Celada de Roblecedo, montaña palentina

  • hace 13 años
Siendo mi padre de Celada, desde niños nos desplazábamos a este bello lugar, normalmente en las fiestas, donde nuestros abuelos y tíos nos esperaban para darnos un abrazo y agasajarnos con una comida de lujo. A veces regresábamos a altas horas de la noche, cruzando valles, bosques y praderas, para dormir una hora y comenzar las faenas de la temporada.

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