Cuando se cumplen 80 años de la liberación, cuatro víctimas del Holocausto narran su infancia en el campo de concentración nazi: “Me invadió el olor de los cuerpos quemados”, recuerda Janina, polaca de 84 años
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00:00Este rastro de tinta emborronada esconde un número que, tatuado en la piel, le ha recordado cada día de su vida el horror que vivió Nauswitz.
00:10Hoy Naftali tiene 92 años, pero no olvida la primera vez que cruzó esta puerta siendo solo un niño.
00:31Como él, Janina, de origen polaco, reprimió durante décadas los recuerdos en este campo de concentración liberado hace 80 años por el Ejército Rojo.
00:41Cuando llegué a Auschwitz, la sensación fue terrible, porque cuando salí del vagón, sentí el olor, el olor que conocía de Strablinka, el olor de cuerpos quemados.
00:56Me asusté, no sabía dónde estaba.
00:58Con el tiempo, al ver que cada vez había menos supervivientes que pudiesen narrar esta historia, decidieron dar el paso.
01:11La verdad es que, mientras Dios me da la fuerza física y mental para seguir haciendo esto, yo me he comprometido a seguir haciéndolo.
01:22Teresa, también de origen polaco, nunca quiso tener hijos por miedo a que pasasen por lo mismo que pasó ella.
01:30Hoy, una de las grandes preocupaciones de los últimos supervivientes de Auschwitz es que esta historia, que marcó sus vidas, no vuelva a repetirse.
02:01No sé si es mejor o peor que Auschwitz, pero es terrible.
02:08Así que no lo sé. Creo que no hemos conseguido hacer nada.
02:20Un suspiro que habla por sí solo al recordar la pesadilla de un lugar maldito que acabó con la vida de más de un millón de personas.