Tengo sueño en todo momento. ¡Excepto a la noche!

  • hace 5 años
¡Hola! Ella es Laura. Son cerca de las 2 de la mañana mientras escribe esta historia, y ella sabe que mañana se sentirá horrible por eso. Y… esa es básicamente la historia de su vida.
Esto es lo que le ocurre a diario.

Cada mañana se despierta alrededor de las 7 para ir a la escuela. Sus padres están ocupados preparándose para el trabajo, así que no suelen despertarla, ella tiene que ocuparse de sí misma. Y está bastante acostumbrada a programar sus alarmas; pero, hace varios meses, comenzó a tener problemas hasta para salir de la cama. Dejaba cinco alarmas, y aun así no las escuchaba a la mañana. Ni siquiera puede culparse, no recuerda haberlas apagado. Para cuando se despierta, ya está llegando tarde.
Hace poco se compró un reloj despertador que “huye” de ti. De seguro eso funcionó, dirás. ¡No! Comenzaba a sonar y a “escapar”. Laura lo perseguía, lo desactivaba y… ¡regresaba a la cama! ¡En una ocasión, lo apagó y se quedó dormida en el suelo.

Regresemos a sus obligaciones. Después Laura va a la escuela, donde no puede socializar ni concentrarse porque literalmente se está quedando dormida. ¡Si la profesora pone un documental y baja la luz, puedes estar seguro de que estará durmiendo cuando la clase acabe!

Después de la escuela tiene que apresurarse para llegar a la práctica de natación. Nada casi todos los días; no es un pasatiempo, se lo toma muy en serio. Obtuvo el segundo lugar en una carrera de cien metros del campeonato estatal de natación. Pero, para triunfar en los deportes, tienes que estar en buena forma, lo que también implica descansar bien.

En fin, su lección de natación termina a las seis, y luego ella toma un autobús a otra parte de la ciudad, donde es voluntaria en un refugio de animales local. Lo conoció hace tres meses, las personas llevan gatos y perros callejeros y les dan comida y refugio mientras les buscan un hogar. Apenas leyó sobre el refugio, super que quería ayudar. Así que ahora va varias veces a la semana.

Llega a su casa cerca de las ocho y media, calienta la cena que su familia ya comió y se siento a hacer la tarea. Le lleva más o menos una hora y media, y…

Es ahí donde tú dirás: perfecto, puedes ir a dormir ahora mismo y despertarte descansada a la mañana. Pero hay un par de problemas con eso. primero… ¿quién quisiera vivir así? Laura está tan ocupada todo el día que quiere mirar una película o un programa de televisión… ¡o videos en YouTube! ¡Sin importar lo que elija, quiere un poco de tiempo para ella!

Así que suele ir a la cama a las dos o tres de la mañana, y todo se repite al día siguiente.

Claro, Laura sabe qué estarás pensando: “¡Deja una de tus obligaciones y tendrás más tiempo para dormir!”. Pero lo cierto es que no puede abandonar ninguna de ellas. Tiene que ir a la escuela y prepararse para el campeonato nacional de natación. Tampoco podría dejar de ser voluntaria: al refugio le faltan personas y los anima

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