Monserrat, mejor conocida como la dama del órgano, cuando posa sus manos sobre el teclado sus dedos nos hacen sentir su pasión por la música, que no entiende de edades.
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00:00A sus 98 años, Monserrat necesita alguna ayuda para sentarse al banco de su órgano
00:07de estudio, pero cuando posa sus manos sobre el teclado, sus dedos nos hacen sentir su
00:14pasión por la música que no entiende de edades.
00:17Yo disfruto tocando, que es algo que llena mi vida.
00:21Y tampoco de oído, porque hace más de 30 años Monserrat perdió la audición casi
00:25por completo.
00:26En ese momento tuvo claro que seguiría tocando, aprendió a percibir la música aunque no
00:35escucha el sonido.
00:36La música no la oímos, no, sentimos, sentimos que nos mueve las entrañas, a veces nos
00:43hace sonreír, otras veces llorar.
00:47Porque para ella este instrumento es casi una extensión de su cuerpo, practica desde
00:51los 5 años y sigue estudiando 4 horas cada día.
00:55Por sus manos han pasado órganos imponentes como el de la Catedral de Ávila, y otros
01:02más modernos como el del Palau de la Música de Valencia.
01:05Y aunque hoy ya tiene que tirar de partitura para tocar alguna pieza completa, ni siquiera
01:11se plantea una retirada, sencillamente no se imagina su vida sin música.