Diez días de cine en la ciudad griega de Tesalónica

  • hace 10 años
El Festival de Cine de Tesalónica es, desde hace medio siglo, el más importante de Grecia y el evento cultural más destacado de la ciudad.

En la 55 edición que se celebra este año participan 150 películas. 14 de ellas competirán por el “Alejandro de Oro”, el galardón más importante del evento.

Y, como siempre, el festival presenta también una selección de las películas favoritas del público.

“El cine que presentamos aquí pretende informar a la gente de las todas las tendencias de este arte. Esperamos que en el futuro esto nos lleve al nacimiento de una nueva generación de directores de cine. Las entradas, como cada año, están agotadas. Estoy encantado. Siempre me llevo la misma sorpresa. Existen puntos en común entre el festival y el público. Tenemos el mismo punto de vista”, explica Dimitris Eipides, director del festival.

Este año el festival rinde homenaje a uno de los directores independientes más destacados de los últimos años, el estadounidense de origen iraní Ramin Bahrani.

Su última película, “99 Homes”, nos cuenta la historia de un hombre que pierde su casa y en su intento de devolver un hogar a su familia, se verá envuelto en un mundo de transacciones en la sombra y ambigüedad moral.

Pero, ¿qué quiere decir ser un director independiente?

“Creo que hoy es difícil ser independiente, ya no como director de cine, sino como persona, afirma Bahrani. Porque el mundo te dice constantemente cómo debes comportarte, lo que debes pensar y lo que tienes que hacer desde que eres pequeño hasta el final. Creo que la vida te dice siempre no mientras que una persona independiente dirá siempre sí”.

El director serbio Želimir Žilnik es otra de las figuras homenajeadas este año en Tesalónica. Žilnik pertenece a la “Ola negra”, una corriente del cine yugoslavo de los años 60 y principios de los 70.

El cine es, para el director serbio, “un instrumento para conocer a la gente”. Žilnik ha dedicado de hecho toda su carrera a explorar la experiencia humana y la vida cotidiana, sobre todo la de aquellos que se encuentran al margen de la sociedad.

Desde 1967, Žilnik ha realizado más de 50 películas.

“Para mí, hacer una película es un proceso de aprendizaje. La cámara y el equipo abren muchas puertas. En realidad, si no
hubiese sido director de cine no hubiese podido conocer tanto
la naturaleza de las personas y de la sociedad”, explica el director serbio.

Una de las dos películas griegas que participan en la competición internacional es “Norway”, un filme surrealista escrito en clave de de humor protagonizado por un vampiro diferente. La película transcurre en los años 80 en Atenas. Yiannis Veslemes es su director.

“He intentado crear, de alguna manera, un vampiro diferente a los demás. Es decir, con las mismas cualidades y características de un chico griego contemporáneo. Es un vampiro de los Balcanes. A pesar de su apariencia y de su manera de moverse se trata de un vampiro totalmente diferente a los de tradición gótica”, asegura Veslemes.

“Tesalónica vive al ritmo del festival. Serán diez días de películas y de directores de cine. A pesar de los recortes presupuestarios del festival y la ausencia de grandes estrellas, todas las entradas ya han sido vendidas simplemente porque aquí a la gente le gusta el buen cine”, explica Yorgos Mitropoulos, de euronews.

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