos pies».
04:18La dulce voz de su esposa lo sacó de sus pensamientos.
04:21La miró con ternura y sonrió con estos piececitos tan delicados.
04:26Se burló Keine, cariñoso.
04:29Tendido sobre la cama, Keine acarició su abultado vientre y la besó sobre la suave
04:33tela del camisón.
04:35Luego deslizó la palma abierta hacia abajo, recorriendo sus piernas hasta llegar a sus
04:38hinchados pies.
04:40Los besó uno a uno.
04:42«Eso es indecente, señor.
04:44Suerte que no me importa lo más mínimo».
04:47Eso la hizo reír, y a Keine le encantaba verla así.
04:50Quizás porque últimamente no había habido muchas oportunidades en las que la viera totalmente
04:54despreocupada.
04:55Una sombra cruzó su rostro.
04:57Él tampoco podía estar plenamente despreocupado, no por sus asuntos con su padre, pues le había
05:02prometido a Brandon tiempo, y tiempo le iba a dar.
05:06De nuevo, la sombra de la misteriosa carta cruzó por su mente, y pronto la desechó.
05:12«Ven aquí», le susurró Caroline tendiéndole la mano.
05:14«Quiero que me abraces a mí y no a mis pies».
05:17Keine obedeció con una sonrisa en los labios, aún le quedaba una hora antes de irse al
05:21club.
05:22Esa noche habría jaleo, un pugilista famoso había oído hablar del estigma y tenía que
05:26hacer acto de presencia, pero no iba a dejar a su esposa ni un minuto antes de lo necesario.
05:32Cuando se situó a su espalda y la envolvió entre sus brazos le besó el cuello y suspiró
05:35de puro deleite.
05:37Pero la satisfacción duró poco.
05:39Keine sintió un leve temblor en los brazos y hombros de su esposa, al cabo de un minuto
05:43era evidente que estaba llorando.
05:44«Mi amor», le susurró incorporándose levemente, asustado ante las lágrimas silenciosas.
05:51Posó los labios contra el hombro desnudo e intentó mirarle la cara, pero ella se resistió
05:55a darse la vuelta.
05:56«¿Qué te ocurre, mi cielo?
05:59¿Que soy una vaca gorda con los pies enormes?»
06:01sollozó, haciendo un puchero encantador.
06:04Keine apretó la cabeza contra la espalda de su mujer y empezó a reírse.
06:08Al principio intentó contener la risa, pero finalmente profundas carcajadas salieron de
06:13su boca, por lo que Caroline empezó a llorar más fuerte, como una niña pequeña y encantadora.
06:17«Sí, mi amor».
06:20Caroline dejó de llorar ofendida como no lo había estado en su vida.
06:23«Soy una vaca».
06:25El tono ofendido en que lo preguntaba entre sollozos lo hizo reír de nuevo.
06:29Se suponía que su esposo tenía que consolarla, al fin y al cabo, quien si no tenía la culpa
06:34de semejante estado.
06:36«Sí, mi amor, pero eres mi vaquita.
06:39Y te adoro».
06:40Le acarició tiernamente el vientre como si no hubiera nada más suave y hermoso en el
06:43mundo.
06:44«Eres tan suave».
06:46Un dedo rodó sobre su brazo hasta llegar a su hombro.
06:48«Y tan dulce».
06:51Mordió la suave piel delicadamente como si tuviera todo el tiempo del mundo a la hora
06:54que escuchaba el suspiro de su esposa.
06:57Ella sonrió a pesar de todo.
06:59Se dio la vuelta para mirarlo a los ojos y Keine la besó en los labios.
07:03El beso fue tierno, al principio.
07:06Caroline se deshizo de su abrazo para poder extender los brazos y rodearle el cuello,
07:09y se incorporó levemente sobre él, besándolo con la boca abierta, tal y como él le había
07:14enseñado.
07:15Lo amaba y echaba de menos todo lo que a Keine se refería.
07:18Añoraba sus besos apasionados y tras estos sus caricias que le recorrían todo el cuerpo
07:22finalmente hasta poseerla.
07:24Hacía un mes que no la tocaba, el médico había dicho que no parecía muy recomendable
07:28visto su avanzado estado.
07:31Apenas unas semanas lo separaban del momento feliz de abrazar a su hijo.
07:35Caroline había pensando que seguramente su aspecto de vaca con pies de pato era la causante
07:38de semejante separación, pero debía reconocer que cuando Keine la miraba todavía cada fibra
07:43de su piel se tensaba por el deseo, un deseo que ambos sentían.
07:46Caroline, murmuró en un gruñido ronco mientras apartaba los labios de los de ella,
07:51No podemos.
07:53No podemos besarnos.
07:55Preguntó inocentemente, aunque sabía que no se refería a eso.
07:59Sin decir una palabra más Keine volvió a posar los labios sobre ella y empezó de
08:02nuevo.
08:03La deseaba.
08:05Acarició su vientre y volvió a pujar con su lengua en aquella dulce boca para saborearla
08:08de nuevo.
08:10Estaba excitado, tanto que le dolía.
08:13Se arrepentiría de seguir con aquellos juegos no muy inocentes con su esposa, pero no podía
08:17evitarlo, ella era tan suave y delicada.
08:20Deslizó las manos sobre la piel de ella hasta levantarle el camisón.
08:24Ascendió por las caderas y acarició su vientre redondeado, pero no se detuvo allí.
08:29Ella sintió jadear al apretar delicadamente uno de sus pechos.
08:32Ella se arqueó más contra él sin dejar de besarlo.
08:34Que no pudiera hacerle el amor como era debido no significaba que no pudiera proporcionarle
08:39placer.
08:40Caroline debió de pensar lo mismo, pues le faltó tiempo para introducir la mano bajo
08:44sus pantalones.
08:46Encontró su miembro duro y listo para ella.
08:49— ¿Caroline?
08:50— No.
08:51— ¿Me deseas?
08:52— dijo lo evidente como si eso justificara lo que estaba a punto de hacer.
08:55Deslizaron sus frentes mientras se perdían en la mirada del otro.
08:59Sus ojos se encontraron diciéndose sin palabras todo lo que estaban sintiendo.
09:03Keine fue el primero en cerrarlos.
09:05Notar las manos de su esposa en su miembro después de tanto tiempo era más de lo que
09:08podía soportar.
09:09— ¿Caroline?
09:10— Para.
09:11— Sé que te gusta, ¿por qué me pides que pare?
09:15Él jadeó audiblemente, se puso boca arriba incapaz de controlarse por más tiempo.
09:20Las manos de Caroline subían y bajaban en un ritmo acelerado y continuo.
09:24Sintió sus labios en el cuello, en la boca, y de pronto no pudo evitarlo, se convulsionó.
09:30Llegó al orgasmo con sólo las caricias de su esposa.
09:33Cuando todo hubo pasado ella sonreía y Keine estaba molesto consigo mismo por demostrar
09:37tan poco autocontrol en esos quehaceres.
09:40Las noches Keine las pasaba con su mujer en su alcoba.
09:43Para que no se aburriera le daba conversación, y ella parecía disfrutar de su compañía.
09:47— A mí me gusta el campo, dijo mirando el caballo pardo que Keine le enseñaba en
09:52el libro.
09:53A mí, no especialmente.
09:55Eso era un eufemismo, realmente lo que quería decir es que se arrancaría un brazo antes
09:59de volver ahí.
10:01Algún día podríamos hacer una visita a mi casa, a mi antigua casa, en Devonshire.
10:06Puede que cambies de idea cuando veas lo bonito que es.
10:09Es posible.
10:11Caroline lo miró de reojo mientras él a su lado pasaba el libro de ilustraciones.
10:15Era tan guapo, se le aceleró el corazón cuando Keine se la quedó mirando, con esos
10:19ojos de un azul tan hermoso como el cielo en verano.
10:22Entonces cuando la observaba de esa forma, con cariño y devoción, su azul variaba,
10:27y se volvía más claro.
10:29Nada que ver con la mirada que solía lucir cuando algo lo preocupaba.
10:31— ¿Te encuentras bien?
10:34Ella sintió.
10:35— Muy bien.
10:37Se le encendieron las mejillas.
10:38— Supongo que debes echar de menos ese lugar.
10:41— Sí.
10:43Luego pensó que lo había dicho demasiado rápido, así que se apresuró a añadir,
10:47pero me encuentro muy a gusto aquí, contigo.
10:50Soy muy feliz.
10:51Él sonrió y esa sonrisa fue devastadora para el corazón de Caroline, que salió galopando.
10:56Me alegra mucho escuchar eso.
10:59La voz de Keine era apenas un susurro, y ella fue muy consciente del roce del cuerpo de
11:03su esposo en su costado.
11:05La tenía sujeta por uno de sus hombros y de vez en cuando, como si no fuera un gesto
11:09programado, la acariciaba lentamente unas veces, o con rapidez otras, como si pretendiera
11:14darle calor.
11:15Sus bocas se juntaron y Caroline sintió que besar a ese hombre era la cosa más dulce
11:19del mundo.
11:20Pero también un pecado.
11:22Cuando puso fin al beso, Keine carraspeó y giró otra página del libro como si aquello
11:26no hubiera ocurrido.
11:27— En mi finca tengo varios caballos y animales diversos, creo que te gustará perseguirlos.
11:33Ella rió.
11:34Una carcajada franca, que a él le pareció irresistible.
11:37— ¿Crees que me pondré a perseguir ovejas?
11:41— Ovejas no, pero quizás alguna que otra gallina.
11:44Eso sí que podría hacerlo.
11:46Pero más me gustaría ver cómo lo haces tú.
11:49Creo que será más divertido ver un pato gordo persiguiendo al gallo del corral.
11:52— Oh, Keine, eres tan insolente.
11:56Siguieron bromeando un largo rato antes de que ella se quedara dormida entre sus brazos.
12:00Cuando eso sucedió, Keine se pasó parte de la noche acariciándole el cabello, besándole
12:05las mejillas y la punta de la nariz.
12:07Se sentía tan dichoso, y la quería tanto, que incluso le dolía el corazón.
12:12Aunque jamás se lo había dicho, no era un hombre muy dado a expresar sus sentimientos.
12:17Pero sí, la amaba.
12:18A ella y al dulce tesoro que guardaba en su vientre, y que no tardaría en nacer.
12:24Sonrió, orgulloso y lleno de dicha, y al mismo tiempo temeroso de que algo pudiese
12:28sucederle a su bonita familia.
12:30Una familia de verdad.
12:32Alargó la mano y la posó en el vientre de su esposa.
12:35Con el tacto de las patadas del bebé, se rindió al sueño, dejándose mecer por los
12:39brazos de Morfeo.
12:41Capítulo 24
12:43Un grito ensordecedor despertó a Keine.
12:45Se incorporó de súbito y, cuando observó el rostro contraído de su esposa, un terror
12:50desconocido lo recorrió de arriba abajo.
12:52¿Qué ocurre?
12:54Jamás había sentido tanto miedo como en ese momento.
12:57Ella estaba echada de lado, sobre el lecho, se tocaba el vientre e intentaba por todos
13:01los medios respirar hondo.
13:02«El bebé, ya viene», dijo entre sollozos, apenas le salía la voz.
13:08Todo lo que Keine recordaría de esa noche sería el terror que sintió ante las palabras
13:12de su mujer y el temblor en sus manos cuando ella no paraba de gritar.
13:16No hubo tiempo para mucho más que salir de la habitación y despertar a toda la casa,
13:20eran poco más de las cuatro de la madrugada, y aunque llegó la comadrona mucho más rápido
13:23de lo que Keine hubiera imaginado, lo cierto es que su actitud despreocupada, en lugar
13:28de calmarlo, lo enfureció.
13:29«No va a hacer nada mientras mi mujer grita de dolor».
13:33Bramó, desquiciado.
13:34La mujer, que de seguro podría alzar a Keine con una sola mano, caminó pausadamente, atravesando
13:41el dormitorio y plantándose frente a la puerta, que abrió para hacerlo salir.
13:44«Me está echando.
13:47Abrió mucho los ojos, incrédulo».
13:49«Sí, eso es exactamente lo que está haciendo», dijo su suegra, que se presentó en la alcoba,
13:55dispuesta a acompañar a su hija en el nacimiento de su primer nieto.
13:59Keine las miró, a ella y a la comadrona.
14:02Estaban ahí plantadas, junto a la puerta, y mirándolo de forma inquisidora, mientras
14:06su esposa no paraba de gritar a cada momento.
14:09Se llevó las manos a la cabeza y se apartó el pelo del rostro, después tomó aire.
14:14Miró a Caroline, que seguía gritando.
14:16«Son cosas de mujeres, señor Black, así que déjenos hacer nuestro trabajo», insistió
14:21la comadrona, y su suegra asintió, convencida.
14:25Fue evidente en el rostro de Keine lo mucho que lo molestaron esas palabras, pero nada
14:29pudo hacer aparte de obedecer, pues a las mujeres no les faltaba razón.
14:33Ellas sabrían qué hacer, él jamás había asistido a un parto, y seguramente no haría
14:38otra cosa que molestar.
14:40Salió de la alcoba, contrariado, y escuchó cómo la llave giraba en la cerradura.
14:45Se quedó en el pasillo, paralizado, mirando la puerta.
14:49Luego empezó a caminar en círculos como una fiera enjaulada, mientras seguía escuchando
14:53los gritos de su esposa, a cada punto más desgarradores.
14:56Por suerte, sus amigos llegaron antes de que él pudiera encadenarse a una de las sillas
15:01del corredor.
15:02O echar la puerta abajo y mandar al carajo las recomendaciones de esas mujeres.
15:06Como padre, tu deber es quedarte fuera y repartir puros.
15:10Anthony lo intentó arrastrar escaleras abajo, hacia el salón.
15:14Tampoco era recomendable para los nervios de Keine estar en aquel corredor.
15:18Pero fue imposible, en un primer momento parecía que no iba a moverse de aquel lugar.
15:23Mierda.
15:24En el interior de la alcoba, seguían escuchándose los gritos lastimeros de su esposa.
15:29Lo ponía de los nervios no ser capaz de ayudarla.
15:32Se colocó delante de la puerta y apoyó la frente en ella.
15:35—Mi amor, aguanta.
15:37Los dos amigos se miraron entrecerrando los ojos.
15:39—Por Dios, ni que se fuera a la guerra.
15:43murmuró Mendizábal.
15:44Keine se dio la vuelta y lo fulminó con la mirada.
15:47—Un día, nos intercambiaremos los papeles, dijo solemne, y la sonrisa de Alain desapareció
15:52de su rostro.
15:53—Entonces ya veremos qué tal os sientan vuestros comentarios tranquilizadores.
15:58Otro grito desgarrador se escuchó en el interior del dormitorio y el rostro de Keine se tornó
16:02aún más pálido.
16:03—Oh, vamos.
16:05No te pongas así.
16:06—Un whisky.
16:08Anthony cogió a su amigo por los hombros y lo apartó de la puerta.
16:11—Quieras o no, esas viejas arpías tienen razón.
16:15Deja que tu valiente mujer se ocupe de ello y nosotros vamos a esperar tranquilamente
16:19en la biblioteca, estoy seguro de que a Caroline no le gustaría verte en este estado.
16:23La pondrías nerviosa.
16:24—Era probable, pensó Keine, pero el estado en que se encontró dos horas después fue
16:29mucho más lamentable.
16:31Se había bebido hasta casi perder el conocimiento.
16:34Alain y Mendizábal lo contemplaban apoyados en la repisa de la chimenea de mármol labrado,
16:39que presidía la gran biblioteca.
16:40—Dios bendito, espero no verme jamás en semejante estado de embriaguez por el mismo
16:45motivo que él, dijo Anthony a su amigo.
16:47—El de ser padre.
16:49—bromeó Alain.
16:50—No quieres a un crío con tus ojitos.
16:53Sin duda con una mujer como Caroline, pero creo que es única en su género y nuestro
16:57querido amigo se nos ha adelantado.
16:59Sonrió viéndolo dormir, desparramado sobre el sofá.
17:03Entonces se escuchó el llanto de un bebé sobre sus cabezas, en el piso superior, y
17:07los dos hombres entrechocaron sus copas.
17:09—Por el nuevo señor Black!
17:12exclamó Anthony.
17:13—¿Cómo sabes que es un niño?
17:15—Es un niño, seguro.
17:17—Sí, dijo Alain.
17:20Llora fuerte.
17:21Ambos miraron al padre, aún inconsciente.
17:24Deberíamos despertarlo.
17:26Cuando la suegra de Kane entró con el bebé en brazos para ver a su yerno, dio media vuelta
17:30horrorizada bajo las miradas burlonas de aquellos dos bribones.
17:33—¿Qué ha hecho?
17:35—Beber hasta la muerte.
17:37exclamó.
17:38Luego chasqueó la lengua enfadada y comenzó a caminar hacia la puerta antes de que los
17:41dos hombres empezaran a vociferar.
17:43—No se vaya.
17:45Enséñenos a nuestro sobrino.
17:46A regañadientes, la señora Bituart se giró y se acercó a ellos.
17:51Les enseñó la pequeña cabecita morena.
17:54Mientras miraba a su nieto, su rictus siempre severo se volvió tierno.
17:58Algo que sorprendió a aquellos dos hombres, que pensaban que era una mujer de hielo.
18:03Se acercaron a ella y, con cuidado, Anthony tocó la mantita para descubrir su carita.
18:08Era adorable.
18:09—Hola.
18:11Anthony alargó los brazos y Virginia se apartó.
18:13—¿No se ha bebido, mi Lord?
18:16El caballero la miró, fingiendo estar escandalizado.
18:18—Sólo una copita.
18:21Se quejó entre dientes, a lo que Alain rió en voz alta.
18:23—Tendremos que conformarnos con verlo sin tocar.
18:27Malhumorada por la pregunta del señor Garni la suegra posó los ojos en Keine, a quien
18:31fulminó con la mirada, pero éste no se inmutó, puesto que estaba demasiado ocupado durmiendo
18:36la mona sobre el sofá de la biblioteca.
18:38—Despertadlo, por amor de Dios.
18:42ordenó.
18:43Su hijo acaba de llegar al mundo.
18:45El tono de voz de Virginia hizo que el bebé se revolviera en sus brazos, y de inmediato
18:49la mujer se afanó en hacerle carantoñas, pero poco después volvió a mirar, inquisitiva,
18:54a Keine, que había dado un respingo, pero seguía inconsciente.
18:57—Sí, despertémoslo, deseo saber qué nombre le van a poner, dijo Anthony.
19:03—Quizás le pongan mi nombre, se burló Alain.
19:07Sonrió al pequeño bulto que dormía plácidamente entre los brazos de su abuela.
19:10—Su nombre, señor, no es apropiado para mi nieta, dijo, intentando ocultar su felicidad
19:16por haberlo sorprendido.
19:18Ambos hombres se miraron con una sonrisa aún más ancha.
19:20—Una niña!
19:22exclamaron, al unísono.
19:24—Pobre, dijo Brandon mirando a Keine.
19:28No dejará que se case hasta que le salgan canas.
19:30Los dos amigos rieron con ganas bajo la mirada reprobadora de la señora Bituart, quien,
19:35ofendida, se marchó demasiado pronto para el gusto de los caballeros, que querían seguir
19:39admirando a la recién nacida.
19:41Medio día después, Keine abría la puerta el dormitorio, con cuidado y lentitud, temeroso
19:47de ser una molestia.
19:48Se sentía avergonzado, y algo mareado a causa del alcohol.
19:52No iba a justificarse, pero el whisky fue lo único que le calmó los nervios.
19:57Había sentido tanto miedo.
19:59Pero cuando observó la tierna escena, su corazón se llenó de dicha, y todo quedó
20:03olvidado.
20:04Caroline, su bella y dulce esposa, estaba echada en la cama, con un bonito camisón
20:09blanco de hilo, y a su izquierda, el pequeño bultito que dormía boca arriba sobre el colchón.
20:15Era tan pequeñita, tan delicada y frágil.
20:17De subito, algo nació en el interior de Keine, un sentimiento de protección tan grande que
20:22supo que haría cualquier cosa, lo que fuera, para cuidar de esa preciosa niña.
20:26«Hola», dijo, aún junto a la puerta.
20:31Caroline reparó enseguida en su presencia y lo miró, emocionada.
20:35Keine pudo ver que, a pesar del cansancio, ella era tan feliz como él.
20:39Se acercó y su esposa le dedicó una radiante sonrisa.
20:42«Mira», le dijo, «mira qué hemos hecho».
20:46Con cuidado, convencido de que su hija era el mayor tesoro sobre la faz de la Tierra,
20:50acarició su cabecita.
20:52Él sonrió tímidamente mientras tocaba su delicada piel.
20:56Estaba calentita, y cuando la bebé notó su contacto, extendió las manitas y cogió
21:00con los delicados dedos uno de los suyos.
21:02En ese momento Keine pensó que le iba a estallar el corazón.
21:05«Has hecho un buen trabajo, mi amor», dijo, con la voz enronquecida por la emoción.
21:12Acercó a su hija con las mismas manos amorosas con las que acarició las mejillas a su esposa
21:15y la besó.
21:16«Cógela».
21:17Keine miró a Caroline con el miedo reflejado en el rostro.
21:20«Oh, no, todavía no.
21:24Resaca».
21:26Preguntó sonriendo.
21:27Él tuvo la decencia de sonrojarse.
21:29«Mi madre me relató con pelos y señales el espectáculo que diste este mediodía.
21:33Oh, cariño».
21:36Keine no tenía nada que decir, su comportamiento había sido del todo inadecuado, incluso para
21:40un bastardo irlandés.
21:43Caroline soltó una suave carcajada.
21:44«Lord Doherty y el señor Mendizábal tuvieron el detalle de venir a conocer a nuestra hija
21:49y contarme que muy amablemente estabas esperando a ponerte presentable para subir.
21:52Bueno, vaciló, estaba roncando en el sofá.
21:57Ella rió con fuerza, y la niña se revolvió.
22:00Su madre la acunó y le dio un beso en la frente, y pronto se calmó.
22:03«Lo sé», dijo.
22:05«Alain me contó que te habías puesto tan imposible que tuvieron que emborracharte a
22:09la base de whisky irlandés.
22:11Ya sabes, del barato que usas para las emergencias».
22:14La pena y la vergüenza invadían el rostro de Keine.
22:17«Siento no haber estado contigo.
22:19Mi madre no te lo hubiera permitido.
22:21No, ya puedo asegurarte que no».
22:24Los dos se miraron cómplices.
22:26«Gracias, Caroline», dijo, mirándola a los ojos y besándole dulcemente los labios.
22:32«Gracias por mi preciosa hija.
22:33Kathleen», dijo ella en un susurro, «pongámosle el nombre de tu madre».
22:40Él parpadeó para que las lágrimas que amenazaban con saltársele de los ojos no lo avergonzaran.
22:44Por primera vez en mucho tiempo sintió un terror frío que le subía por la espalda.
22:48Era feliz, feliz por primera vez en su vida.
22:51Y los monstruos de su cabeza estaban empezando a preguntar qué pasaría a continuación
22:55para que dejara de serlo.
22:57Se le cayó una lágrima.
22:59No podía permitir que nada malo sucediera.
23:01No podía perder a su esposa, ni a su hija, no podía perder lo que tanto amaba en esta
23:06vida.
23:07«Gracias, Caroline», volvió a decir, y se lo repetiría miles de veces, pues era
23:12una verdad absoluta, «gracias por nuestra pequeña Kathleen».
23:16Capítulo 25.
23:18Habían pasado dos meses desde que hubiese nacido su hermosa hija, Kathleen.
23:22Pero muchos más desde que la venganza contra su padre se quedara en manos de Brandon.
23:27Su amigo le había pedido tiempo, y tiempo le había dado, quizás demasiado para un
23:31hombre tan impaciente como Kane, pero, el tiempo pasaba rápido con su hija entre los
23:35brazos.
23:37Y el Tower estaba tan contento por su bebé que se permitió el lujo de ser generoso y
23:40dejar la venganza a un lado de momento.
23:42Ciertamente, casi se habría olvidado de todo ello si no hubiese sido por la llegada de
23:47Brandon, que había vuelto de un corto viaje a España.
23:50Sólo hacía dos días que había regresado y ahora estaba frente a él para darle sus
23:53felicitaciones.
23:54«Enhorabuena, Kane».
23:57Los dos hombres se observaron, como retándose en medio del despacho de Kane.
24:02«Gracias».
24:03Hubo un silencio solemne cuando se abrazaron.
24:07Cuando Brandon sintió el golpe de la mano abierta en su hombro, supo que la tregua ya
24:10había acabado.
24:11«¿Qué tan bien van tus asuntos con mi padre?».
24:14Se dio la vuelta y se cobijó detrás de su escritorio.
24:16«Con el nacimiento de tu hija, creía que habrías olvidado tu venganza.
24:21Katleen es un vivo retrato de mi madre».
24:24Hubo un incómodo silencio.
24:25«No me olvidaré de mi venganza.
24:28Aunque he de reconocer que esa dulzura está poniendo en peligro mi duro corazón de piedra».
24:32Brandon río.
24:34«Es lo que suele pasar con los bebés, que aletargan los sentidos.
24:38Pero dudo mucho que tu corazón se reblandezca.
24:41No te falta razón, Brandon».
24:43Como siempre.
24:45Su amigo asintió y se sentó frente a él sin pedir permiso alguno.
24:49Antes de decir nada, se metió la mano en el bolsillo interior de la chaqueta y sacó
24:52los pagares del conde, que se apresuró a blandir en el aire.
24:56Kane abrió los ojos, incrédulo.
24:58«¿Cómo demonios lo has conseguido tan rápido?».
25:01Los profundos ojos de Brandon parecían refulgir.
25:04«¿El qué?
25:06Arruinarlo nuevamente».
25:07Chasqueó la lengua.
25:08«Parece subestimar el ansia de un adicto al juego.
25:12Aún así, esa explicación me parece insuficiente.
25:15Sólo tuve que ponerle un cebo».
25:18Brandon se encogió de hombros, como si hubiese sido pan comido.
25:21«Una partida de póker».
25:24Kane sonrió como un lobo.
25:26Brandon asintió.
25:27«Tenía a los mejores jugadores en una mesa, no pudo resistirse.
25:32Lo mejor», dijo echando los pagares sobre la mesa, «es que no tuve que hacer trampas.
25:36Jamás he dudado de tu decencia».
25:39Se escuchó una carcajada, pues Brandon tenía un concepto muy diferente al resto del mundo
25:43de lo que era o no decente.
25:45Sabía que si el conde tenía algo de dinero en los bolsillos no podría resistirse a gastarlo
25:49en una apuesta que creyera segura.
25:51Póker con un par de nuevos ricos que habían fingido en nuestras mesas que apenas sabían
25:55jugar.
25:56Kane apretó el puño e hizo una mueca, burlón.
25:59«Por poco no siento algo de lástima por ese miserable.
26:02Ambos sabían que eso no ocurriría jamás.
26:05Así que ya lo tienes, está arruinado.
26:08El que es un jugador lo es siempre».
26:10Brandon se encogió de hombros.
26:12«En el caso de tu padre, así parece».
26:15Kane arrebató de las manos de Brandon los pagares y se acercó a la ventana para verlos
26:18mejor.
26:19«Puedo hacer por fin efectivos los pagares.
26:22Por eso mismo he venido».
26:24La sonrisa lobuna de Brandon se extendió, no dejando lugar a dudas de que era un hombre
26:29feliz.
26:30«Te los vendo por un módico precio, siempre que me sigas comprando los mejores licores,
26:34solo a mí.
26:35Dalow por hecho».
26:37Kane ni siquiera prestó atención a sus palabras, solo tenía ojos para esos papeles.
26:42De pronto parpadeó.
26:43«Puedo suponer que eres socio de ese negocio tan lucrativo.
26:47Jamás me dijiste».
26:49Brandon se carcajeó y en sus ojos Kane pudo ver un destello de un hombre feliz.
26:52«Barcos», dijo Brandon, «era una suculenta participación en el astillero.
26:58Voy a construir toda una flota a precio de coste.
27:01Te lo puedes creer».
27:03Kane puso los ojos en blanco.
27:04«Por el amor de Dios, ¿por qué no me sorprende lo más mínimo?
27:08¿Por qué sabes de mi amor por el mar?
27:11Y eso era una verdad como un templo».
27:13Puede que el padre de Brandon fuera un varón de tierra adentro, un terrateniente que había
27:17amasado una fortuna en las tierras del norte de Inglaterra, pero Brandon era un auténtico
27:21pirata.
27:22Tenía dos barcos y, aunque sus actividades eran legales, al menos en su mayoría, Kane
27:28sospechaba que su ambición jamás se había acabado con el Santa Ana y el Taur.
27:31«¿Qué harás con esos pagares?
27:34Reclamar el pago, pero antes, voy a avisar a todos los acreedores de mi padre, que no
27:39son pocos».
27:40«Oh, eres mezquino», se burló Brandon.
27:43«Reclamarán sus deudas de inmediato.
27:46Y esta misma semana podré visitar a mi padre en la cárcel».
27:49«Qué buen hijo».
27:51Ambos se mofaron de la suerte del conde.
27:53Y no sintieron el menor de los remordimientos.
27:56Una vez entregados los pagares, Brandon se levantó de la silla e hizo una inclinación
28:00de cabeza, más destinada a burlarse que a demostrar respeto, «Te dejo para que vuelvas
28:05a los brazos de tu encantadora esposa y puedas seguir adorando a tu hija.
28:08No te quedas a cenar.
28:10Lo invitó Kane.
28:11¿No conoces a Kathleen?
28:14Como te he dicho, tengo cosas que hacer.
28:17Pero mañana vendré con regalos para las damas de esta casa».
28:20Cuando Brandon se hubo marchado de la mansión, Kane se apresuró a abandonar su despacho
28:24e ir a ver a su esposa.
28:26Aquella mañana la visitaba el Dr.
28:28Symons y aún no habían salido de la habitación.
28:31Kane esperaba que ambas estuviesen bien de salud.
28:34Aunque todo indicaba que así sería, él no podía dejar de preocuparse.
28:38Mientras subía los peldaños que lo separaban de ellas, lo hacía de dos en dos.
28:42Estaba ansioso por reunirse de nuevo con su familia.
28:45Sí, la venganza contra su padre era importante para Kane, pero de un tiempo a esta parte
28:50su mente no se acababa de centrar en otra cosa que no fueran ellas.
28:54Mientras había querido tanto a alguien, y a veces le resultaba complicado centrarse
28:58en el trabajo, su cabeza y su corazón estaban siempre con sus dos personas favoritas, y
29:02todo lo demás, si bien no había desatendido sus obligaciones, había pasado a un segundo
29:07plano.
29:08Sí, ser padre le había cambiado la vida y la forma de ver las cosas.
29:12Lo que inmediatamente le llevó a preguntarse, ¿cómo era posible que el suyo hubiese sido
29:16tan malvado, tan irresponsable?
29:19Si antes lo odiaba por ello, y seguía haciéndolo, nunca había pensando en los motivos.
29:24No lo entendía, ahora que él había traído al mundo a una criatura tan indefensa, a
29:29la que amaba con todo su ser, no era capaz de entender tanta crueldad y dejadez, lo que
29:33lo llevó también a pensar por vez primera en su hermanastra, y en cómo era capaz ese
29:37maldito conde de no velar por ella y casarla con un anciano únicamente para saldar sus
29:41deudas de juego.
29:42Él jamás le haría eso a Katleen.
29:44Jamás.
29:46Al llegar al corredor donde se encontraban las habitaciones, empezó a aminorar el paso.
29:51Se paró frente a la puerta y solo cuando Kane escuchó al Dr.
29:53Saimans despedirse de Karoline después de sus exámenes, llamó suavemente a la puerta
29:58con los nudillos y entró sin esperar respuesta.
30:01Karoline irradiaba felicidad, brillaba de dicha, y de inmediato él se sintió contagiado
30:05por ella.
30:06Mary, la enfermera, sostenía a la niña en brazos.
30:09—Señor Kane, lo saludó el doctor, nada más verlo entrar, tanto su mujer como su
30:15hija están en perfecto estado.
30:17Vio a su esposa sonreír satisfecha y él le devolvió con una cálida sonrisa el mismo
30:21afecto.
30:22Vio cómo el médico cerraba el maletín sobre la cama y se volvía hacia la puerta.
30:26—Lo acompañaré, se apresuró a decir Kane extendiendo el brazo hacia la puerta.
30:31Karoline pareció estar a punto de decir algo, pero no lo hizo.
30:35Se volvió a la criada y le dijo que podía retirarse a la sala de juegos, que estaba
30:39en el otro extremo del pasillo.
30:41Cuando Kane y el doctor Saiman se iban a abrir la puerta, ella los detuvo.
30:44—Doctor, quisiera preguntarle.
30:48De pronto Karoline agachó la cabeza como si le interesara muchísimo el dibujo de la
30:51alfombra.
30:52—Bueno, han pasado dos meses y medio, cree que.
30:57Kane enarcó una ceja y casi suelta una carcajada al ver el rubor que cubría todo el cuerpo
31:00de su esposa, desde las mejillas sonrosadas, pasando por su cuello.
31:05Hasta las manos parecían levemente ruborizadas.
31:08El doctor comprendió el apuro de la mujer y sonrió con delicadeza.
31:12Al parecer había algunos matrimonios en Londres que no eran de pura conveniencia.
31:15—Sí, por supuesto, hace más de cuarenta días que ha tenido su hermosa niña, estoy
31:20seguro de que pueden volver a su vida marital, como de costumbre.
31:25Karoline no volvió a mirar al doctor Saimans hasta que éste hubo traspasado la puerta
31:28del pasillo.
31:30Kane seguía con esa expresión depredadora en el rostro, pero no se quedó, se volvió
31:34y acompañó al doctor a la puerta principal para expresarle su ferviente agradecimiento.
31:39Al volverse, arriba de la escalera lateral su esposa lo seguía mirando con una sonrisa
31:43picarona en el rostro.
31:45Llevaba una suave bata blanca y estaba descalza.
31:48Sus cabellos lucían sueltos y caían con gracia por sus delicados hombros.
31:52Una visión maravillosa y tentadora.
31:53Kane no esperó más.
31:56Subió los escalones de dos en dos hasta que pudo al fin tomarla entre sus brazos.
32:01La alzó en volandas, y ella sonrió encantada mientras colocaba las manos en su cuello
32:05y se dejaba llevar por el hombre al que amaba.
32:07Al llegar a la habitación, Kane cerró con una patada la puerta tras apresurarse a entrar
32:11a su mujer en brazos.
32:13La depositó en el suelo, pero ella no desató los brazos de su cuello.
32:18Karoline le besó los labios y saboreó su boca con la lengua, tal y como le gustaba
32:22a él, le tocó el torso y sintió la necesidad de besar su sensible piel, le quitó la chaqueta,
32:27el chaleco y la camisa, y finalmente se apretó contra su pecho desnudo mientras Kane dejaba
32:31deslizar la bata de su mujer a sus pies, descubriendo su nívea y delicada piel.
32:35—Eres una dulzura, le dijo, regresando a sus labios.
32:39Kane, pronunció su nombre mientras lo besaba con avidez.
32:44Él parecía un gato delante de un plato de nata.
32:47No podía dejar de sonreír con el festín que se iba a dar después de tanto tiempo.
32:51De pronto el llanto de la niña le hizo menear la cabeza.
32:53—¡Maldición!
32:55—Kane no lo dijo con ira, simplemente agachó la cabeza sobre el hombro de su esposa.
33:00Ella rió, aunque por la frustración que sentía, no sabía muy bien por qué.
33:04A decir verdad, ambos lo sabían perfectamente, el llanto de los bebés era el reclamo más
33:09efectivo, incluso para los amantes más apasionados.
33:12—Cariño, creo que nuestra pequeña pide su cena.
33:16Katleé emberreaba por su cena y desgraciadamente eso dejó a su esposo sin postre.
33:21Kane vio aún con los ojos encendidos cómo su mujer se apartaba de él.
33:26Kane retrocedió hasta la puerta que comunicaba las habitaciones de aquella a la de la casa.
33:30Se dirigió al cuarto de los niños hasta que vio aparecer a la doncella con su hija
33:33en brazos, llorando sin parar.
33:35—Tiene hambre, señora, anunció Mary.
33:39Caroline asintió.
33:40Se la llevó a la habitación y tiernamente la acunó sobre el pecho mientras se sentaba
33:44en un cómodo sillón orejero, justo enfrente de la cuna.
33:48Cuando Caroline se descubrió el pecho, una voz sensual la distrajo de lo que estaba haciendo.
33:53—Ahora mismo estoy muy celoso, dijo Kane mientras veía a su hija chupar ávidamente
33:57el pezón de su madre.
33:59Soltó una carcajada y eso hizo que Katleé enalzara los puños contra el pecho de ella
34:02para luego volver a relajarlos.
34:04Ella también parece un poco celosa de que quieras lo que es suyo.
34:07—Yo los vi primero, dijo su esposo, con una dulce sonrisa.
34:13CAPÍTULO 26
34:14En el interior del carruaje reinaba un silencio sepulcral.
34:17El rictus siempre severo de Virginia Bituart tenía la capacidad de poner a Kane los pelos
34:22de punta, pero peor era escuchar su estridente voz.
34:25Era algo que lo sacaba de quicio y le provocaba estallidos de intranquilidad, y eso que no
34:29era un hombre dado a la falta de control de las emociones.
34:31Caroline, consciente de que su madre y su esposo no se llevaban bien, decidió no decir
34:37nada, pero si apretó la mano de Kane y le dedicó una significativa mirada.
34:41Ya lo habían hablado en la intimidad, y aunque Virginia era una molestia para la joven pareja,
34:46y también a pesar de que no había sido jamás una madre cariñosa con ella, la mayor parte
34:50de las veces resultaba de gran ayuda con Kathleen, a quien adoraba y colmaba de caprichos.
34:55Podía lidiar con cientos de hombres borrachos, asesinos desalmados y demás maleantes de
34:59los bajos fondos, pero con las mujeres de su casa era otro cantar.
35:04Así que Kane asintió y consintió, y después regresó la mirada hacia la ventanilla.
35:07Mary, la doncella, también viajaba con ellos, sosteniendo a la bebé en brazos, que dormitaba
35:14ante el traqueteo del lujoso carruaje.
35:16También era cierto que la pequeña habría podido quedarse a su cuidado, entre los seguros
35:20muros de la Mansión Black, pero Caroline había insistido.
35:24No iba a separarse de su bebé, a menos que fuera estrictamente necesario.
35:28Kane no podía estar más de acuerdo.
35:30Sin embargo, Virginia había protestado enérgicamente, aunque eso no sorprendió a la joven pareja,
35:36pues tal pareciera que ese era el carácter habitual de la horonda dama.
35:40Cuando al fin llegaron a la zona de las tiendas, Kane tuvo que luchar contra el deseo de quedarse
35:44junto a su esposa y el de echar a correr lejos de su suegra.
35:48Descendió primero y tendió la mano a Caroline.
35:50«Sabes que no era necesario que nos acompañaras», dijo ella, consciente del mal humor de su
35:55esposo.
35:56«¿No te inquietes?», respondió, con una sonrisa.
35:59«Deseo que todo el mundo sepa que eres mi esposa, que tienes el crédito que tendría
36:04la reina de Inglaterra, así que dame el gusto».
36:07Ella lo miró con sus preciosos ojos verdes y Kane sintió la imperiosa necesidad de besarla,
36:12pero se contuvo cuando un carraspeo le hizo cerrar los ojos.
36:15Eso provocó la risita de su esposa.
36:17«¿Puede ayudarme a mí también a bajar, o al menos apartarse para que el cochero lo
36:21haga?».
36:22«Por supuesto», dijo Kane entre dientes, ofreciéndole la mano a su suegra.
36:27«Gracias».
36:28Pero, por el tono, no estaba nada agradecida.
36:32El orgullo de pasear por las calles más selectas de Londres del brazo de su esposa, mientras
36:36Mary portaba a la bebé en su elegante cochecito, no muy lejos de ambos, fue algo nuevo para
36:41Kane, algo que lo hizo inflarse de puro orgullo.
36:44Incluso se olvidó de su suegra, que no tenía ojos más que para la pequeña Kathleen.
36:49La gente los miraba a su paso, algunos caballeros lo saludaron disimuladamente, tocándose el
36:54ala del sombrero, y no pocas damas reprimieron su curiosidad y estiraron el cuello para ver
36:58a la dulzura envuelta en suaves encajes que había traído la felicidad a la casa del
37:02señor Black.
37:04Caroline estaba exultante.
37:05Feliz al pasear con su familia por Londres.
37:09Kane se sentía de igual forma, y estaba más que dispuesto a colmar todos los caprichos
37:13de su dulce esposa.
37:14Ella lucía maravillosa, más bella que nunca, con un precioso vestido azul celeste.
37:20Miraba con curiosidad y asombro las nuevas tiendas de la calle más exquisita de la ciudad,
37:24donde se exponían en los escaparates la última moda de París, algo atrevida a su parecer,
37:29pero que a Caroline la llenaba de fascinación.
37:31Casi había recuperado su esbelta figura, y según lo que le había dicho a Kane, aún
37:35le quedaban varias libras por perder, por lo que su esposo decidió que iba a renovar
37:39por completo su guardarropa.
37:41«Sigo pensando que es un derroche innecesario», dijo Caroline, dejando de mirar un impresionante
37:46vestido de gala azul, «el vestuario que tengo es exquisito, y algunas piezas solo necesitan
37:51un pequeño arreglo en la cintura, nada más.
37:54Un sencillo trabajo que cualquier modista por un módico precio estaría dispuesta a
37:58hacer».
37:59Kane la miró como si estuviese loca de remate.
38:01«Cualquier modista.
38:04Arreglos.
38:05Kane.
38:06¿Para qué sirve mi dinero si no lo puedo gastar en mis bienes más preciados?
38:10En eso no puedo estar más de acuerdo con tu esposo, querida», intervino Virginia,
38:14a lo que Kane no tuvo nada que objetar.
38:16Sin embargo, Caroline miró a su esposo, fingiendo estar molesta.
38:21«Así que no soy tu esposa, sino un bien preciado.
38:25Uno de los más preciados, pues el otro es nuestro pequeño tesoro, que dormita plácidamente
38:29en el cochecito más exclusivo del país.
38:32¿Y si no, por qué crees que todas las damas se detienen a su paso?
38:36¿Por qué es un bebé adorable?
38:38Eso también.
38:39Pero Kane, yo no necesito muchos lujos, y la bebé.
38:44Nuestra hija merece lo mejor, y lo mejor le será otorgado».
38:47Luego miró a su esposa, con los ojos entrecerrados, como si estuviese calculando algo que ella
38:52era incapaz de adivinar.
38:53«No te ha crecido la cabeza por el embarazo, y sigues necesitando sombreros nuevos, ¿no
38:58es así?
39:00Kane, Río Caroline, ¿tienes idea de lo absurdo que ha sonado eso?
39:04También necesitas zapatos, los que llevas te vienen grandes.
39:08En eso te doy completamente la razón, hace dos meses que se me desinflaron los pies.
39:13Alabado sea Dios.
39:15Pensé que tarde o temprano acabaría por transformarme en un elefante».
39:18Su esposo la miró con cariño.
39:20«¿Un elefante, sí, pero el más bello paquidermo que ha pisado la faz de la Tierra desde que
39:25el Altísimo se dignó a crearla?
39:27Ella puso los ojos en blanco, pero no reprimió después una carcajada.
39:31«¿Sabes una cosa?»
39:33empezó a decir, acariciando el antebrazo que sostenía su mano al andar.
39:37«Jamás pensé que acabaría casándome con el hombre más maravilloso de todo Londres.
39:42¿Estás segura, mi bella esposa?
39:44¿Por qué hay mucha gente que opina lo contrario?»
39:47Él enarcó una ceja y le echó una mirada más propia de un lobo que de un dulce gatito.
39:51Caroline se puso seria y asintió, convencida.
39:55«No sé cómo serás con los demás, pero ni yo ni nuestra Catleen podrían tener un
39:59mejor esposo y padre».
40:00En ese momento, llegaron a una exquisita tienda.
40:04Keine se detuvo y miró a su esposa, sonriente.
40:06«Necesitas complementos».
40:09Ella suspiró, pero finalmente entró en la boutique, seguida de Mary, que cogió a la
40:14bebé en brazos y dejó el cochecito en la entrada.
40:17Como no podía ser de otra forma, Virginia también lo siguió.
40:21Por supuesto Keine no podría quedarse toda la mañana con Caroline y su madre, solo pretendía
40:25hacerla sentir segura y que supiera que podía gastar todo lo que quisiera, sin preocuparse
40:29por el precio.
40:31En cada una de las tiendas que pararon, todos se deshicieron en halagos y reverencias con
40:35la esposa de Keine.
40:37Llegaron a una de las modistas de moda.
40:39Se había hecho famosa por la importación de telas exóticas y tener las más delicadas
40:42plumas para los sombreros de las damas.
40:45Cuando Keine vio los rollos de telas, obstaculizando el paso de cualquiera por la tienda, se dijo
40:50que ya había tenido suficiente.
40:51— Querida.
40:53Iba a hablar cuando una voz conocida lo llamó.
40:55— Keine.
40:58Antonia avanzó hasta quedar a su lado y golpearle el brazo.
41:00— Jamás pensé verte por aquí.
41:03Puede que no me acepten en Almax, pero tengo crédito en cualquier tienda de la ciudad.
41:07No lo dudo, se rió su amigo.
41:09— Estás muy bella, Caroline.
41:12Ante la familiaridad con que ese hombre se dirigió a su hija, la señora Bituart carraspeó.
41:17— Usted también, señora.
41:19— Gracias, Anthony.
41:21Virginia Bituart reprendió a su hija con la mirada, puede que fuera una mujer casada
41:26y que su esposo estuviera delante, pero ninguna dama decente podría tener en público la
41:30familiaridad con la que Caroline y Anthony se trataban.
41:32Agarró a su esposa del brazo y ésta miró a su madre desconcertada.
41:36Cuando miró a Keine en busca de ayuda, éste solo le guiñó un ojo.
41:40— Veo que tu suegra me adora.
41:42— Adora a todos mis amigos, sean nobles o no, se burló Keine.
41:47Sabía que Virginia no aprobaba que su hija se hubiera casado con un don nadie.
41:50Pero algo le pesaba a su esposa, y no creía que tuviera nada que ver con la desaprobación
41:55de su madre.
41:56Keine observó cómo Caroline entraba en la tienda de telas, de la mano de su madre,
42:00mientras Mary aguardaba con la bebé, que se había despertado.
42:04Cuando se quedó a solas con su amigo, su expresión cambió, captando toda la atención de Anthony.
42:09— ¿Qué ocurre?
42:11— frunció levemente el ceño.
42:13Keine desvió la mirada de la puerta del establecimiento hasta su amigo.
42:17— Debo pedirte un favor.
42:18— El que sea.
42:20Anthony se puso serio.
42:21— ¿De qué se trata?
42:23No era frecuente que Keine necesitara ayuda, y mucho menos un favor, pero fuera lo que
42:28fuera estaba dispuesto a ayudarlo.
42:30— Algo le pasa a mi mujer, dijo sin más.
42:33Habló en voz baja, observando a su alrededor y esperando que nadie reparara en ellos.
42:37Anthony no tenía idea de a qué se refería.
42:40Era evidente a ojos de la sociedad lo bien avenido que era aquel matrimonio.
42:44Que hubiese secretos entre ambos era algo que amendizaba al se le escapaba.
42:48— ¿Algo como qué?
42:49— preguntó, y Keine se encogió de hombros.
42:52— Quizás solo sea que está un poco deprimida después del parto, quizás.
42:57Meneó la cabeza, inseguro.
42:59— No lo sé.
43:01Pero he pensando que necesita relacionarse con más gente, quizás a una amiga si le
43:05podría contar sus problemas.
43:07Dudo que le interese contarle nada a su madre.
43:10Anthony sonrió.
43:11— Mi hermana viene a verme este fin de semana y al parecer piensa quedarse toda la temporada,
43:16sonrió Anthony.
43:17Ya sabes que creo que Jane habla demasiado, pero entretendrá a tu esposa.
43:21Keine respiró hondo, sintiéndose más aliviado de lo que esperaba.
43:25— Sí, te deberé una.
43:27Anthony puso el brazo sobre el hombro de su amigo.
43:30Por un momento me había asustado.
43:32Para su sorpresa, Keine no le devolvió la sonrisa.
43:36Y entonces supo que había algo más, pero no sería él quien se lo preguntase.
43:40No habría servido de mucho, teniendo en cuenta el hermetismo de su amigo y socio.
43:45— Espero sinceramente que eso la anime, de lo contrario, necesitaré más favores
43:50para averiguar qué le está pasando, dijo con ánimo sombrío.
43:53Anthony se concentró en su amigo.
43:55Tenía que ser grave para una confesión como aquella.
43:58— Si estás así, es porque tienes una idea de lo que puede estar pasando.
44:02Tienes toda mi atención.
44:04De momento, solo suposiciones sin fundamento.
44:08Pero deja que pasen los días.
44:10Ahora sí desvió la vista de la puerta del establecimiento y le sonrió sin demasiada
44:14convicción.
44:15— Esperemos que tu parlanchina hermana levante los ánimos de mi esposa.
44:19Anthony asintió.
44:20Iba a hacer un comentario sin importancia para mejorar el humor de su amigo, pero se
44:25quedó mirando a una joven debutante, acompañada de una mujer mucho más mayor.
44:29La mirada se desvió de la joven hacia Keine, y después regresó otra vez a la joven.
44:34— Suspicaz, Keine preguntó.
44:36— ¿Qué ocurre?
44:37— Anthony habló.
44:39— Es tu hermana.
44:40Keine regresó a casa demasiado callado como para que Caroline no se diera cuenta de que
44:45pasaba algo.
44:45Finalmente decidió acompañarlas de nuevo a la mansión, pero lo hizo porque no se sentía
44:50con ánimo de hacer otra cosa que estar con su familia.
44:53No podía quitarse de la cabeza la imagen de su hermana.
44:56Jamás la había visto antes, esa había sido la primera vez, y le sorprendió y al mismo
45:01tiempo se le estrechó el corazón al ver su rostro, de expresión triste.
45:05Siempre se la había imaginado caprichosa y altiva, y aunque esto último podría ser
45:09cierto, Keine tenía la capacidad de leer a las personas, y era probable que esa altivez
45:14se debiera o a una excesiva timidez o a la desdicha que la asolaba.
45:17Una vez más se prometió que sería el mejor padre que pudiera tener Kathleen.
45:21También su esposa lo preocupaba.
45:23Todo este tiempo ella se había esforzado por mostrarse alegre ante él, pero Keine
45:28la conocía bien.
45:29La observaba cuando ella pensaba que no lo hacía.
45:32En la frente se le formaban arrugas de preocupación y a veces le temblaban las manos.
45:36Algo le sucedía, y Keine no sabía qué hacer, cómo preguntarle, ni de qué forma ayudarla.
45:42—¿Qué te ocurre?
45:44—le preguntó Karoline, tras apoyar la cuchara en el borde del plato.
45:48—Has estado callado todo el día, y apenas has probado bocado.
45:51Se volvió hacia ella y le sonrió.
45:54Eso mismo le habría gustado preguntarle a ella, pero, de un tiempo a esta parte,
45:59Keine se lamentaba por haber perdido parte de la valentía que lo caracterizaba.
46:03Y eso se debía a que tenía miedo de que su esposa, de que ella hubiese dejado de
46:07amarlo, si es que eso había sucedido alguna vez.