Los griegos no reciben con esperanza las elecciones del domingo

  • hace 10 años
Un comedor de beneficencia al aire libre en pleno centro de Atenas. Aquí el ambiente no se presta a confiar en el futuro, sea cual sea el resultado de las legislativas. Después de tantos años de penuria y difucultades, el único objetivo es procurarse un plato de comida.
Constantinos Polychronópoulos perdió su trabajo hace cuatro años y creó “El Otro Humano”, una asociación que da de comer a los necesitados. En 2011 servían de 50 a 60 platos al día. Ahora son 450.

“Da igual quién gane: yo voy a seguir estando en paro, y seguiré sin tener ni un euro en el bolsillo. Por eso no me importa si tenemos euros o dracmas. Yo no tengo esos dilemas y hay tres o cuatro millones griegos, la mitad de Grecia, que están como yo”, asegura Polychronópoulos.

Un pesimismo en el futuro que comparten los pequeños empresarios, sobre todos los que se atrevieron a montar sus empresas durante la crisis. Pero por razones muy diferentes. Lo que más temen ellos es la incertidumbre. Apostolis, informático, pensó

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