Xavier Vidal - Folch reflexiona sobre las últimas noticias sobre la compra de la Casa Orsola por el Ayuntamiento de Barcelona
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00:00Hay vías constructivas de asegurar el derecho al techo. La compra de la casa Orsola por
00:08el Ayuntamiento de Barcelona y la fundación sin ánimo de lucro Habitat 3, que había
00:13generado intensas protestas por los desahucios en marcha, es una de ellas. Envienda un entuerto,
00:21acaba con varias expulsiones e incrementa los pisos públicos de alquiler, aunque, claro,
00:26no resuelve el problema de la vivienda con mayúsculas, pero es símbolo de algunas condiciones
00:32necesarias para afrontarlo con éxito. Cuatro al menos. Uno. No todos son iguales. No es
00:39lo mismo tener al sector público protegiendo a los vulnerables, como acaba de ocurrir,
00:43que echarlos de sus pisos para entregarlos a los fondos buitre. Es la diferencia entre
00:48Jaume Collboni, por ejemplo, y Ana Botella. Dos. Las soluciones a los conflictos se alcanzan
00:55mejor con mediación, en este caso entre ayuntamiento, vecinos y propiedad, aunque
01:00ésta llevase una estrategia especulativa. La negociación no se pudo hacer sentando
01:06a todos en la misma mesa, sino a través del método del confesionario, el defensor del
01:11pueblo local, hablando de una en una con todas las partes. Tres. Resolver el problema de
01:17la vivienda exige dinero, en este caso nueve millones, pagados a mitades por el municipio
01:23y la fundación, pero a nivel global urge mucho, mucho más para crear un gran parque
01:30público de pisos, no para convertir al Estado o a los municipios en propietarios de todo,
01:35sino para que condicionen el precio del mercado, sin necesidad de muchas prohibiciones o limitaciones.
01:42Y cuatro. Orsola es el símbolo de una solución colaborativa, como dice el alcalde Collboni,
01:50con el sector social, pero para extenderla se necesita que exista ese tercer sector social,
01:57como en los países Austria, Holanda o Dinamarca más avanzados en este asunto.