La pregunta es si el enamorado Sánchez esta mejor o peor que antes de la llorosa carta en Twiter y de sus cinco días de ejercicios espirituales en un cuarto de baño de La Moncloa.
Mi diagnóstico es que peor, bastante peor.
El sainete le sirvió para certificar que el claudicante PSOE aprobará arrobado hasta la zoofilia, si él se lo exigiese y que todavía puede todavía engañar a pagafatas como Rufián, quien arruinó las escasas posibilidades que ERC tenía de superar a Junts en las autonómicas catalanas de este 12 de mayo, implorando a Sánchez que no se marchase.
Tengo la impresión de que cada mañana es un sinvivir para el marido de Begoña y sus mariachis.
Miran la prensa, los odiados digitales, sobre todo, y el día que no leen que el juez Peinado ordena a la UCO husmear en las actividades de Begoña Gómez, se enteran de que la Diputación de Badajoz inicia una investigación sobre la oficina del hermano de Sánchez.
Y por el medio salta que la Junta Electoral abre expediente sancionador a Tezanos, el del CIS socialista; que RTVE deberá compensar al resto de partidos por la entrevista-masaje a su amo, que la tenida Yolanda Díaz es demandada ante los tribunales por ocultar sus gastos y dietas en viajes cargados al sufrido contribuyente y que pillan en el Senado a Abalos mintiendo como un descosido y ocultando maletas .
El amenazante ‘punto y aparte’, que anunció Sánchez este 29 de abril de 2024, no ha taponado ninguna de las vías de agua por las que naufraga el Gobierno Frankenstein.
De hecho, ha abierto nuevas grietas, porque el objetivo era amedrentar a los jueces y amordazadar a los periodistas no adictos al régimen y ha sucedido exactamente lo contrario.
Quería el pájaro que no se hablase de los apaños de Begoña y ha conseguido que él, ella y la corrupción aparezcan en los titulares de toda la prensa internacional.
Y para colmo de males va un macarra como el ministro Óscar Puente e insulta al presidente Milei, lo que no deja a este otra opción que entrar en la pelea acusando en documento oficial a Sánchez hasta de erosionar la unidad de España.
Y mientras tanto, a la espera de nuevos informes contrarios a la ilegal amnistía, fracasada su gira internacional en apoyo a la Palestina de Hamas y con Puigdemont amagando con presentarse en Barcelona este sábado, el ‘Begoñagate’ sigue inexorable su curso.
Acostumbrado a que los ricachones del IBEX 35 se acongojen a la mínima, silenciada la Iglesia por sus pecados, domesticada la Prensa de tarjeta oro y comida de empresa, sometidos los pintamonas del Cine, soyuzgada la Universidad y alineadas las Academias, Sánchez pensó que todo el monte era orégano. Se vino arriba y anunció que iba a meter en vereda a los online indómitos, a los cimarrones de las redes sociales y a todo periodista que no doblase la cerviz.
Vas listo paisano.
No es vayamos a jugar duro, que ya lo estamos haciendo. Es que vamos a jugar sucio, como tu… si es preciso.
Mi diagnóstico es que peor, bastante peor.
El sainete le sirvió para certificar que el claudicante PSOE aprobará arrobado hasta la zoofilia, si él se lo exigiese y que todavía puede todavía engañar a pagafatas como Rufián, quien arruinó las escasas posibilidades que ERC tenía de superar a Junts en las autonómicas catalanas de este 12 de mayo, implorando a Sánchez que no se marchase.
Tengo la impresión de que cada mañana es un sinvivir para el marido de Begoña y sus mariachis.
Miran la prensa, los odiados digitales, sobre todo, y el día que no leen que el juez Peinado ordena a la UCO husmear en las actividades de Begoña Gómez, se enteran de que la Diputación de Badajoz inicia una investigación sobre la oficina del hermano de Sánchez.
Y por el medio salta que la Junta Electoral abre expediente sancionador a Tezanos, el del CIS socialista; que RTVE deberá compensar al resto de partidos por la entrevista-masaje a su amo, que la tenida Yolanda Díaz es demandada ante los tribunales por ocultar sus gastos y dietas en viajes cargados al sufrido contribuyente y que pillan en el Senado a Abalos mintiendo como un descosido y ocultando maletas .
El amenazante ‘punto y aparte’, que anunció Sánchez este 29 de abril de 2024, no ha taponado ninguna de las vías de agua por las que naufraga el Gobierno Frankenstein.
De hecho, ha abierto nuevas grietas, porque el objetivo era amedrentar a los jueces y amordazadar a los periodistas no adictos al régimen y ha sucedido exactamente lo contrario.
Quería el pájaro que no se hablase de los apaños de Begoña y ha conseguido que él, ella y la corrupción aparezcan en los titulares de toda la prensa internacional.
Y para colmo de males va un macarra como el ministro Óscar Puente e insulta al presidente Milei, lo que no deja a este otra opción que entrar en la pelea acusando en documento oficial a Sánchez hasta de erosionar la unidad de España.
Y mientras tanto, a la espera de nuevos informes contrarios a la ilegal amnistía, fracasada su gira internacional en apoyo a la Palestina de Hamas y con Puigdemont amagando con presentarse en Barcelona este sábado, el ‘Begoñagate’ sigue inexorable su curso.
Acostumbrado a que los ricachones del IBEX 35 se acongojen a la mínima, silenciada la Iglesia por sus pecados, domesticada la Prensa de tarjeta oro y comida de empresa, sometidos los pintamonas del Cine, soyuzgada la Universidad y alineadas las Academias, Sánchez pensó que todo el monte era orégano. Se vino arriba y anunció que iba a meter en vereda a los online indómitos, a los cimarrones de las redes sociales y a todo periodista que no doblase la cerviz.
Vas listo paisano.
No es vayamos a jugar duro, que ya lo estamos haciendo. Es que vamos a jugar sucio, como tu… si es preciso.
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