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NoticiasTranscripción
00:00pizzas de madera, espaguetis de plastilina, plátanos de tela, chorizo de
00:04plástico, cuchillos que no cortan, tenedores que no tienen punta, delantales
00:09que tienen la medida de un babero, cazos y sartenes en miniatura.
00:14¿Cuántas cocinitas habrán cargado los reyes este año y cómo las disfrutan, por
00:18cierto, los más pequeños? Claro que eso en lo que los niños ven un juguete, los
00:24padres y las madres casi vemos un deseo, el deseo de conseguir que se familiaricen
00:30más con la cocina, que acaben estableciendo vínculos sentimentales, no
00:33sé, con las zanahorias o que deseen hincarle el diente al aguacate. El
00:37siguiente paso es pasar de la cocinita a la cocina, a que se encaramen al taburete
00:42y se asomen a la encimera y empiecen a tocar, a mezclar, a aplastar, a cortar, a
00:48trocear, que comiencen a familiarizarse con el proceso que luego da lugar a ese
00:53plato que, es verdad, quizá no se coman. He de confesar, eso sí, que yo soy de esos
00:59padres a los que les ha costado abrir la cocina de par en par a los pequeños, para
01:04que no se manchen, para que no se lastimen, para que no rompan nada, para
01:09que no se hagan daño, en fin, para que no la líen. Sin embargo, la sé que es justo
01:14lo que tienen que hacer, liarla primero, liarla primero en la cocina, para
01:19entenderla después. A los reyes les pido paciencia para mí,
01:24curiosidad para los niños y quitagrasas para todos.