Las caídas de la cama hospitalaria

  • hace 10 años
Madrid, 26 ago (efesalud.com). La enfermera Almudena Santano Magariño, especialista en Urgencias del Hospital Gregorio Marañón, trata de prevenir, con este vídeoblog formativo, las caídas de la cama en un hospital, ya que "una de cada tres personas que ingresa en un centro sanitario tendrá muchas posibilidades de acabar en el suelo de la habitación", sobre todo si es mayor de 65 años de edad.

La consecuencias de las caídas son leves -contusiones, abrasiones o torceduras-, y graves -fracturas de los huesos de la cadera, traumatismos craneoencefálicos e incluso el fallecimiento del paciente-.

"Si su madre o su padre, un abuelo o un familiar con una enfermedad crónica, están hospitalizados, es necesario prevenir las caídas de la cama, un incidente predecible que se puede minorar siguiendo algunas indicaciones que ayudan mucho al personal sanitario", nos dice Almudena:

Comunique en el control de enfermería que el paciente se queda solo.

Compruebe los bloqueos de las ruedas en la cama o en la silla de paseo.

Deje cerca de sus manos lo que va a necesitar durante su estancia en la cama: las zapatillas para bajarse con ellas puestas y el timbre de aviso a las enfermeras.

Deje cerca de sus manos los objetos de uso personal: el móvil, los dispositivos electrónicos, libros, revistas, periódicos o el mando a distancia de la televisión.

Deje la cama en la posición de altura más baja y subidas las barandillas laterales de protección -las camas hospitalarias son más altas que las hogareñas-. Es por la seguridad del enfermo.

Si ocurre una caída, aunque no tenga consecuencias, comuníquelo al personal de enfermería.

Como los pacientes requieren cierto tiempo de recuperación en la cama, ya sea por la patología que sufren o por la edad, el sedentarismo los acompaña a todas horas.

"Es conveniente realizar a diario una serie de ejercicios físicos para mantener el tono de los músculos y sobrellevar la inmovilidad, siempre que estos movimientos músculo esqueléticos estén prescritos por el médico o la enfermera", señala Almudena:

Flexione la rodilla de una pierna y llévesela al pecho con tranquilidad. Luego la otra. Unas cuantas veces.

Con la piernas arqueadas, levante las nalgas del colchón. Al menos tres veces, sin forzar.

Rote el tórax y las extremidades hacia los lados de la cama, sujetándose a las barandillas si es necesario para apoyarse y tener mayor fuerza.

Sentado al borde de la cama, levante una pierna y luego la otra.

Las zapatillas de andar por la habitación, de ir al aseo o de paseo por la planta de hospitalización suelen ser causantes de tropiezos o caídas de la cama.

"Son fundamentales, ya que el enfermo no puede andar descalzo, y se tienen que poner cuando el paciente está sobre el colchón. Mejor cerradas, con tacón y suela de goma para que no se deslicen sobre el suelo", dice.

Cuando una persona se encuentra hospitalizada en cama, suele perder la orientación espacial y temporal.

Es importante que "orientemos" con frecuencia a nuestros seres queridos con fecha, hora y localización. Los relojes y los medios de comunicación, son recursos tranquilizadores en muchos de estos casos.

Para levantarse de la cama también es necesario cumplir una especie de ritual, máxime si el paciente ha sufrido algún percance anterior y tiene miedo:

Nos incorporamos y nos quedamos sentados durante un tiempo suficiente de adaptación a la nueva postura.

Sacamos una pierna y luego la otra, acercándonos al borde de la cama. Con los brazos extendidos y apoyados sobre el colchón, haciendo de trípode con el tórax, nos adaptamos a la postura.

Para no hacer un movimiento pendular hacia delante y caer de cara al suelo, alguien o algo tiene que hacer de apoyo o parapeto. Nos dejamos caer suavemente al suelo.

Las estadísticas muestran que, a pesar de la buena voluntad de pacientes, las personas se caen al suelo desde la cama o cerca de la cama. En ocasiones, la culpa la tiene la pernera del pijama, que arrastra y se engancha, o una mala iluminación de la habitación.

Si se produce una caída (el 60% de las veces en los domicilios privados), lo primero es pedir auxilio a las enfermeras. Si el paciente está solo en la habitación, y está consciente, deberá gritar socorro.

Si la caída no es grave, y queremos levantarnos, nos situaremos boca abajo, para luego, de forma lenta y paulatina, aproximar las manos hacia las rodillas. Después de estabilizarnos, giraremos hacia la cama para enfrentarnos al colchón en "la postura del caballero". Entonces, apoyando ambas manos en la cama, nos incorporamos hasta levantarnos y tumbarnos, o bien, sentarnos en una silla.

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