Los protagonistas de este capítulo son Christopher Isherwood y Antonio Orihuela.
Christopher Isherwood resulta tan atractivo que “es como el abuelo que hubiera querido tener”, dice Merino. Tierno, evocador, tremendamente comprensivo con sus personajes, el autor inglés es uno de los más interesantes del periodo de entreguerras. Amigo del poeta Auden, con quien viajó a China y escribió varias obras de teatro, fue un hombre cosmopolita que vivió distintas temporadas en Alemania y Francia, hasta que emigró a California para escribir guiones y allí se quedó.
Adios a Berlín es nuestra obra fetiche. Se trata de la novela en la que está inspirada la película Cabaret y el inolvidable personaje de Sally Bowls. Basada en la propia vivencia de su autor en la capital alemana, describe cómo a pesar de haber hallado en Berlín lo mejor de la vida, debe abandonarla por la intolerable ascensión del nazismo. Otra obra reseñada es Christopher y su gente, magnífica novela autobiográfica publicada en España en una preciosa edición de VERSAL, en la que Isherwood es al mismo tiempo protagonista y objeto de análisis del narrador. También recomendamos Las manos de Jacob, novela escrita a dúo entre Isherwood y su amigo Aldous Huxley, cuando ambos estaban en Hollywood.
Antonio Orihuela da la réplica al maestro inglés, de la mano de Gonzalo Escarpa. Poeta onubense nacido en 1960, es autor de X, libro de poesía experimental que nada tiene que ver con la pornografía sino con la no-escritura. Nos explicamos: Orihuela toma una novela del Far West de aquellas de kiosko y se dedica a borrar texto para hacer aflorar otras realidades. Destruye la obra previa y la borra para crear una nueva en la que el significado radica tanto en los huecos libres como en lo queda del texto anterior, componiendo uno nuevo. Aquí la disposición tipográfica es muy relevante, pues hace aflorar todo un discurso poético.
Cada lunes, un nuevo programa en www.literalia.tv
Christopher Isherwood resulta tan atractivo que “es como el abuelo que hubiera querido tener”, dice Merino. Tierno, evocador, tremendamente comprensivo con sus personajes, el autor inglés es uno de los más interesantes del periodo de entreguerras. Amigo del poeta Auden, con quien viajó a China y escribió varias obras de teatro, fue un hombre cosmopolita que vivió distintas temporadas en Alemania y Francia, hasta que emigró a California para escribir guiones y allí se quedó.
Adios a Berlín es nuestra obra fetiche. Se trata de la novela en la que está inspirada la película Cabaret y el inolvidable personaje de Sally Bowls. Basada en la propia vivencia de su autor en la capital alemana, describe cómo a pesar de haber hallado en Berlín lo mejor de la vida, debe abandonarla por la intolerable ascensión del nazismo. Otra obra reseñada es Christopher y su gente, magnífica novela autobiográfica publicada en España en una preciosa edición de VERSAL, en la que Isherwood es al mismo tiempo protagonista y objeto de análisis del narrador. También recomendamos Las manos de Jacob, novela escrita a dúo entre Isherwood y su amigo Aldous Huxley, cuando ambos estaban en Hollywood.
Antonio Orihuela da la réplica al maestro inglés, de la mano de Gonzalo Escarpa. Poeta onubense nacido en 1960, es autor de X, libro de poesía experimental que nada tiene que ver con la pornografía sino con la no-escritura. Nos explicamos: Orihuela toma una novela del Far West de aquellas de kiosko y se dedica a borrar texto para hacer aflorar otras realidades. Destruye la obra previa y la borra para crear una nueva en la que el significado radica tanto en los huecos libres como en lo queda del texto anterior, componiendo uno nuevo. Aquí la disposición tipográfica es muy relevante, pues hace aflorar todo un discurso poético.
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