Nunca los churros habían salido tan caros. Cualquier fritura tiene hoy un coste que nadie podía imaginar. Lo que está pasando es consecuencia directa de la invasión rusa, que ha cortado el suministro de una materia prima imprescindible para España. Ucrania produce la mitad del aceite de girasol del mundo y nuestras importaciones representan un 60%. Los reporteros del programa viajan por todo el país para comprobar cómo afecta a la cadena productiva el desabastecimiento de un aceite barato y clave en la hostelería y la industria alimentaria. El efecto dominó ha tocado de lleno a la producción conservera. Hasta el 24 de febrero llegaban a España 10 buques aceiteros al mes, procedentes de Ucrania. Ahora apenas descargan dos. Se buscan, a contrarreloj, sustitutivos de los 350 millones de litros de aceite de girasol que necesitamos. ¿Volveremos a consumir aceite de palma o de colza? ¿La solución a esta crisis puede estar en nuestros campos?
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