Cada día que pasa, cada noticia que sacamos, cada entrevista que hacemos se hace más evidente que la corrupción del PSOE es endémica y que Koldo o Ábalos sólo son la punta del iceberg.
Lo de los socialistas es un muladar en cuyas entrañas prospera Pedro Sánchez
No voy a hacerles un repaso de las pringosas novedades, que afectan singularmente a Francina Armengol, alias ‘Paquita la Farmacéutica’ y a Begoña Gómez, esposa y asesora del mandamás.
Si quiero subrayar que el vademécum del embrollo, que no ha hecho más que empezar, es desolador y nos obliga a plantearnos preguntas cruciales .
¿Como es posible que España lleve casi seis años en manos de estos golfos?
¿De que material humano y moral está hecha la sociedad española para que millones de ciudadanos sigan respaldando a esta panda de mafiosos, que además de abrazarse a proetarras y golpistas para seguir en los cargos, se han dedicado a robar a los españoles en los momentos más trágicos?
Hoy constatamos que Sánchez, ‘padrino’ de Ábalos, participó en eventos de los promotores del ‘Cártel de la Mascarilla Averiada’, en pleno apogeo de su actividad mafiosa.
Que Begoña Gómez se reunía con el ‘conseguidor’ de la trama y con algunos de los grandes beneficiarios del dinero público que repartía el Gobierno de su marido.
Sabemos que el jefe del PSOE premió a Armengol con la presidencia del Congreso, consciente de que había firmado contratos ilegales y de que había escamoteada 3,7 millones de fondos europeos para pagar una mascarillas inservibles, que se pudren desde hace tres años en un almacén de Baleares.
Tenemos evidencias de que Koldo, licenciado como portero de puticlub, gozaba de barra libre para ‘ordeñar’ el presupuesto de Comunidades Autónomas socialistas y hasta para dar órdenes a la Policía.
Sabemos bastantes cosas y nos quedan muchas por desvelar, porque hay un ‘Caso Torres, expresidente canario y hoy ministro de Memoria Histórica, que chalaneo, como si no hubiera mañana, con el chiringuito de Koldo.
Un ‘Caso Illa’, responsable como ministro de Sanidad de otorgar los grandes convenios a los amigos del régimen.
Un ‘Caso Chiqui Montero’, que como ministra de Hacienda y al igual que hizo con los EREs cuando estaba en la Junta de Andalucía, miró para otro lado cuando pasaban por sus despacho contratos públicos infames.
Lo que en realidad tenemos es el ‘Caso PSOE’.
Y este país llamado España, con todos sus defectos y carencias, no se merece a este hatajo de hampones, ni seguir un día más en manos de los protagonistas de tanto latrocinio, mentira y claudicación.
Hay que echar a Sánchez como sea y tener claro que esto no se resuelve cambiando de inquilino en La Moncloa.
Esto se tiene que sustanciar en el banquillo del juzgado.
Y a quien le toque, a la cárcel.
Lo de los socialistas es un muladar en cuyas entrañas prospera Pedro Sánchez
No voy a hacerles un repaso de las pringosas novedades, que afectan singularmente a Francina Armengol, alias ‘Paquita la Farmacéutica’ y a Begoña Gómez, esposa y asesora del mandamás.
Si quiero subrayar que el vademécum del embrollo, que no ha hecho más que empezar, es desolador y nos obliga a plantearnos preguntas cruciales .
¿Como es posible que España lleve casi seis años en manos de estos golfos?
¿De que material humano y moral está hecha la sociedad española para que millones de ciudadanos sigan respaldando a esta panda de mafiosos, que además de abrazarse a proetarras y golpistas para seguir en los cargos, se han dedicado a robar a los españoles en los momentos más trágicos?
Hoy constatamos que Sánchez, ‘padrino’ de Ábalos, participó en eventos de los promotores del ‘Cártel de la Mascarilla Averiada’, en pleno apogeo de su actividad mafiosa.
Que Begoña Gómez se reunía con el ‘conseguidor’ de la trama y con algunos de los grandes beneficiarios del dinero público que repartía el Gobierno de su marido.
Sabemos que el jefe del PSOE premió a Armengol con la presidencia del Congreso, consciente de que había firmado contratos ilegales y de que había escamoteada 3,7 millones de fondos europeos para pagar una mascarillas inservibles, que se pudren desde hace tres años en un almacén de Baleares.
Tenemos evidencias de que Koldo, licenciado como portero de puticlub, gozaba de barra libre para ‘ordeñar’ el presupuesto de Comunidades Autónomas socialistas y hasta para dar órdenes a la Policía.
Sabemos bastantes cosas y nos quedan muchas por desvelar, porque hay un ‘Caso Torres, expresidente canario y hoy ministro de Memoria Histórica, que chalaneo, como si no hubiera mañana, con el chiringuito de Koldo.
Un ‘Caso Illa’, responsable como ministro de Sanidad de otorgar los grandes convenios a los amigos del régimen.
Un ‘Caso Chiqui Montero’, que como ministra de Hacienda y al igual que hizo con los EREs cuando estaba en la Junta de Andalucía, miró para otro lado cuando pasaban por sus despacho contratos públicos infames.
Lo que en realidad tenemos es el ‘Caso PSOE’.
Y este país llamado España, con todos sus defectos y carencias, no se merece a este hatajo de hampones, ni seguir un día más en manos de los protagonistas de tanto latrocinio, mentira y claudicación.
Hay que echar a Sánchez como sea y tener claro que esto no se resuelve cambiando de inquilino en La Moncloa.
Esto se tiene que sustanciar en el banquillo del juzgado.
Y a quien le toque, a la cárcel.
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