Esta entrevista arranca en Algeciras, el lugar donde Almudena Ariza vivió los mejores momentos de su infancia: "Pasaba los veranos en un pueblecito llamado Palmones, asilvestrada. Ahí me enamoré del flamenco y de la guitarra, empecé a escribir y me enamoré por primera vez". Pero antes de empezar a ligotear y a tocar sus primeros acordes, pasaba mucho tiempo junto a su abuela escuchando radionovelas: "Ama Rosa, Lucecita, Los Porretas eran un clásico en casa. Y allí estábamos las dos, en la cama y con una bolsita de galletas Paciencias, pegaditas al transistor". Siendo cuatro hermanos, ella fue un pilar fundamental en su vida. Fue la mejor lectora de cuentos, la mejor contadora de historias y la que organizaba los mejores juegos de maestras: "Era mi actividad favorita. Nos ponía deberes extra y leíamos, por eso éramos niños tan aplicados y tan empollones"."¿Quién era Manolo?", le ha preguntado Mara: "Era el enterrador del pueblo de mi abuela, pero también era un guitarrista maravilloso que, si hubiera tenido más oportunidades, probablemente habría sido un gran artista. Él era alfabeto y fue mi maestro de música de guitarra flamenca. A la hora de la siesta, que yo era muy rebelde y no me apetecía nada perder mi tiempo durmiendo más de la cuenta, venía Manolo a mi casa y me enseñaba". En ese momento su sueño era convertirse en concertista de guitarra y se veía viajando por todo el mundo como Paco de Lucía, paseándose con la guitarra a cuestas y descubriendo lugares, pero se cruzó en su vida un anuncio de radio en el que ofrecían trabajo en Radio Algeciras: "Yo estaba buscando algún trabajillo de verano para sacarme algo de dinero y, cuando escuché que buscaban gente, mandé una carta y, para mi sorpresa, me llamaron para un programa de música". Junto a una compañera de la radio, planeó un viaje a los carnavales de Cádiz. No tenían mucho dinero, así que decidieron hacer autostop y probar suerte: "Paró un Mercedes y era Camarón de la Isla".
Category
🗞
Noticias