And the winner is… ¡Puigdemont!
No se me aturullen ni se dejen enredar con los 42 escaños del PSC, los 20 de de ERC y los 6 de los ‘comunes’.
Hemos contado papeletas para hacer el paripé, porque hasta el más tonto sabía que, saliera lo que saliera de las urnas catalanas, el vencedor iba a ser el jefe de Junts.
Antes de las elecciones generales de julio de 2023, el fugado era un espectro. Hoy, por obra y gracia del socialista Sánchez, es quien manda en España.
Y los mismos 7 diputados nacionales que le permiten imponer su ley en La Moncloa, le servirán para mandar en Cataluña.
Decir que Illa es el candidato con más opciones de ser investido presidente de la Generalitat, ya que el independentismo -incluyendo los dos escaños de Aliança Catalana- se queda a 4 de la mayoría absoluta, es una pavada.
Da igual que los súbditos de Sánchez se pavoneen como vencedores de la contienda, porque la coyuntura -por culpa precisamente de ellos- es favorable a Puigdemont y al separatismo.
Y tras siete años de saltimbanqui por Europa, el presidente autonómico traidor, que se fugó en el maletero de un coche tras protagonizar un patética intento de golpe de Estado, será de aquí a nada investido de nuevo.
Le basta exigirlo, porque tiene en su mano tumbar a Sánchez y al marido de Begoña se le abren las carnes sólo de imaginar que se queda sin Falcón.
Desde el sur de Francia, dónde permanece de momento, ha hecho Puigdemont un llamamiento a Junqueras, Rufián y compañía para construir juntos un gobierno de ‘obediencia catalana’.
La derechona xenófoba de Junts y los zarrapastrosos izquierdistas de ERC suman 62 escaños, seis menos de la mayoría absoluta, pero al fugado se la trae floja.
Le basta que los socialistas se abstengan y lo harán, porque se lo ordenará Sánchez y si el jefe del PSOE dice a los suyos que se tiren por un puente o se dediquen a la zoofilia, la banda ‘progre’ se precipita al vacío sin pestañear o se pone con frenesí a buscar rebaños de cabras.
La posibilidad de que Junqueras no se pliegue a Puigdemont y que tentado por Sánchez y pensando en los sueldos y chollos que eso lleva aparejado, se preste a reeditar el ‘tripartito de izquierdas’ con el CatComú de Ada Clau y Yolanda Díaz es remota.
ERC, que pierde 13 escaños, ha sido penalizado en electoralmente por aparecer como comparsa de los socialistas. Que el PSOE se haya hecho antiespañol y Rufián y sus pagafantas se postulen en el Congreso de los Diputados como ‘socios sumisos’ de Sánchez ha sido fatal para los republicanos.
Sera duro salir de los despachos y perder tanta prebenda, pero me da que a los de ERC no les queda otra y que a la hora de la verdad se pondrán a las órdenes de Puigdemont o forzarán la repetición de elecciones.
Hasta el 26 de agosto, cuando expiran los plazos, veremos mucho postrero y sobre todo chalaneo.
No descarten -damas y caballeros- que el marido de Begoña monte otro sainete y se retire al cuarto de baño de La Moncloa a reflexionar.
Motivos no le van a faltar.
No se me aturullen ni se dejen enredar con los 42 escaños del PSC, los 20 de de ERC y los 6 de los ‘comunes’.
Hemos contado papeletas para hacer el paripé, porque hasta el más tonto sabía que, saliera lo que saliera de las urnas catalanas, el vencedor iba a ser el jefe de Junts.
Antes de las elecciones generales de julio de 2023, el fugado era un espectro. Hoy, por obra y gracia del socialista Sánchez, es quien manda en España.
Y los mismos 7 diputados nacionales que le permiten imponer su ley en La Moncloa, le servirán para mandar en Cataluña.
Decir que Illa es el candidato con más opciones de ser investido presidente de la Generalitat, ya que el independentismo -incluyendo los dos escaños de Aliança Catalana- se queda a 4 de la mayoría absoluta, es una pavada.
Da igual que los súbditos de Sánchez se pavoneen como vencedores de la contienda, porque la coyuntura -por culpa precisamente de ellos- es favorable a Puigdemont y al separatismo.
Y tras siete años de saltimbanqui por Europa, el presidente autonómico traidor, que se fugó en el maletero de un coche tras protagonizar un patética intento de golpe de Estado, será de aquí a nada investido de nuevo.
Le basta exigirlo, porque tiene en su mano tumbar a Sánchez y al marido de Begoña se le abren las carnes sólo de imaginar que se queda sin Falcón.
Desde el sur de Francia, dónde permanece de momento, ha hecho Puigdemont un llamamiento a Junqueras, Rufián y compañía para construir juntos un gobierno de ‘obediencia catalana’.
La derechona xenófoba de Junts y los zarrapastrosos izquierdistas de ERC suman 62 escaños, seis menos de la mayoría absoluta, pero al fugado se la trae floja.
Le basta que los socialistas se abstengan y lo harán, porque se lo ordenará Sánchez y si el jefe del PSOE dice a los suyos que se tiren por un puente o se dediquen a la zoofilia, la banda ‘progre’ se precipita al vacío sin pestañear o se pone con frenesí a buscar rebaños de cabras.
La posibilidad de que Junqueras no se pliegue a Puigdemont y que tentado por Sánchez y pensando en los sueldos y chollos que eso lleva aparejado, se preste a reeditar el ‘tripartito de izquierdas’ con el CatComú de Ada Clau y Yolanda Díaz es remota.
ERC, que pierde 13 escaños, ha sido penalizado en electoralmente por aparecer como comparsa de los socialistas. Que el PSOE se haya hecho antiespañol y Rufián y sus pagafantas se postulen en el Congreso de los Diputados como ‘socios sumisos’ de Sánchez ha sido fatal para los republicanos.
Sera duro salir de los despachos y perder tanta prebenda, pero me da que a los de ERC no les queda otra y que a la hora de la verdad se pondrán a las órdenes de Puigdemont o forzarán la repetición de elecciones.
Hasta el 26 de agosto, cuando expiran los plazos, veremos mucho postrero y sobre todo chalaneo.
No descarten -damas y caballeros- que el marido de Begoña monte otro sainete y se retire al cuarto de baño de La Moncloa a reflexionar.
Motivos no le van a faltar.
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