• el año pasado
Audiolibro novela romantica
Transcripción
00:00Pamplinas.
00:01— Apenas media docena de vestidos, dijo la mujer como si tal cosa.
00:06Esa me parece una cifra escandalosa.
00:08Como única respuesta la mujer chasqueó la lengua y provocó la risa de Caroline.
00:12— Tiene que disfrutar estos últimos días, ya sabe que pronto tendrá que recluirse.
00:17El embarazo empieza a ser evidente y no es decoroso que la vean.
00:20— Sí, me temo que así es.
00:23Esa mañana Caroline se había puesto el abrigo más holgado que Kane le había regalado,
00:27como este no podía apreciarse aún la forma redondeada de su vientre en expansión.
00:31Pero no tardaría en ser difícil de disimular.
00:34De pronto su humor pareció entristecerse y, antes de continuar el trecho que la separaba
00:38del que era ahora su hogar, vio a su derecha el majestuoso parque verde y lleno de parejas
00:42con carabina que estaba al cruzar la calle.
00:45— Echaré de menos salir al parque, se lamentó, haciendo un puchero.
00:49La señora Salaman pareció comprenderla y apiadarse de ella.
00:53— Oh, mi niña, no se aflija.
00:56La casa tiene un invernadero que nada tiene que envidiar al jardín de un rey.
00:59Y su esposo la complacerá en todos los caprichos que desee.
01:03Eso era cierto, a veces se sentía azorada por la generosidad de Kane.
01:08Al pensar en su esposo las comisuras de sus labios subieron hacia arriba sin poder ni
01:11querer evitar la sonrisa que aparecía cada vez que evocaba su imagen.
01:15Su esposo había sido mucho mejor hombre de lo que ella podría haber soñado.
01:19Se sentía feliz, y dichosa, por primera vez desde que era una niña.
01:24Al fin parecía que su vida cobraba sentido.
01:26— Quiere dar un último paseo por el parque.
01:29— Le ofreció la señora Salaman, comprensiva.
01:32Ella respiró hondo.
01:33— Un paseo no, pero quizás sentarme un ratito en ese banco.
01:38Con los pies doloridos, deseaba más poder ver el espacio al aire libre frente a su hogar
01:42que pasear por él.
01:44Desea que la acompañe.
01:45— No será necesario, dijo Caroline.
01:48Está frente a la casa, puede verme desde la ventana.
01:52— Le diré que sí, porque quiero sacar su nuevo vestido azul.
01:55El señor va a quedarse embobado si se lo pone esta noche para la cena.
01:59Los ojos de la mujer brillaban de entusiasmo.
02:01A Caroline le pareció que la señora Salaman la trataba con más cariño que su propia
02:05madre.
02:06Suspiró al pensar que ni siquiera se había dignado a aparecer.
02:10Aunque no la echaba de menos, pues jamás había sido una madre cariñosa, si lamentaba
02:14que no mostrase el más mínimo interés por el niño que venía en camino.
02:18Al fin y al cabo, era su nieto, y un ser inocente y puro, que merecía todo el amor
02:23que una abuela podía darle.
02:24— Vaya, señora Salaman, dijo sin que se le notara el deje de desilusión al pensar
02:29en su madre.
02:30— Enseguida voy.
02:32La mujer asintió y subió las escaleras con el lacayo detrás de ella, cargando las sombrereras
02:36y los dos vestidos que la señora Salaman había insistido en llevarse de inmediato
02:40de la tienda.
02:41Caroline miró a izquierda y derecha para asegurarse de que ningún carruaje estuviera
02:45demasiado cerca para poder cruzar con seguridad.
02:48Ya al otro lado de la calle, escuchó el rumor de las conversaciones, el relincho de un caballo
02:52y las risas de una joven a la que su madre seguidamente regañó por llamar la atención
02:56con su alegría.
02:57Sin embargo, eso la hizo sonreír.
03:00Pronto ella sería madre, no sabía si de un varón o una fémina, pero pasearía con
03:04su bebé en ese mismo lugar, y tal vez también lo regañaría, aunque ella esperaba que no
03:09fuese así.
03:10Alzó el rostro hacia el cielo y el sol que se colaba entre las ramas aún semidesnudas
03:14le calentó la cara.
03:16Miró con los ojos cerrados y visualizó el rostro de su esposo.
03:19Sospechó que Keine la regañaría al darse cuenta de que había decidido quedarse sola
03:23en el parque.
03:24Bien, no estaría demasiado tiempo, solo se sentaría unos minutos bajo el sol de primavera
03:29y regresaría a casa.
03:31Pensó en que el crápula que había creído era su marido no tenía nada que ver con el
03:34hombre que la colmaba de atenciones.
03:37Aunque por algún extraño motivo hacía algunas semanas que estaba, lo sentía receloso.
03:42Quizás solo fueran imaginaciones suyas, pero últimamente su sonrisa no llenaba sus ojos,
03:46y Karoline pensó que quizás se estaba arrepintiendo de haberse casado con ella.
03:50No, no es posible, susurró, recordando las flores silvestres que cada mañana adornaban
03:55su habitación.
03:56Keine Black era un hombre muy ocupado, y seguramente el Club de Caballeros últimamente le estaría
04:01dando algunos quebraderos de cabeza.
04:04Después de suspirar y pasarse cinco minutos soñando con el rostro de Keine, su cara se
04:08transmudó al ver a un hombre observándola con detenimiento, justo frente a ella.
04:13El hombre la saludó con una voz que había pensando no volvería a escuchar jamás.
04:16Robert.
04:17Ahogó un grito al pronunciar su nombre.
04:20Se había quedado helada, y casi se olvidó de respirar.
04:24Acto seguido se llevó la mano al vientre como si quisiera proteger al bebé.
04:28Robert la observaba con una mirada depredadora, aunque muy distinta a la de su esposo.
04:33Los ojos de ese hombre contenían crueldad.
04:35Roberto vio acercarse un paso más y Caroline sintió crecer dentro de ella la incomodidad.
04:40Miró sobre su hombro, hacia la casa, inquieta.
04:44Tenía que irse, volver junto a su marido, pero antes de poder levantarse, Robert pareció
04:48ocupar todo su espacio.
04:49—No he podido menos que fijarme en qué ha salido de ese burdel, Palomita.
04:55Caroline palideció.
04:56—No es un burdel.
04:58—exclamó, ofendida.
04:59—No trates de fingir.
05:02Se meneó la cabeza divertido ante el azoramiento de Caroline.
05:05Aunque muchos rumorean que Kane el bastardo se ha reformado.
05:08Que ha comprado una hermosa propiedad para su meretriz.
05:11Caroline, lejos de sentirse ofendida, apretó los puños y se encaró a ese hombre, quien
05:17no tenía el más mínimo derecho a faltarle al respeto ni a ella ni a su esposo, pues
05:21no había nadie más patán y traidor que él.
05:23—Mi marido no es un bastardo y nunca permitiría tal cosa, lo defendió, a ultranza, sin saber
05:29de dónde estaba sacando tanto valor.
05:31Fue en ese momento que la expresión de Robert cambió.
05:35Palideció ante aquella información.
05:36—Tu marido.
05:38Su voz denotaba incredulidad y por unos instantes ella se dijo que hasta temor.
05:42Como queriendo hacer alarde de un valor que no sentía, Robert se rió falsamente.
05:46—Entonces, eres la envidia de muchas mujeres, Palomita.
05:51No vuelvas a llamarme así, advirtió.
05:54Robert la ignoró.
05:55—Kane es famoso, no por su buena posición social, querida, más bien por eso que tiene
06:00entre las piernas y que vuelve locas a las zorras que calientan su cama.
06:04Eso sí ofendió a Caroline hasta lo indecible y se le tiñó de escarlata la suave piel
06:08del rostro.
06:09Y pensar que una vez había contemplado casarse con ese rufián.
06:12¡Qué suerte había tenido al descubrir su auténtico rostro para no cometer el mayor
06:16error de su vida!
06:18Se levantó furiosa, pero Robert no se apartó de dónde estaba.
06:21—Mientes.
06:22No lo hago, y permíteme agregar que sí es un bastardo.
06:27levantó una sonora carcajada ante su mirada llena de indignación.
06:29—¿Cómo te atreves?
06:32Ella levantó la mirada hacia sus fríos ojos y dio media vuelta para alejarse y volver junto
06:36a Kane.
06:37—¡No te vayas todavía!
06:39La voz de Robert sonaba muy dulce en su oído cuando la agarró del brazo, fingiendo ante
06:43los ojos de los curiosos que la ayudaba a cruzar la calle.
06:45—Vamos, Caroline, yo también puedo pagarte la miseria que él te paga para abrirte de
06:50piernas.
06:51¿Sabes qué me gustas?
06:53Siempre ha sido así.
06:55De pronto la miró de arriba abajo y pasó la lengua sobre los labios, humedeciéndolos.
07:00Después rió con descaro al posar la mirada en el vientre donde Caroline tenía las manos.
07:04—Aunque a lo lejos se nota que alguien se me ha adelantado.
07:07Caroline se dio la vuelta, para mirarlo con los ojos entrecerrados.
07:11Luego negó con la cabeza y lo miró con todo el desprecio que sentía.
07:14—¿Cómo pude estar tan equivocada con respecto a ti?
07:18Su voz apenas era un graznido cuando se soltó del agarre de Robert y empezó a correr.
07:23Ella se daba cuenta de lo equivocada que había estado.
07:25El bastardo era Robert, no su marido.
07:28Kane sonrió al ver acercarse a su mujer a la entrada de la casa, pero después se fijó
07:32que estaba sola y alterada, y la sonrisa se esfumó de su rostro.
07:36Algo le había sucedido a su esposa, y fuera quien fuese el culpable, las pagaría, se
07:41dijo Kane.
07:43Si alguien hubiese estado presente, con total seguridad se habría encogido de puro miedo,
07:47pues en aquellos momentos su rostro revelaba la cólera.
07:50Enseguida dejó los libros de contabilidad y se precipitó hacia el recibidor para acudir
07:54a su encuentro.
07:56Aún desde lo alto de la escalera la vio entrar y quitarse el abrigo en la entrada de la casa,
08:00con gesto ausente.
08:01Kane frunció el ceño y empezó a descender los peldaños.
08:04—Buenos días, Caroline, la saludó, con el tono de voz más suave que pudo entonar
08:09su voz, y solo Dios supo que le costó horrores.
08:12—¿Qué tal las compras?
08:15Ella se dio la vuelta y al verlo avanzó un paso rápido hacia él.
08:18Era su esposo de repente había calmado sus nervios.
08:20—Me enco.
08:23De pronto detuvo la frase y tragó saliva.
08:25Él la miró impaciente.
08:26—Sí.
08:28Es que me he encontrado.
08:30Su voz sonaba sesgada, con un viejo conocido.
08:32—Está mintiendo, pensó Kane.
08:36Y ha sido un encuentro agradable.
08:38Mientras le hablaba con una fingida sonrisa que tenía la única intención de calmarla,
08:42la tomó del brazo y la llevó a su despacho, donde estarían a solas, y allí podría contarle
08:46lo que la preocupaba.
08:47—¿Quieres que mande a preparar un té?
08:51Ella meneó la cabeza en señal de negación.
08:53Después de entrar en el barroco despacho de Kane, Caroline se sentó en una silla cercana
08:57al escritorio.
08:59Se sentía aliviada de estar a resguardo en aquella casa, al fin junto a su esposo, que
09:03la protegía.
09:05Pero los nervios seguían en su corazón, que no dejaba de latir desbocado.
09:09Debía decirle a quién se había encontrado.
09:11A su antiguo prometido.
09:14Sabía que eso no sentaría demasiado bien a su esposo, más bien todo lo contrario,
09:18y ella estaba demasiado nerviosa como para hacerlo.
09:21El corazón le latió aún más fuerte cuando supo que no le quedaba otra que mentirle,
09:25para que no se preocupase.
09:26—Me han dicho, ese no parecía ser un mejor asunto, pero estaba tan inquieta que no sabía
09:31ni qué decía, ¿qué eres?
09:34Kane frunció más el ceño y se sentó sobre el escritorio con una pierna balanceándose
09:38y las manos sobre la rodilla.
09:40Ella miraba fijamente a la cara esperando a que continuara, y con su expresión le dejaba
09:44claro que no tenía paciencia.
09:46Eso aún la alteró más.
09:47—Me han dicho que eres el bastardo de...
09:50Kane enarcó una ceja, la miró durante un rato para luego soltar una profunda carcajada.
09:55Ella abrió mucho los ojos y lo miró hasta que él dejó de reír.
09:58—Vaya, querida, me gustaría saber el nombre de ese hombre o mujer, porque te aseguro que
10:03no tengo el placer de encontrarme con alguien tan valiente muy a menudo.
10:07Ella al fin pudo parpadear.
10:09—¿A qué te refieres?
10:10¿A que no suelen llamármelo a la cara, cariño, como tampoco espero que se lo digan a mi mujer,
10:16aunque sea cierto?
10:18Caroline tragó saliva.
10:20Había esperado que fuese una mentira de Robert para martirizarla, ahora se daba cuenta de
10:24que no era así.
10:25—Entonces, es cierto.
10:27Eres el hijo ilegítimo de...
10:29Empezó a preguntar ella con un hilo de voz.
10:32Su esposo la interrumpió.
10:33—Del conde de Kilmorey.
10:36Descubrió una sombra de algo que ella no supo identificar cruzando los ojos de Kane,
10:39pero solo por un momento.
10:40—Sí.
10:42Por eso me regalaron el apellido Thornton, para que pudiera lucirlo frente a Verónats,
10:47aristócratas, gente hipócrita que da más valor a un apellido que al propio hombre.
10:52Caroline abrió los ojos desmesuradamente.
10:53De pronto, se sintió culpable.
10:56—Así me ves.
10:58Kane cerró la boca y apartó la mirada.
11:00—No, discúlpame.
11:03No debí hablarte así.
11:05Se bajó la mirada.
11:06—Se a qué te refieres y no te falta razón.
11:09Pero yo no te veo así.
11:11No me importa el apellido que tengas.
11:12—Vaya, eso era toda una sorpresa.
11:15Gracias.
11:17Con que tu madre esté encantada ya me parece más que suficiente.
11:21Ella hizo una mueca.
11:22Era cierto, a su madre no iba a gustarle nada en absoluto.
11:26Pero ella no iba a ser quien se lo dijera.
11:29No se lo diré a mi madre.
11:31Haces bien, suficiente tiene con aceptar a un irlandés en su familia.
11:35—Aunque a mí no me importa, dijo como si realmente fuera así.
11:39Pero por el modo de apartar la mirada, Caroline se dio cuenta de que no era más que una máscara.
11:44Kane por su parte no creyó que no le importara, si lo hiciera no estaría tan alterada.
11:49No podía pasar por alto la forma en que se retorcía la falda del vestido entre los dedos.
11:53Eso lo entristeció.
11:54Pero, aunque la noticia lo impactó, no estaba realmente ansioso, ella en cambio sí parecía
12:00estarlo.
12:02No parecía que le costaba respirar.
12:04Lo que Kane no sabía era que la ira que le corría por las venas a su esposa era porque
12:07Robert la había tratado como una prostituta, y a su marido como a un bastardo.
12:12Le habría gustado que Kane le confirmara que no era cierto, porque no quería darle
12:16el gusto a Robert de que lo fuera, pero una vez más había perdido.
12:20Ese petímetro tenía razón, Kane era bastardo.
12:23Aunque tenía que preguntarse más bien si a ella le importaba, y en esos momentos se
12:27respondió que no.
12:29Aún así, sintió lástima por él.
12:31Kane no tenía la culpa de haber nacido bajo ese estigma.
12:34Y ahora.
12:35No sé por dónde empezar, dijo Kane.
12:38¿Vas a contarme primero por qué has salido sola?
12:41¿O empezarás por decirme quién te ha importunado llamándome bastardo?
12:45Ella palideció.
12:46No, no iba a hablarle de Robert.
12:49Intentó salir del paso.
12:50Yo, no quería molestarte, sé que estás ocupado.
12:55Se enorgulleció de haberlo dicho sin tartamudear.
12:58Ayer vinieron tus amigos y te dijeron que debías ponerte al día con las cuentas y
13:02nada es más importante que tú, insistió su esposo.
13:06Y cuando Caroline alzó la vista y se encontró con sus ojos mirándola de aquella forma en
13:09que solía hacerlo, supo que no estaba mintiendo.
13:13Y se sintió tremendamente culpable.
13:14Yo, ha sido un paseo corto.
13:18Suficientemente corto como para encontrarte con alguien que te ha dicho que tu marido
13:21es un maldito bastardo.
13:23No lo digas así.
13:25Llegó saliva, deseando salir de una vez por todas de semejante embrollo.
13:29Ha sido solo un comentario.
13:31No la creía ni por un instante.
13:32Vaya, qué clase de personas conoces que hagan esos comentarios en un paseo corto.
13:38Dime quién te ha dicho eso.
13:40Y ya no era una pregunta, aunque fingiera estar más que relajado.
13:44No lo conozco, mintió, y por la forma en que apartó la mirada y la clavó en el suelo,
13:49Keine lo supo.
13:50Él volvió a enarcar una ceja y el movimiento repetitivo que se estaba convirtiendo ya en
13:54una costumbre para sus ojos la hizo sonreír.
13:57Aunque fue una sonrisa nerviosa, que él tampoco pasó por alto.
14:01«No tiene importancia», volvió a decir Caroline, «además, no me importa, es que parecía querer
14:06ofenderte».
14:08Entonces Keine apretó los puños de manera imperceptible, aunque su expresión seguía
14:12siendo la misma.
14:13«¿Por qué te llaman Black?»
14:16Preguntó ella intentando cambiar de tema.
14:17«Eso carece ahora de importancia.
14:20Vi que en el registro firmabas con el apellido de Thornton.
14:25Me gustaría saberlo», insistió ella.
14:27«¿Crees que cambiándome de tema harás que me olvide del asunto?
14:30Un truco muy manido, que me habría pillado desprevenido una única vez, pero ya no.
14:35Aún así, quiero saberlo».
14:37Ella también era una cabezota, por si aún no se había dado cuenta su esposo.
14:41«Como a la mayoría, mi cielo».
14:45Keine no iba a añadir nada más.
14:47Caroline se percató de ello cuando le dio la espalda para sentarse al otro lado del
14:50escritorio.
14:52Sus ojos se encontraron al hacerlo.
14:54Con manos rápidas volvió a abrir los libros de contabilidad.
14:57«¿Deseas algo más?»
14:59Ella meneó la cabeza.
15:00«Discúlpame, siento haberte molestado».
15:03«Tú jamás me molestas», dijo él muy serio.
15:06«Si me necesitas me gustaría que acudieras a mí y no.
15:10A tu madre o a cualquiera que te escriba cartas», quiso decirle, pero se mordió la
15:14lengua.
15:15«Que pases un buen día, querida».
15:18Caroline no dijo nada, pero desapareció por la puerta del estudio antes de que él pudiera
15:22molestarse con su mera presencia.
15:25Capítulo 20
15:26Keine era un bastardo.
15:28Un bastardo orgulloso de serlo y el más rico de todo Londres, pero bastardo, al fin y al
15:33cabo.
15:34Ese hecho era más que conocido por la alta sociedad, y por supuesto por el servicio,
15:38y si ella no hubiera vivido en una vitrina de cristal, protegida primero por su padre
15:42y después encerrada por su tío, quizás lo habría sabido.
15:46Pero sólo era una pueblerina, pensó herida, mientras su doncella, Charlotte, le peinaba
15:51el pelo frente al tocador al tiempo que no dejaba de parlotear.
15:55Keine no lo había mencionado ni antes ni después de la boda, suponiendo que, si ella
15:59no lo sabía, tarde o temprano se enteraría.
16:02Su linaje era de sobra conocido, pero nadie se atrevía a revelar cuál era el verdadero
16:06nombre del padre, un hombre con demasiado poder y mal carácter.
16:10El conde había abusado de su pobre doncella, que atendía a su mujer.
16:14Puesta que la condesa al enterarse de aquel acto no culpó a su marido, que era un hombre,
16:19sino que arremetió contra la belleza que trabajaba en su casa.
16:22La madre de Keine no tuvo suerte en la vida, o eso es lo que la joven doncella que había
16:26puesto para ella la señora Saalaman le contaba.
16:29Se veía a años luz que su doncella era nueva en el oficio, carecía de refinamiento y hablaba
16:33sin parar.
16:35Caroline debía admitir que le hacían mucha gracia sus ocurrencias, pero prestaba especial
16:39atención a todas las palabras referentes a su marido que soltaba sin parar.
16:43El pobre patrón no tuvo una infancia feliz, y su pobre madre, gracias a Charlotte, supo
16:48que la madre de Keine se llamaba Katleen O'Brien, entre otras cosas.
16:53Fue echada a la calle sin referencias y con un hijo bastardo en el vientre.
16:56En lugar de hacer la calle había ido a parar a manos de un centro para mujeres sin hogar.
17:01Según parece aquello es peor que hacer la calle, señora, le dijo Charlotte mientras
17:05le recogía el cabello sin demasiada maña.
17:08Esa casa de socorro estaba regentada por la señora Bain, una vieja hurraca que la obligó
17:12a cortarse sus preciosos cabellos color ébano, a darse baños de agua helada para calmar
17:16su lujuria inexistente y a fregar los suelos hasta que le sangraban las rodillas.
17:20Keine había nacido en ese lugar horrible, pero como no se permitían críos, pronto
17:25se le buscó otro lugar.
17:27El hermano de la señora Bain se apiadó de él y después de tres años de lactancia
17:30lo separaron de Katleen, quien enfermó de pena.
17:33¿No le parece una monstruosidad, señora?
17:37Caroline tragó saliva y pensó en ese pobre niño que debía de haber sido su marido.
17:41No se volvieron a ver.
17:42Quiso saber con el corazón en un puño.
17:45Tal parece que sí, puesto que el señor Keine parece tener en muy alta estima el recuerdo
17:49de su difunta madre.
17:51Sin hacer demasiado caso a su señora, Charlotte siguió parloteando sobre su patrón como
17:55si hablara del cochero.
17:56Keine se crió en la calle, a los cinco años era un experto ladrón a quien todos los niños
18:01a cargo del gran tío Bernard Bain admiraban por los grandes botines de carteras, joyas
18:05y relojes de bolsillo que había conseguido para el gran tío.
18:08Lo obligaba a robar.
18:11La doncella bajó las pestañas y la miró a través del espejo mientras seguía peinándola.
18:15De gracias de que era varón, a las niñas les hacen cosas mucho peores, señorita.
18:20Charlotte.
18:21Caroline se sentía horrorizada, pero su doncella simplemente se encogió de hombros.
18:26Sin poder evitarlo Caroline se llevó una mano al cuello para tragar saliva.
18:30Cuando tuvo seis años recibió su primera paliza, no es que Bernard no se las diera
18:34con anterioridad, pero aquella no procedía del gran tío, sino de los guardias que lo
18:38apresaron por carterista.
18:40A cada palabra de Charlotte, Caroline agrandaba más los ojos no dando crédito a sus palabras.
18:46Pobre Keine.
18:47Después de una fugaz estancia en la cárcel, de la que consiguió escaparse, volvió a
18:51las andadas, siguió relatando Charlotte.
18:54El gran tío Bernard lo cogió de nuevo bajo su ala, había perdido muchas ganancias desde
18:58que el pilluelo no robaba para él.
19:01Pero ese también duró poco.
19:03Cuando a los diez años volvieron a cogerlo, las cosas no pintaron tan bien.
19:07Esa vez su estancia entre rejas superó los diez meses y cuando finalmente consiguió
19:11escapar de nuevo, Keine se dijo que no cometería ese error tres veces.
19:16Entonces fue que tuvo su primer golpe de suerte.
19:19Conoció al gran Jack.
19:20Caroline no se atrevía a preguntar quién era el gran Jack, ni siquiera se atrevía
19:24a respirar, no fuese que la doncella acabara el relato percatándose de la grave falta
19:28de respeto que era hablar así de su señor.
19:30El señor Jack.
19:32Suspiró Charlotte como si lo conociera.
19:34Keine, digo, el señor Black.
19:37Joder.
19:38Perdón, señorita.
19:41Charlotte abrió la boca por la sorpresa, se preguntó de dónde habría salido esa muchacha
19:45tan mal hablada, pero no quería interrumpir su relato.
19:48Como decía, el señor Thornton pasó a trabajar para Jack, cuya apariencia intimidó tanto
19:53a Keine que lo veneró como un dios durante su infancia y adolescencia.
19:56Oh.
19:58Lo he llamado por el nombre de Pila, ¿verdad?
20:01Cuando se lo diga a la señora Salaman, me regañará.
20:03No te preocupes, Charlotte, continúa.
20:08El gran Jack era un gran capitán de barco.
20:10Era el capitán.
20:12Cuando intentó robarle la cartera porque tenía hambre, Jack simplemente le agarró
20:15con fuerza la muñeca hasta que él dejó de forcejear sabiendo que jamás podría librarse
20:19de semejante fuerza.
20:21Entonces Keine dijo algo que recordaría toda su vida.
20:24¿Quieres hacer algo de provecho, mocoso?
20:28Charlotte imitó una voz masculina.
20:30Sin mediar palabra, Keine asintió.
20:32A la mañana siguiente estaba enrolado en el barco del Capitán Jack rumbo a Jamaica.
20:37Una vez más Charlotte tenía razón en su relato, y es que, aunque había serias sombras,
20:42la vida de Jack era de sobra conocida por todos aquellos que estaban a su lado.
20:46Las aguas del Caribe eran poco más que un nido infestado de piratas.
20:50Pero qué piratas.
20:51El Capitán Jack era el mejor de ellos.
20:54Aunque no destacaba por su crueldad como otros, Jack era diferente, con sus profundos ojos
20:58azules y sus dientes perfectos, le gustaba ir de aquí para allá burlándose de la tripulación
21:03de los barcos que asaltaba más que hacer de ellos pastos para peces.
21:07El Capitán Jack era severo, sólo así conseguía que los hombres mantuvieran la disciplina,
21:11pero todos lo admiraban, y más que ninguno, Keine.
21:15Fueron los únicos años felices de su infancia, y en eso había colaborado Brandon, el hijo
21:19bastardo del Capitán Jack.
21:22Brandon quería a Keine como un hermano, y Keine se propuso hacer lo mismo.
21:26La cosa resultaba difícil, pues en esos años Brandon le sacaba casi una cabeza a
21:30Keine y hacer que le sangrara la nariz no era una agradable forma de demostrarle su
21:33afecto.
21:35Aunque cuando Keine conseguía hacer lo mismo la cosa se igualaba, hasta que Brandon volvía
21:39a coger ventaja.
21:41Cuando el Capitán Jack se casó se acabó la diversión y se convirtió en un comerciante
21:44respetado.
21:46Brandon no se resignó a vivir sin surcar los mares, y aunque Keine sabía que echaría
21:50de menos a aquellos que habían sido como un padre para él, decidió regresar a Londres.
21:55Había de veinte años y tenía grandes planes.
21:57Y amasó una fortuna, dijo Caroline.
22:00¿Pero cómo?
22:02Este peinado ya está, señora, dijo Charlotte, y debió de entender que había hablado demasiado,
22:08pues sus pasos se precipitaron a abandonar la estancia.
22:11Caroline quedó impactada por todo lo que la doncella le había relatado, no podía
22:14menos que compadecer al hombre con el cual se había casado.
22:18No había sido feliz, su infancia fue un infierno y el único cariño que había recibido fue
22:22el de una madre moribunda de la que lo separaron salvajemente.
22:25Algo nació en su interior en el mismo momento que pensó que Keine sólo era un hombre,
22:29no el ser intocable que ella había creído que era.
22:32Cuando Charlotte se hubo marchado, se metió en la cama y esperó a su esposo.
22:37Pero aquella noche él no acudió, y Caroline se pasó la noche pensando en todo lo que
22:40había descubierto sobre él.
22:43CAPÍTULO 21
22:44A la mañana siguiente, en el desayuno, Caroline le sonreía tímidamente cuando lo cazaba observándole
22:50la boca.
22:51Con gusto la habría devorado.
22:53Con el mismo deleite con que su esposa se comía una torta de fresas.
22:57Keine lamentó no haberla visitado la pasada noche, pero había llegado muy tarde del club
23:01y, tras asomarse a su habitación y comprobar que dormía tan apaciblemente, no había querido
23:06molestarla.
23:07Había estado pensando en la conversación que mantuvieron el día anterior, en su despacho,
23:12y en esos momentos no paraba de escudriñar su rostro en busca de cualquier contrariedad.
23:16Le molestaría que él fuese un bastardo.
23:19¿Acaso había cambiado su actitud desde que hablaron de ello?
23:22Tal parecía que no, pues Caroline estaba más que centrada en el desayuno.
23:26Tenía que reconocer que verla comer era un placer.
23:28«Dicen que las embarazadas tienen antojos», dijo Caroline, sirviéndole más jugo, como
23:34si le correspondiera a ella y no al sirviente que acababa de despachar para quedarse a solas,
23:38que es muy frecuente que sientan deseos de las cosas más extrañas.
23:42Ella lo miró fijamente y Keine reconoció enseguida que estaba pensando, en pastelillos
23:46de crema y besos.
23:48Es cierto que si no se satisfacen esos deseos el niño puede nacer con marcas rojas en la
23:52piel.
23:53Le preguntó, de pronto parecía inquieta.
23:56Una vez vi un hombre que tenía una marca en forma de elefante en la espalda.
24:00Caroline dejó caer el tenedor y lo miró horrorizada.
24:03Keine soltó una sonora carcajada.
24:05«¿Me estás tomando el pelo?»
24:07No, querida, río divertido, es cierto, pero dudo mucho que fuera de un antojo, sin duda
24:13su madre no deseaba comerse un elefante.
24:16Espero que no.
24:17Pero si a ti te apeteciera.
24:19Bajó el tono de voz y se inclinó sobre ella para besarle el cuello, «Yo podría traerte
24:23cualquier cosa que me pidieras».
24:25La miró con intensidad y Caroline sintió como el corazón le dejaba de latir por un
24:29segundo.
24:30«Hay algo que desees, esposa».
24:33No fue qué dijo, sino la manera de decirlo.
24:36Miró sus labios carnosos y jadeó involuntariamente.
24:38«Besos», susurró sin pensar.
24:42Él agrandó los ojos.
24:43«Besos».
24:45No sonrió.
24:47Se levantó tumbando la silla al suelo y la cogió por el codo.
24:50Antes siquiera de saber qué estaba pasando, Caroline estaba de pie, apoyada en la gran
24:54mesa de roble, entre sus brazos, obteniendo lo que más deseaba, los labios de ese hombre.
24:59«Oh, dulzura, no sabes lo feliz que me haces».
25:03La besó profundamente, su lengua penetró la boca de su esposa y la de ella le salió
25:07al encuentro.
25:08Los brazos de Caroline pasaron de estar aprisionados contra su pecho a moverse hasta que sus manos
25:13pudieron recorrer su pecho y su espalda a voluntad.
25:16Keine le besó el cuello y pudo sentir en los labios la vibración de sus gemidos.
25:20Era maravillosa, una delicia.
25:22«Caroline, yo quiero que sepas».
25:25Pero ella giró el cuello y capturó sus labios, interrumpiéndolo.
25:29Lo besó más intensamente y todas sus palabras perdieron coherencia.
25:33Le acarició la espalda por encima del bonito vestido de mañana, amarillo, que resaltaba
25:38el rubor de sus mejillas y sus cabellos castaños.
25:41Ella estiró el cuello hacia atrás, y Keine dibujó un reguero de besos hasta su escote.
25:46Cuando apartó los labios, con el dedo índice recorrió el camino que dibujaba el encaje
25:50sobre sus pechos, ya hinchados a causa del embarazo, que subían y bajaban de forma sensual
25:55con cada respiración.
25:56«Oh, Keine!», gimió, cuando él empezó a subirle la falda del vestido, que por fortuna
26:02no era demasiado aparatoso ni llevaba corsé, a causa del embarazo.
26:06Le acarició los muslos por encima de las suaves medias, hasta llegar a las nalgas.
26:12Se apretó contra ella, y Caroline pudo sentir a través de las capas de tela su erección.
26:16La escuchó jadear y Keine supo que no podía estar sin poseerla ni un instante más.
26:21Pero alguien se aclaró la garganta desde la puerta.
26:23«¡Ejem!»
26:25Era Howard.
26:26Caroline se apartó bruscamente y se llevó la mano a sus hinchados labios.
26:29«¡Hijo de perra!», masculló Keine en un susurro.
26:33Ella lo escuchó y eso la mortificó aún más.
26:35«¡Keine!»
26:37Howard, con la espalda recta, intentando aparentar ceremonia, volvió a carraspear, pero en sus
26:43labios podía distinguirse un atisbo de sonrisa, que enfadó aún más a Keine y ruborizó
26:47hasta el extremo a su dulce esposa.
26:49«Señor, ha llegado una carta para la señora», dijo.
26:52«¿En serio?»
26:53Keine no lo podía creer.
26:56«Y no podías esperar.
26:58Y atrasar mis obligaciones».
27:01Dijo Howard, ahora muy serio.
27:03«Eso jamás, señor.
27:05Maldito».
27:06Iba a decir algo peor cuando vio que Caroline lo miraba horrorizada.
27:09«¡Ssh!»
27:12Luego Caroline miró a Howard y le indicó con un movimiento de cabeza que se acercara.
27:17El hombre hizo lo propio y, con estudiada ceremonia, le entregó un sobre a su señora.
27:21«Largo, Howard!», exclamó impaciente Keine.
27:26El mayordomo salió mucho más despacio de lo habitual.
27:29A veces Caroline se preguntaba si realmente no lo haría adrede para molestar a su esposo.
27:33«Creo que podríamos cambiar al personal», dijo él, sentándose de nuevo a la mesa.
27:38«Keine.
27:39¿Qué haría yo sin la señora Salaman?»
27:42Dijo Caroline, después sonrió al darse cuenta de que no lo decía en serio.
27:46«Además, estoy segura de que te gusta Howard.
27:50No me conoces en absoluto», dijo él, llevándose a la boca una fresa, haciendo que ella parpadease
27:55con rapidez.
27:57«Pero lo haré», dijo, sentándose a su lado.
28:00Keine pensó que su esposa era la mujer más reluciente que había conocido.
28:04Le acarició el labio inferior con el pulgar y sonrió.
28:06«Eres un regalo».
28:09Ella se sonrojó y dejó de pensar en la carta que aún sostenía en la mano derecha, hasta
28:13que Keine la señaló con la mirada.
28:14«Es para ti, querida.
28:17No vas a leerla».
28:19Caroline suspiró y observó el sobre cerrado.
28:22El lacre rojo no llevaba marcado ningún sello.
28:25«Debe de ser de mi madre o de mis tíos».
28:27Caroline hizo una mueca, no sabía que le apetecía menos.
28:31O quizás es de alguna conocida de la temporada anterior.
28:34Caroline miró a su esposo, con sorpresa.
28:37Como sabía que había estado en la temporada anterior.
28:40Se lo quedó mirando por un instante y descartó la idea de que hubiera estado investigándola
28:44a sus espaldas.
28:46Aunque conociendo lo que sabía de Keine Black, era perfectamente posible que no se le escapara
28:50nada de lo que sucedía en Londres.
28:52Keine lo observó como su esposa miraba fijamente el sobre.
28:55Los dedos le temblaban mientras lo sostenía, y la vio suspirar antes de romper el lacre.
29:00Sacó la carta del sobre, abrió el papel y, a medida que iba leyendo, su rostro demudaba.
29:06Keine dejó la tartaleta a escasos centímetros de su boca al ver cómo ella palidecía de
29:10repente.
29:11«Malas noticias.
29:12No, no.
29:13Eh».
29:14Caroline carraspeó.
29:15Luego tomó aire.
29:19Era evidente que estaba a punto de mentir.
29:21Keine siempre sabía cuando la gente mentía y todo su cuerpo se tensó al pensar que su
29:25mujer pudiera ocultarle algo.
29:27Miró la carta con intensidad y ella la escondió entre los pliegues de su falda.
29:31«Si me disculpas, dijo, con voz temblorosa, no me encuentro muy bien.
29:37¿Pasa algo, querida?»
29:39Evidentemente intentó sonar calmo, pero distaba mucho de estarlo.
29:43Lo que quería era arrebatarle aquella maldita carta de entre las manos y descifrar su contenido.
29:48Pero se contuvo.
29:49Sin embargo, no habría hecho falta.
29:52Ella miró a los ojos a su esposo, y él pudo ver el pánico en su iris color musgo.
29:56«Mi madre, está en camino».
29:59Dicho esto, le vio tomar aire y expulsarlo rápidamente.
30:02«Ve a descansar, le dijo, no es bueno para el bebé que te inquietes tanto.
30:08Ya verás cómo todo se soluciona».
30:10Ella asintió y escuchó el consejo de su marido.
30:13Se puso en pie y salió del comedor sin decir nada más.
30:16Una vez en su habitación, Caroline pensó que sus rodillas parecían ser de mantequilla.
30:21Le temblaban tanto las piernas que tuvo que apoyarse contra el poste de la cama.
30:25Luego apoyó las manos sobre el cobertor y se ayudó a sentarse sobre el mullido colchón.
30:30Empezó a tomar aire, lentamente, y a expulsarlo de igual forma.
30:34Se esforzó en no pensar en los latidos de su corazón, que se contraía, desbocado,
30:39y puso las manos sobre su vientre, acariciándolo, para que su bebé no se alterase como lo estaba
30:44ella.
30:45Pero era inútil.
30:47No podía dejar de pensar en la maldita carta.
30:50Había mentido a su esposo, una vez más.
30:53Por supuesto que su madre no le había escrito, había sido Robert.
30:57Ese hombre era un malvado.
30:58No tenía compasión, ni un ápice de bondad en su corazón de piedra.
31:02¿Por qué no la dejaba en paz?
31:04¿Qué demonios querría ese bastardo ahora?
31:07La carta era escueta, con una caligrafía hermosa, pero agresiva, evidenciando el auténtico
31:12carácter de ese hombre.
31:14Sus letras solo decían que lo perdonara, que la echaba de menos y que la necesitaba.
31:19Y le pedía una cita para verse.
31:21Pero Caroline sabía en el fondo de su corazón que ese hombre tenía segundas intenciones.
31:26Su estado de ansiedad constante así lo revelaba.
31:29Sabía también que Robert no desaparecería por voluntad propia, y que insistiría en
31:33verla, una y otra vez.
31:35Pero eso era imposible.
31:37Jamás traicionaría de esa manera a Kane.
31:40Capítulo 22
31:42Cree que la carta del día anterior no fuera de su madre, pero ésta llegó mucho antes
31:45de lo que Caroline habría esperado.
31:47De hecho, jamás pensó que Virginia Bituart se dignara a abandonar el campo para ir al
31:52ajetreado Londres en busca de su hija descarriada.
31:54Asimismo, Virginia jamás había mostrado el mínimo interés en preocuparse por ella,
31:59a menos que fuera para desposarla con alguien que ella aprobara, cosa que ya no era posible.
32:04Y sin duda su tío hubiese desaprobado cualquier contacto con la oveja negra de la familia,
32:09dadas las circunstancias.
32:11Era una manzana podrida y cómo tal debían sacarla del cesto.
32:14Pero Caroline se alegraba sobremanera de no estar con manzanas como su tío y su esposa.
32:19Pero pensase lo que Caroline pensase, lo cierto era que su madre estaba allí, o eso era lo
32:23que acababa de anunciarles el mayordomo, durante el desayuno.
32:27—Tiene visita, señora.
32:30El color abandonó el rostro de Caroline cuando preguntó con voz temblorosa.
32:33—¿Quién?
32:35—Su madre, señora, dijo el señor Howard, con ceremonia.
32:40Caroline casi se atraganta con el trozo de bizcocho que estaba masticando.
32:44Tras toser, miró a Kane, que acababa de dar cuenta de su desayuno.
32:47—¿Cómo?
32:50—logró decir.
32:51—Que su madre.
32:52—Ya te ha escuchado, Howard, dijo Kane, con el ceño fruncido.
32:57Caroline empezó a retorcerse los dedos de forma inconsciente, y su esposo la miraba,
33:02sin perder detalle.
33:03La cabeza de la joven no paraba de rumiar.
33:06—Era su madre y no Robert, gracias a Dios, pero la visita era de lo más inesperada.
33:10—Mi madre.
33:12Volvió a decir, mirando a Howard, incrédula.
33:16Kane rió mirando a Caroline para después volver la vista hacia su fiel mayordomo.
33:19—No te habrás confundido, Howard.
33:23El hombre puso la espalda aún más recta, si es que eso era posible.
33:27Kane pensó que se había tragado un palo.
33:28—Eso nunca ha sucedido en el pasado, dijo el mayordomo, ceremonioso, no veo por qué
33:34tiene que suceder ahora.
33:36Kane dejó de sonreír.
33:37—Tiene la maldita arrogancia de un duque, le dijo a Caroline.
33:41—Por favor, ese lenguaje.
33:44Solo de pensar que Kane pudiera hablar así frente a su madre, el cuerpo de Caroline empezó
33:48a temblar.
33:49—Me controlaré.
33:51Ella cerró la boca y miró la puerta como si por ahí fuera a entrar un dragón.
33:55Pero entró su madre, como una tromba de agua, de forma inesperada y arrasándolo todo.
33:59Literalmente.
34:02El pobre Howard tuvo que poner firmemente los pies en el suelo para no caer de espaldas.
34:06—¿Dónde está mi hija?
34:08Los gritos se escucharon por toda la casa, aunque eran innecesarios, pues su hija se
34:12encontraba frente a ella, en el salón del desayuno.
34:16Kane frunció el ceño y miró a su esposa.
34:19Virginia B.
34:20Tuart no tenía los modales exquisitos que él habría supuesto, así que no entendió
34:23que Caroline estuviera tan asustada por decirle a su madre que se había casado con un sucio
34:27irlandés de los bajos fondos.
34:29Sonrió como acostumbraba hacer, dando a su rostro el aspecto de un lobo que aguarda a
34:33ver cómo el rebaño se desboca, para después sacar tajada.
34:37Por aquella casa habían pasado truanes, maleantes, adictos al opio, prostitutas y cortesanas,
34:43pero podía jurar que jamás nadie había montado tanto escándalo como su suegra.
34:47Ese primer encuentro podría ser de lo más divertido.
34:49Por supuesto, Caroline no compartía su opinión.
34:53—¡Hija mía!
34:55Caroline se atragantó con un pedazo de bollo con mantequilla y Kane tuvo que levantarse
34:59y palmearle la espalda con delicadeza, pero insistentemente, hasta que su esposa pudo
35:03volver a respirar con normalidad.
35:06Lo que no volvió a su color normal fueron sus mejillas, primero teñidas de vergüenza
35:10porque su madre viera su cintura ancha a escasos días tras la boda, y después por la vergüenza
35:14que le dio el ver cómo se comportaba su madre.
35:17Sí, su suegra iba a ser un veneno amargo que tragar, pensó Kane, cuando la mujer entrada
35:22en carne se paró con los brazos en jarras en la entrada del pequeño salón.
35:26Pero él sabía cómo lidiar con las serpientes más peligrosas, y esa no iba a ser menos.
35:30—No he podido detenerla, señor, dijo Howard mientras recuperaba la compostura.
35:36Ya lo he visto.
35:37Era la primera vez que Howard se sentía terriblemente incómodo.
35:41Y Kane, disfrutó cada segundo.
35:43—Lo lamento, señor, pero yo soy muy pequeño y ella muy corpulenta.
35:48Kane contuvo una carcajada ante el descaro de Howard.
35:51La mujer, que escuchó tamaña grosería, boqueó como un pez.
35:56—¡Me ha, me ha insultado ese criado!
35:58—No es así, madre, intervino Caroline antes de que la bola de nieve se hiciera más grande.
36:04Caroline tuvo que morderse el interior de las mejillas para no echarse a reír, a pesar
36:07de que los nervios y la sorpresa se la comían por dentro.
36:11Kane parecía no tener ese problema, porque reía descaradamente, sin embargo, se levantó
36:16de inmediato y avanzó hacia su suegra.
36:18—Señora Bituart, dijo, con exquisita ceremonia, qué gran placer tenerla por fin en nuestra
36:24casa, mi esposa y yo la esperábamos con impaciencia.
36:28Caroline se dijo que la palabra impaciencia no era la más idónea.
36:31Desde luego podrían haber transcurrido un par de meses, o el primer cumpleaños del
36:35bebé, antes de sentirse preparada para semejante visita.
36:38—¿Verdad, querida?
36:41insistió Kane mirando a su mujer, al ver que ésta no respondía.
36:45Caroline se levantó mientras por su garganta pasaba el último trozo de bollo y se limpió
36:48los dedos y la boca con la servilleta, que dejó a la altura del vientre, como si eso
36:53sirviera para ocultar su estado.
36:54—Por supuesto.
36:57Su madre no pudo menos que abrir los ojos como platos y señalar su barriga.
37:00—¿Estás, estás?
37:03preñada.
37:04preguntó Kane, fingiendo ayudarla a encontrar la palabra adecuada.
37:09Caroline lo fulminó con la mirada, pero enseguida prestó atención a su madre.
37:13—¿Embarazada, madre, estoy embarazada?
37:16—Era cierto.
37:17—Oh, voy a desmayarme, dijo Virginia Bituart después de llevarse el dorso de la mano a
37:22la frente y respirar con dificultad.
37:24Yo creí que te habías fugado para casarte, pero esto, esto es mucho peor.
37:29Lejos de ir a ayudarla, Howard se apartó, seguro de que si caía sobre él lo aplastaría.
37:34Howard le indicó Kane, tráele una silla a la señora.
37:38No sería mejor que se acercara ella misma a la mesa.
37:42Virginia fulminó al impertinente mayordomo con la mirada, pero no le quedó más remedio
37:45que acercarse a la mesa y apoyar ambas manos sobre ésta, de lo contrario habría caído
37:49redonda al suelo, pues le flojeaban las rodillas.
37:53Kane no dijo nada, simplemente contempló la escena con una sonrisa torcida.
37:58Ver a Virginia ponerse colérica era todo un espectáculo.
38:01Esperaba sinceramente que no lo hiciera con demasiada asiduidad.
38:05Casi empezaba a compadecer a su esposa por otras razones que su inesperado embarazo y
38:08la precipitada boda con él.
38:10Ofendida, la mujer finalmente apartó ella misma una silla de la mesa del desayuno y
38:14se sentó con un gesto dramático.
38:17Kane y Howard la miraron expectantes, mientras Caroline silenciosamente les suplicaba que
38:21no se rieran.
38:22—¡Azúcar!
38:23—exclamó con voz chillona.
38:26Howard parpadeó y Kane le dedicó una significativa mirada.
38:30Como el hombre no reaccionaba, su señor insistió.
38:32—Atiende a la señora, Howard.
38:36Al mayordomo no le hizo gracia ver divertirse a Kane a su costa.
38:39Pero a fin de cuentas le pagaba un buen salario, así que obedeció.
38:43—Por supuesto, señor, dijo, a regañadientes.
38:47Virginia se abanicaba con una mano, mientras su rostro iba subiendo de tono.
38:52Kane pensó que en cualquier momento podría explotar.
38:55—Necesito azúcar.
38:57Cuando Howard le acercó la bandeja de las galletas, Virginia Bituart tomó una y se
39:01la metió en la boca.
39:02Masticó con los ojos cerrados y pareció volver a la vida.
39:05—Mejor.
39:07—preguntó Howard.
39:08—Hay de nueces.
39:10—Dicen que son mucho mejor para el drama.
39:13Caroline abrió los ojos horrorizada y Howard se retiró antes de que pudieran reprenderlo,
39:17aunque esa no era la intención de Kane.
39:19—Creo que será mejor que me dejes a solas con mi madre.
39:22Fue una orden que obligó a Kane a alzar una ceja, sorprendido, y no del todo convencido
39:27de ello.
39:28Él pensaba lo contrario, ¿quién iba a proteger a su pobre ratoncito de la gran dragona?
39:33Pero decidió confiar en ella.
39:35Por primera vez desde que la conocía, se mostraba convencida y segura de sí misma, y no sería
39:41esa pequeña victoria.
39:42—Como desees, cariño.
39:45Kane aún no había salido del comedor cuando Virginia pareció recuperar todo el vigor.
39:50Fuera de sí, se inclinó hacia adelante, haciendo que la silla crujiera.
39:54Con un irlandés.
39:55Miró a su hija, como si fuera un escándalo andante.
39:59—¿Cómo pudiste?
40:01El tío William estaba más que dispuesto a comprarte un marido, no un conde ni un duque,
40:06pero, en fin, un marido decente.
40:08—Eres bonita, podrías haber elegido entre algunos varones.
40:12—Oh, no me merezco estos sobresaltos.
40:15Dijo su madre fingiendo una jaqueca terrible.
40:18Mis pobres nervios.
40:20Pronto necesitaré mis sales.
40:22Caroline continuaba aguantando con estoicismo las palabras de su madre.
40:26Estaba medio echada en el sofá de seda china de ese saloncito azul que daba al invernadero.
40:31La sala en otras circunstancias le habría parecido una verdadera delicia, pero con su
40:35madre parloteando, y lamentándose, era difícil sentirse con el espíritu ligero.
40:39—Madre.
40:41Por favor.
40:42Con un irlandés.
40:44La interrumpió la horonda mujer, por enésima vez.
40:47—Podrías haber tenido algo mejor, aunque estemos arruinadas, eres la hija de un varonet.
40:52—Pero no, tuviste que deshonrarte con un irlandés, escupió la palabra, como si fuera
40:58el mayor de los insultos.
41:00Keine escuchaba detrás de la puerta.
41:02Quizás un caballero nunca lo habría hecho, pero él, en fin, al infierno con los caballeros.
41:08Él jamás sería lo que la madre de Caroline quería, aunque siendo la esposa de un varonet
41:12arruinado, dudaba que pudiera optar, como ella había dicho, a un varonet.
41:17La sociedad era cruel e hipócrita.
41:19A su juicio, Caroline podría haber optado a un príncipe, pero no todos pensaban como
41:24él.
41:25Para con eso, madre, la oyó decir, con un deje de cansancio en la voz.
41:30Keine respiró con dificultad e intentó calmarse.
41:33Sus manos se apretaron formando ambas un puño.
41:36Su madre siempre había sido así, exagerada y predispuesta al drama, pero era su madre
41:41y siempre había seguido sus consejos y acatado sus órdenes.
41:44Hasta ahora.
41:46Ahora estaba casada, en su propia casa, y no tenía por qué soportar sus lloriqueos
41:50y sus reproches.
41:52Lo hecho hecho estaba, y era absolutamente improductivo para su madre el lamentarse.
41:56Se acarició el vientre, intentando proteger a su bebé de los nervios que sentía y que
42:00se afanaba en ocultar frente a su madre.
42:03Pero debía actuar con firmeza, ahora ella era la señora Black, y, sí, puede que su
42:08marido fuese irlandés, pero después de su primer encuentro, no le había dado motivo
42:12de queja.
42:14Era un esposo considerado y siempre atento a todas sus necesidades, incluso protector,
42:18a veces en exceso, tanto con ella como con el bebé.
42:22Aunque no sabía si lo uno era consecuencia de lo otro.
42:25Un sucio irlandés.
42:27Repetía la mujer, una y otra vez, como si fuese a desatarse por ello el apocalipsis.
42:32Keine aguantó toda esa sarta de desprecios e improperios, hasta que algo le hizo abrir
42:36los ojos desmesuradamente.
42:38Fue el estallido de furia de su esposa.
42:40—¡Suficiente!
42:43gritó Caroline.
42:44—¡Basta, mamá!
42:46Keine no lo vio, pero pudo imaginar los ojos desmesurados de aquella mujer mirando a su
42:50hija, que jamás le había alzado la voz hasta ahora.
42:53—¡Cómo te atreves, niña ingrata!
42:56jadeó Virginia, como si de súbito fuese a darle un infarto.
43:00Se escuchó un movimiento de seda, quizás la madre alzándose del sofá, quizás Caroline
43:04haciéndolo del sillón, sea como fuere, en ese momento empezaron a escucharse las palabras
43:09amargas, y a Keine se le hinchó el pecho de orgullo, y algo cálido se le esparció
43:13por el estómago y le arrancó una sonrisa.
43:15—¡Me atrevo por qué estás hablando de mi esposo!
43:19—¡Hija!
43:20—¡Cómo te atreves a despreciarlo así!
43:22dijo ella.
43:23—¡Ni siquiera lo conoces!
43:25Él es bueno y generoso.
43:26Él.
43:28Ese hombre es un patán de los bajos fondos, un usurero, un delincuente.
43:32—¡Cállate!
43:34volvió a gritar Caroline.
43:35—¡No hablarás así de mi esposo!
43:38Hubo un jadeo de incredulidad.
43:40Quizás la madre de Caroline estaba tan sorprendida como él.
43:44Jamás pensó que su ratoncito de campo sacara las agallas para enfrentarse así a su madre,
43:48y por lo visto la dama tampoco lo podía creer.
43:51La cabeza de Keine se apoyó contra la pared y sin poder evitarlo sonrió de oreja a oreja.
43:55Bien, al parecer tenía una esposa que, lo apreciara o no, lo estaba defendiendo contra
44:01todo pronóstico de su madre.
44:03Tal vez su ratoncito de campo estaba aprendiendo a comportarse como un gato.
44:07Caroline miró a su madre con tristeza y pensó en Keine.
44:10Ella podría ser la hija de un varonet, y él un irlandés, pero su familia estaba arruinada,
44:15y él era rico, poderoso y apuesto.
44:18No debía de estar muy satisfecho de haberse casado con ella.
44:21Dios, menuda dote le llevaba.
44:24Un hijo que no había pedido y una suegra que jamás se le ocurriría pedir.
44:27«Mamá, te ruego que te marches, me duele la cabeza», dijo Caroline, poniéndose en
44:33pie.
44:34No era cierto, pero pensó que, si su madre había jugado a eso durante toda su vida,
44:39ella podía jugar también esa baza, ni que fuera una vez.
44:42Pero, tenemos que hablar, grazno Virginia, viendo cómo su hija le daba la espalda y
44:47se dirigía hacia la puerta.
44:49«De momento, queda todo dicho».
44:52Estaba a punto de salir del saloncito, cuando giró sobre sus talones y miró a su madre.
44:57«La señora Salamante acompañará a la puerta después del té, si este es tu deseo.
45:02Yo me retiro a mi habitación.
45:04Debo descansar».
45:05Pero niña.
45:07No quiso escucharla más.
45:09Avanzó por el pasillo hasta el recibidor, y empezó a subir la gran escalinata blanca
45:13hacia el dormitorio, abatida por la desagradable charla que había mantenido con su madre.
45:18Tal vez con un poco de descanso, su mente se despejaría y podría pensar con claridad.
45:23Tal vez su madre solo estuviera agitada por la sorpresa, aunque a Caroline le sorprendía
45:27que de súbito mostrase algo de preocupación hacia ella.
45:30De cualquier forma, en esos momentos, lo más importante para Caroline era el bienestar
45:35de su bebé.
45:36Y esa era su principal prioridad.
45:38Cuando la señora Bituart quedó a solas, su ceño se frunció y pateó el suelo con
45:42sus escarpines de seda.
45:44Pero al alzar la vista su mandíbula se desencajó.
45:46«Señor Black», exclamó sobresaltada ante su inesperada presencia.
45:51«Señora Bituart».
45:53La sonrisa lobuna de ese hombre hizo tragar saliva a la mujer.
45:56Había pensando pasar por alto sus comentarios acerca de mi persona, sin embargo, no lo haré.
46:01«Yo, yo».
46:04La mujer balbuceaba, pero poco podía hacer ya para que Kane cambiara su opinión con
46:08respecto a ella.
46:10Era evidente que lo había escuchado todo.