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NoticiasTranscripción
00:00Buenos días, hasta hace poco pernoctar en un hotel era más cómodo que solicitar un
00:04préstamo a un banco. Con la nueva normativa, el cliente de un hotel ha de dejar su teléfono
00:09fijo, su teléfono móvil y su dirección de mail, por no hablar de la tarjeta de crédito
00:14y del carnet de identidad, todo ello para abonar una factura de 50 euros. Ni siquiera
00:19está previsto que no disponga de alguno de estos artilugios. El Ministerio de Interior
00:24no ha detallado si la ausencia de teléfono fijo puede obligar a la intervención de las
00:29fuerzas del orden en la misma recepción del hotel para reducir a este huésped poco
00:34documentado. Está claro que el gobierno siente nostalgia de los mecanismos de confinamiento
00:39de la COVID, sin embargo, lo mínimo que se les puede exigir a los vigilantes es que no
00:44molesten demasiado a los vigilados. Los autores de las medidas exhaustivas de control aseguran
00:50que se persigue la seguridad de los ciudadanos. No me he sentido más seguro esta semana que
00:55la pasada y estoy seguro de que la próxima campaña veraniega será tan agobiante como
01:01la actual. Además, la exigencia minuciosa a los turistas se complementa con el caos
01:06absoluto en el tratamiento de la inmigración irracional.