• hace 7 meses
El francés Quentin Dupieux, disc jockey, músico y cineasta, viene practicando las artes del cine de bajo presupuesto (y, en más de un caso, de alto rendimiento) desde los tiempos de Nonfilm (2002), el relato de un hombre que despierta en medio de una filmación, sin tener idea de cómo llegó allí, segundos antes de que el protagonista de la ficción dentro de la ficción mate a una parte del equipo de rodaje. En nuestro país fue el Festival de Cine de Mar del Plata el que más atención le prestó a su obra, que incluye una película sobre un neumático asesino, Rubber (2010), y la más reciente Mandibules (2020), acerca de un par de jóvenes que se encuentran con una mosca gigante y deciden transformarla en fuente de ingresos económicos. Prolífico, veloz para los rodajes y crecientemente admirado por la crítica y las estrellas de su país, el ascenso a la Primera A llegó por estos días: su nuevo largometraje, Le deuxième acte, protagonizado por Léa Seydoux, Louis Garrel y Vincent Lindon, acaba de inaugurar nada menos que el Festival de Cannes.

Recomendada