Eutanasia para menores en Bélgica

  • hace 11 años
La eutanasia para adultos en Bélgica, y ahora también para los menores de edad. Este jueves el Parlamento belga vota la medida para abolir las restricciones de edad que tiene un amplio apoyo en el país y también cuenta con una fuerte oposición. Los que están en contra temen que se pueda persuadir de alguna manera a los niños para que se inclinen por esta opción. Bélgica será el segundo país que autoriza la muerte asistida a los menores.

“Solamente Holanda ha legalizado la eutanasia de los niños y ha habido cinco o seis casos en diez años. Esto no responde a ninguna necesidad sino que es un proceso que nos parece esencialmente de naturaleza ideológica”, dice este hombre.

“Hoy día existen otros medios para acabar con el sufrimiento de un niño que está muy enfermo, sin tener que aplicar un procedimiento letal que es una barbaridad para nuestra civilización”, explica este otro.

Hasta ahora en Bélgica los menores tienen que esperar a tener 18 años para pedir que se les someta a la eutanasia. Entre los médicos también hay difererentes opiniones. Nos hemos ido a un hospital en Bruselas donde se trata a niños con cáncer.

“Los cuidados paliativos que se aplican sin control, que van aumentando la dosis hasta que el paciente muere porque una de esas dosis es letal. Y eso no se controla”, responde Michel Deneyer, pediatra.

Esta madre perdió a su hijo, enfermo de cáncer de hígado. Dice que si esta ley hubiera existido antes y el niño lo hubiera pedido, ella no hubiera dudado ni un momento. Después tuvo otro niño.

“Uno de los miedos que tiene la gente cuando se habla de eutanasia para adultos es todo lo que puede haber detrás de esto, del hecho de practicar la eutanasia a un adulto, la cuestiones de la herencia, de sucesión. Cuando se trata de un niño eso no existe. Porque lo único que importa, cuando se trata de un niño, es que el dolor desparezca”, asegura Marijke Bachely.

Esta ley incluye varios requisitos, como la autorización de los padres y que el menor demuestre capacidad para discenir con psiquiatras y psicólogos. Según los especialistas, está pensada para los niños con cáncer terminal o dolor insoportable.

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