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Madrid, 07 dic (efesalud.com). Fumar y beber alcohol, juntos, potencian un 500% la posibilidad de un cáncer de cabeza y cuello; pero no se queda ahí este dato mayúsculo: los tratamientos para detener el avance tumoral en la cavidad oral (cirugía, radioterapia y quimioterapia) deterioran gravemente las encías, los dientes, con caries o pérdidas dentarias, y el hueso mandibular, con necrosis (ORN)

Un cáncer de cavidad oral se puede localizar en la zona labial; en el paladar duro, sin llegar hasta la campanilla; en el suelo de la boca, por debajo de la lengua; en los dos tercios anteriores a la lengua; y en todas las encías, hasta llegar a la zona de las amígdalas... y en la mayoría de los casos, por desgracia, se detectan en estadios avanzados.

"Nos aparecerán llagas o nódulos en las zonas señaladas, o tendremos dificultades para hablar o para mover la lengua o tragar", apunta la doctora Lara iglesias, médico oncóloga del Hospital Universitario 12 de Octubre de Madrid.

"Si observamos estos síntomas -señala-, la mayoría de las veces nos estaríamos enfrentando a procesos benignos sin importancia; pero si transcurren siete o diez días, y estas heridas no remiten, convendría que nos viera un otorrinolaringólogo o una cirujana máxilofacial".

Cabe recordar que los pacientes de cáncer de cabeza y cuello en estadios 1 y 2, es decir, cuando las lesiones son muy pequeñas, tienen una tasa de curación del 80% o 90%, por lo que es imprescindible acudir al médico cuanto antes al percibir algún señal de alarma.

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