¿Padeces el codo de la suegra?
Madrid, 22 abr (efesalud.com). La doctora Marta Guillén Vicente, traumatóloga de la Clínica CEMTRO de Madrid, nos explica en este vídeoblog en qué consiste el dolor agudo que nos causa un golpe repentino y seco en la zona cubital del codo, una lesión "de extrema importancia" que se describe en el acervo popular más irónico como "el hueso de la risa o el golpe de la suegra" por sus consecuencias pasajeras.
"Tras el impacto notamos un calambre intenso que discurre por todo el antebrazo y llega incluso a hormiguear el cuarto y el quinto dedo de la mano, anular y meñique; ocurre por una neuritis o inflamación del nervio cubital -ulnar- que pasa justo entre la epitróclea -cóndilo inferior e interno del húmero- y el olécranon -extremo superior del hueso cúbito, prominencia dorsal del codo-", detalla.
"Este canal de aproximadamente 4 milímetros también se sobrecarga cuando estamos con el codo en flexión o extensión completa -continúa la jefa de la Unidad de Mano y Miembro Superior-, ya sea sobre el reposabrazos de la silla de la oficina, mientras se estudia un examen o una oposición con los puños puestos en la cara o cuando leemos un libro cautivador en la cama".
En ocasiones, esta molestia acaba dando una sintomatología adormecedora que necesita cirugía para liberar la presión en el nervio cubital.
A veces existen otras patologías asociadas, como la epitrocleitis o codo de golfista.
"Justo en la epitróclea, parte interior del codo, se inserta toda la musculatura flexora del antebrazo, es decir, que todos los movimientos que realizamos con la muñeca con hiperextensión y flexión del antebrazo condicionan la tensión de los tendones; un movimiento muscular típico del 'swing' en el golf", expone.
Cualquiera de estas patologías, tanto la presión en el nervio cubital, que nace en las cervicales, pasa por el hombro y avanza por el brazo, como la epitrocleitis, se pueden deber a un factor predisponente.
"Hay pacientes que sufrieron en el pasado una fractura en la zona del codo, lo que a su vez propició la desviación de ese mismo codo en valgo -hacia fuera-; o, si no existiera este tipo de antecedente traumático, muestran una desviación natural en valgo mayor de lo normal", señala.
Para la doctora Marta Guillén este codo de golfista o del jugador de béisbol, de las lanzadoras de jabalina, incluso de las tenistas y de los tenistas 'top ten', más renombrados por sus lesiones tendinosas en la parte externa de la articulación debidas al golpe de revés, se previene, como siempre, efectuando estiramientos musculares sistemáticos antes de la práctica deportiva.
MÁS VÍDEOS Y REPORTAJES: http://www.efesalud.com/
"Tras el impacto notamos un calambre intenso que discurre por todo el antebrazo y llega incluso a hormiguear el cuarto y el quinto dedo de la mano, anular y meñique; ocurre por una neuritis o inflamación del nervio cubital -ulnar- que pasa justo entre la epitróclea -cóndilo inferior e interno del húmero- y el olécranon -extremo superior del hueso cúbito, prominencia dorsal del codo-", detalla.
"Este canal de aproximadamente 4 milímetros también se sobrecarga cuando estamos con el codo en flexión o extensión completa -continúa la jefa de la Unidad de Mano y Miembro Superior-, ya sea sobre el reposabrazos de la silla de la oficina, mientras se estudia un examen o una oposición con los puños puestos en la cara o cuando leemos un libro cautivador en la cama".
En ocasiones, esta molestia acaba dando una sintomatología adormecedora que necesita cirugía para liberar la presión en el nervio cubital.
A veces existen otras patologías asociadas, como la epitrocleitis o codo de golfista.
"Justo en la epitróclea, parte interior del codo, se inserta toda la musculatura flexora del antebrazo, es decir, que todos los movimientos que realizamos con la muñeca con hiperextensión y flexión del antebrazo condicionan la tensión de los tendones; un movimiento muscular típico del 'swing' en el golf", expone.
Cualquiera de estas patologías, tanto la presión en el nervio cubital, que nace en las cervicales, pasa por el hombro y avanza por el brazo, como la epitrocleitis, se pueden deber a un factor predisponente.
"Hay pacientes que sufrieron en el pasado una fractura en la zona del codo, lo que a su vez propició la desviación de ese mismo codo en valgo -hacia fuera-; o, si no existiera este tipo de antecedente traumático, muestran una desviación natural en valgo mayor de lo normal", señala.
Para la doctora Marta Guillén este codo de golfista o del jugador de béisbol, de las lanzadoras de jabalina, incluso de las tenistas y de los tenistas 'top ten', más renombrados por sus lesiones tendinosas en la parte externa de la articulación debidas al golpe de revés, se previene, como siempre, efectuando estiramientos musculares sistemáticos antes de la práctica deportiva.
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