Si quieres perder peso, tanto el entrenamiento con pesas como el ejercicio aeróbico pueden ayudarte, pero cada uno tiene sus puntos fuertes.
Los ejercicios aeróbicos, como correr o montar en bicicleta, queman más calorías durante el ejercicio.
Las pesas, en cambio, queman calorías incluso después del entrenamiento, porque los músculos se recuperan.
Para quienes buscan lo mejor de ambos mundos, el consejo es combinar las dos modalidades.
Mientras que el aeróbic quema calorías en el acto, hacer pesas ayuda a ganar masa muscular, lo que aumenta el gasto calórico diario, incluso en reposo.
El secreto para perder peso reside en el déficit calórico, es decir, gastar más calorías de las que se consumen.
Por eso, mezclar un poco de cada es la mejor estrategia: el aeróbic acelera la quema y el entrenamiento con pesas da un empujón a tu metabolismo.
No hace falta que pases horas entrenando, con sólo 30 minutos de cada uno puedes ver buenos resultados. Y recuerda: cada cuerpo reacciona a su manera, así que ajusta tu entrenamiento a tus circunstancias.
Los ejercicios aeróbicos, como correr o montar en bicicleta, queman más calorías durante el ejercicio.
Las pesas, en cambio, queman calorías incluso después del entrenamiento, porque los músculos se recuperan.
Para quienes buscan lo mejor de ambos mundos, el consejo es combinar las dos modalidades.
Mientras que el aeróbic quema calorías en el acto, hacer pesas ayuda a ganar masa muscular, lo que aumenta el gasto calórico diario, incluso en reposo.
El secreto para perder peso reside en el déficit calórico, es decir, gastar más calorías de las que se consumen.
Por eso, mezclar un poco de cada es la mejor estrategia: el aeróbic acelera la quema y el entrenamiento con pesas da un empujón a tu metabolismo.
No hace falta que pases horas entrenando, con sólo 30 minutos de cada uno puedes ver buenos resultados. Y recuerda: cada cuerpo reacciona a su manera, así que ajusta tu entrenamiento a tus circunstancias.
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