CHILE, 7 de septiembre de 1986: “Operación Siglo XX ¡Acabar con el Dictador”!

  • el mes pasado
POR DICK EMANUELSSON
Desde Suecia a Chile para eliminar al Dictador

El 11 de septiembre son 40 años desde el Golpe de Estado en Chile. El reportero en Latinoamérica, Dick Emanuelsson entrevistó a César Bunster, segundo hombre de la logística en lo que el 7 de septiembre de 1986 fue “la Operación Siglo XX”. Este es el relato cómo se planeó y ejecutó la Emboscada contra el Tirano que casi costó la vida al general Pinochet.

SANTIAGO de Chile / Se sentía en el aire esos días en el mes de septiembre de 1986 con sus frios y húmedos días invernales. Sentía más frío en Chile que durante el servicio militar como infanterista en los bosques suecos con 20-40 grados bajo cero. En Chile se sentía que algo estaba pasando. La pregunta fue ¿qué?

El tono en las transmisiones de las emisoras Radio Moscú o Radio Habana se escuchaba cada noche con más optimismo. Esos canales radiales, manejados por chilenos en exilio, eran invalorables para informar sobre lo que pasaba en el país ya que los medios chilenos actuaban bajo control del régimen. No solo informaban, en realidad fueron organizadores colectivos para la lucha antifascista contra la dictadura que había derrocado la Unidad Popular y el presidente Salvador Allende en un golpe sangrienta el 11 septiembre de 1973...

El 1983 fue el año cuando el pueblo chileno perdió su miedo ante la dictadura. Ya había yo en el mes de julio el mismo año. Para cada Protesta Nacional que se realizaba cada mes de partir del mes de marzo 1983, se adhirió más sectores a la lucha frontal contra el régimen militar.

Durante diez años la dictadura había tenido Chile con una mano de hierro. Había habido protestas públicas pero esporádicas. Pero desde el 8 de marzo de 1983, el pueblo se levantó. El 18 de agosto ese año, ante la amplitud y la beligerancia de las protestas, Pinochet mandó el Ejército a las calles para derrotar la resistencia en las Poblaciones, los asentamientos populosos y nidos de la lucha clandestina y antifascista. Solo en Santiago fueron asesinadas 28 personas en la noche el 18-19 de agosto cuando los pobres reconquistaron el poder en sus barrios proletarios. Solo las balas asesinas pudieron frenar el levantamiento.

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