• hace 5 meses
El aumento de las temperaturas supone una amenaza mayor de lo previsto para el agua potable: nuevos datos revelan que podría producirse una crisis mundial del agua.
El agua almacenada en los embalses tiene muchas posibilidades de volverse tóxica debido al aumento de las temperaturas bajo la superficie terrestre.
El agua en acuíferos está mezclada con contaminantes, patógenos y minerales disueltos, que resultarán peligrosos si se calientan demasiado.
Un equipo de investigadores ha elaborado un modelo especial de transporte de calor que indica el grado de calentamiento del agua subterránea.
"Ya hay unos 30 millones de personas que viven en regiones donde el agua subterránea está más caliente de lo estipulado sobre agua potable (…) Eso significa que puede que no sea seguro beber el agua allí sin tratamiento. Por ejemplo, puede ser necesario hervirla primero. El agua potable también se calienta en las tuberías", explica la geocientífica Susanne Benz.
Estudios recientes sugieren que casi 590 millones de personas podrían sufrir en 2100 debido a la escasez de agua potable.

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