Me volví adicto a los Cigarrillos y mi novia me Abandonó
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Hola, este es Dan. Él quiere contarte una historia sobre cómo comenzó a fumar, y por qué nunca lo volverá a hacer.
Hay muchas personas que han intentado fumar una vez por curiosidad, y nunca lo vuelven a hacer. Muchos de ustedes probablemente también lo han hecho. No hay nada malo en ello, porque como dicen, vale la pena probar cualquier cosa que sea legal, siempre y cuando no se convierta en una obsesión. En muchos casos, las personas prueban cigarrillos, alcohol u otras sustancias cuando están con sus compañeros, para que puedan demostrar públicamente cuán geniales son. Bueno... Esto es exactamente lo que le pasó a Dan.
Era amigo de un grupo de niños de su vecindario. Crecieron juntos, y es por eso que compartieron de todo entre ellos. Él recuerda el día en que uno de sus amigos compró un paquete de cigarrillos. El amigo de Dan dijo que se los había robado a su hermano mayor. Dijo que necesitaban descubrir de qué se trataba todo ese bombo. Así que cada uno de ellos tomó un cigarrillo del paquete y lo probó.
Entonces algo extraño sucedió. Todos a su alrededor estaban tosiendo a todo pulmón... mientras Dan estaba inhalando con calma y experimentando esta sensación agradable dentro de él. No entendió si fue él quien hizo algo malo o sus amigos, porque parecía ser el único que disfrutaba de la experiencia. Con lágrimas en los ojos, heroicamente terminaron sus cigarrillos, y los tiraron. La conclusión común fue que eso fue asqueroso, se sintió horrible, apestaba y, en definitiva, nunca más. Dan fue el único que no estuvo de acuerdo, por lo que le dieron el paquete con los cigarrillos restantes. Le hicieron prometer que nunca fumaría a su alrededor.
Desde el principio, Dan se volvió adicto a la nicotina y al proceso de fumar. Se sentía tan genial cuando estaba parado en algún lugar con un cigarrillo entre los dedos, observando a todos con arrogancia como una estrella de Hollywood de la década de los 60s. Por supuesto, se aseguró de que no hubiera adultos cerca, de lo contrario se habría metido en grandes problemas. Intentaba usar cualquier momento conveniente para fumar uno o dos cigarrillos, y no se daba cuenta de que en poco tiempo se había convertido en un fumador compulsivo. Dan ni siquiera se tomó el tiempo para detenerse y pensar que era poco saludable o peligroso, ¡simplemente lo disfrutaba mucho!
Pero no pudo evitar experimentar algunos problemas. En primer lugar, era menor de edad, por lo que era pesado tratar de conseguir los cigarrillos. Tenía que encontrar a hombres mayores cada vez y pedirles que le hicieran el favor, y obviamente no lo hacían gratuitamente. Luego estaba el dinero. Los cigarrillos son caros, y como todos los adolescentes, Dan nunca tenía el dinero suficiente. Y la parte más difícil era tener que esconder su hábito de sus padres. Esto implicaba esforzarse mucho para deshacerse del olor. Las mentas se convirt
Hola, este es Dan. Él quiere contarte una historia sobre cómo comenzó a fumar, y por qué nunca lo volverá a hacer.
Hay muchas personas que han intentado fumar una vez por curiosidad, y nunca lo vuelven a hacer. Muchos de ustedes probablemente también lo han hecho. No hay nada malo en ello, porque como dicen, vale la pena probar cualquier cosa que sea legal, siempre y cuando no se convierta en una obsesión. En muchos casos, las personas prueban cigarrillos, alcohol u otras sustancias cuando están con sus compañeros, para que puedan demostrar públicamente cuán geniales son. Bueno... Esto es exactamente lo que le pasó a Dan.
Era amigo de un grupo de niños de su vecindario. Crecieron juntos, y es por eso que compartieron de todo entre ellos. Él recuerda el día en que uno de sus amigos compró un paquete de cigarrillos. El amigo de Dan dijo que se los había robado a su hermano mayor. Dijo que necesitaban descubrir de qué se trataba todo ese bombo. Así que cada uno de ellos tomó un cigarrillo del paquete y lo probó.
Entonces algo extraño sucedió. Todos a su alrededor estaban tosiendo a todo pulmón... mientras Dan estaba inhalando con calma y experimentando esta sensación agradable dentro de él. No entendió si fue él quien hizo algo malo o sus amigos, porque parecía ser el único que disfrutaba de la experiencia. Con lágrimas en los ojos, heroicamente terminaron sus cigarrillos, y los tiraron. La conclusión común fue que eso fue asqueroso, se sintió horrible, apestaba y, en definitiva, nunca más. Dan fue el único que no estuvo de acuerdo, por lo que le dieron el paquete con los cigarrillos restantes. Le hicieron prometer que nunca fumaría a su alrededor.
Desde el principio, Dan se volvió adicto a la nicotina y al proceso de fumar. Se sentía tan genial cuando estaba parado en algún lugar con un cigarrillo entre los dedos, observando a todos con arrogancia como una estrella de Hollywood de la década de los 60s. Por supuesto, se aseguró de que no hubiera adultos cerca, de lo contrario se habría metido en grandes problemas. Intentaba usar cualquier momento conveniente para fumar uno o dos cigarrillos, y no se daba cuenta de que en poco tiempo se había convertido en un fumador compulsivo. Dan ni siquiera se tomó el tiempo para detenerse y pensar que era poco saludable o peligroso, ¡simplemente lo disfrutaba mucho!
Pero no pudo evitar experimentar algunos problemas. En primer lugar, era menor de edad, por lo que era pesado tratar de conseguir los cigarrillos. Tenía que encontrar a hombres mayores cada vez y pedirles que le hicieran el favor, y obviamente no lo hacían gratuitamente. Luego estaba el dinero. Los cigarrillos son caros, y como todos los adolescentes, Dan nunca tenía el dinero suficiente. Y la parte más difícil era tener que esconder su hábito de sus padres. Esto implicaba esforzarse mucho para deshacerse del olor. Las mentas se convirt