Fumar puede ser el factor que más contribuya al deterioro cognitivo y a que las personas mayores desarrollen o no demencia, según una nueva investigación. Los investigadores del University College de Londres analizaron combinaciones de estilos de vida utilizando datos de 32.000 adultos. Utilizaron cuatro factores clave del estilo de vida: tabaquismo, consumo de alcohol, actividad física y contacto social. Durante un periodo de 10 años, los fumadores experimentaron un deterioro de la memoria de 0,17 desviaciones más que los no fumadores. Las puntuaciones de fluidez verbal de los fumadores también disminuyeron 0,16 desviaciones más que las de los no fumadores. Los fumadores que consumían mucho alcohol, hacían poco ejercicio y tenían un contacto social limitado experimentaron un deterioro cognitivo más rápido.
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