Carlos Canino, agregado del Buró de Alcohol, Tabaco y Armas de Fuego, (ATF, por sus siglas en inglés) dijo que el operativo 'Rápido y Furioso' abasteció a cárteles mexicanos de rifles de alto poder suficientes para armar un regimiento completo de rangers.
Carlos Canino participó en la tercera audiencia congresional sobre la investigación del fallido operativo.
Documentos de investigación revelaron que las armas cruzadas a México como parte de Rápido y Furioso llegaron a manos del Cártel de Sinaloa, liderado por Joaquín Guzmán Loera, alias, 'El Chapo', de Teodoro García Simental, alias, 'El Teo' y del Cártel de 'La Familia Michoacana'.
"La mayoría de esas armas han sido decomisadas a criminales dedicados al tráfico de drogas, secuestro, extorsión y otros crímenes" dijo al comité José Wall, agente especial de ATF, asignado a Tijuana, Baja California, quien rechazó que los agentes asignados a México hubieran participado.
"Nunca creí que alguien dentro de ATF dejara que esas armas cruzaran y terminaran en manos de criminales en una operación aparentemente aprobada por el Departamento de Justicia, con la esperanza de atrapar un pez gordo" agregó.
William Newell, ex agente especial asignado a Phoenix, Arizona, dijo que la operación 'Rápido y Furioso' fue diseñada por la Fuerza de Tarea de Contra el Crimen Organizado y Narcotráfico (OCDETF) en 2009, como parte de la Estrategia de la Frontera Sur para combatir a los cárteles mexicanos, que finalizo en enero de 2010.
Explicó que el objetivo del operativo era identificar compradores, patrocinadores, transportistas y abastecedores de armas de los cárteles de drogas; interceptar, cuando fuera legal, armas de fuego destinadas a México, compartir cuando fuera necesario información con autoridades mexicanas y desarrollar información de inteligencia de organizaciones de tráfico de armas.
"Nunca fue propósito de la investigación permitir el transporte de armas a México y hasta donde yo sé, ninguno de los sospechosos en este caso, vio a ninguno de nuestros agentes cruzar la frontera con armas de fuego" señaló.
Newell dijo que "quisieron ser innovadores rastreando y decomisando armas compradas por terceros" y que durante el operativo Rápido y Furioso, "se hicieron razonables esfuerzos para compartir y coordinar información y detalles relevantes de la investigación con sus contrapartes mexicanas".
"Desde el inicio de la investigación en 2009, con las primeras consignaciones, hicimos esfuerzos razonables para mantener informado a nuestro colega representante de la PGR en Phoenix y mis colegas en la embajada en México" dijo Newell.
Newell aseguró que "inclusive invitó a fiscales mexicanos a participar en sesiones informativas con hechos del caso".
Carlos Canino dijo que " lo que ocurrió fue inexplicable y que agentes de ATF en México no fueron informados".
Darrell Gil, ex agregado de ATF en México, comenzó su intervención pidiendo disculpas a sus colegas mexicanos y al pueblo de México, por la operación 'Rápido y Furioso'."Espero que entiendan que esta operación se mantuviera en secreto para la mayoría de agentes de ATF, incluyendo a sus compañeros en México y porque la operación resultó en sufrimiento, dolor y muerte para el pueblo Mexicano." dijo.
Gil dijo que en 'Rápido y Furioso' hubo juicios pobres, mal manejo y falta de liderazgo, lo que significó un desastre.
José Wall dijo que la fallida operación "puso armas altamente letales en manos de gente que no tiene respeto por la vida humana, representa una amenaza para todos, amenaza de la que nadie es inmune, especialmente policías y militares mexicanos".
Durante la audiencia, Newell fue intensamente cuestionado por los errores del operativo, sobre las maniobras clandestinas ocultadas al gobierno de México, sobre la falta capacidad para monitorear y rastrear y sobre todo por la irresponsabilidad.
Newell fue acusado de escribir la más negra página en la relación policiaca México-EU, actuando a espaldas de quien le solicitó ayuda para desarmar a los cárteles.
William McMahon dijo que el objetivo de la investigación fue identificar y ubicar a los responsables del contrabando de grandes cantidades de armas para los carteles Mexicanos.
El primer gran decomiso de estas armas, vendidas a presuntos integrantes de cárteles mexicanos, tuvo lugar el 20 de Noviembre de 2009 en Sonora.
Eran 42 armas, 41 aks y un rifle de francotirador calibre .50, que esta registrado entre las armas compradas bajo el operativo.
Carlos Canino participó en la tercera audiencia congresional sobre la investigación del fallido operativo.
Documentos de investigación revelaron que las armas cruzadas a México como parte de Rápido y Furioso llegaron a manos del Cártel de Sinaloa, liderado por Joaquín Guzmán Loera, alias, 'El Chapo', de Teodoro García Simental, alias, 'El Teo' y del Cártel de 'La Familia Michoacana'.
"La mayoría de esas armas han sido decomisadas a criminales dedicados al tráfico de drogas, secuestro, extorsión y otros crímenes" dijo al comité José Wall, agente especial de ATF, asignado a Tijuana, Baja California, quien rechazó que los agentes asignados a México hubieran participado.
"Nunca creí que alguien dentro de ATF dejara que esas armas cruzaran y terminaran en manos de criminales en una operación aparentemente aprobada por el Departamento de Justicia, con la esperanza de atrapar un pez gordo" agregó.
William Newell, ex agente especial asignado a Phoenix, Arizona, dijo que la operación 'Rápido y Furioso' fue diseñada por la Fuerza de Tarea de Contra el Crimen Organizado y Narcotráfico (OCDETF) en 2009, como parte de la Estrategia de la Frontera Sur para combatir a los cárteles mexicanos, que finalizo en enero de 2010.
Explicó que el objetivo del operativo era identificar compradores, patrocinadores, transportistas y abastecedores de armas de los cárteles de drogas; interceptar, cuando fuera legal, armas de fuego destinadas a México, compartir cuando fuera necesario información con autoridades mexicanas y desarrollar información de inteligencia de organizaciones de tráfico de armas.
"Nunca fue propósito de la investigación permitir el transporte de armas a México y hasta donde yo sé, ninguno de los sospechosos en este caso, vio a ninguno de nuestros agentes cruzar la frontera con armas de fuego" señaló.
Newell dijo que "quisieron ser innovadores rastreando y decomisando armas compradas por terceros" y que durante el operativo Rápido y Furioso, "se hicieron razonables esfuerzos para compartir y coordinar información y detalles relevantes de la investigación con sus contrapartes mexicanas".
"Desde el inicio de la investigación en 2009, con las primeras consignaciones, hicimos esfuerzos razonables para mantener informado a nuestro colega representante de la PGR en Phoenix y mis colegas en la embajada en México" dijo Newell.
Newell aseguró que "inclusive invitó a fiscales mexicanos a participar en sesiones informativas con hechos del caso".
Carlos Canino dijo que " lo que ocurrió fue inexplicable y que agentes de ATF en México no fueron informados".
Darrell Gil, ex agregado de ATF en México, comenzó su intervención pidiendo disculpas a sus colegas mexicanos y al pueblo de México, por la operación 'Rápido y Furioso'."Espero que entiendan que esta operación se mantuviera en secreto para la mayoría de agentes de ATF, incluyendo a sus compañeros en México y porque la operación resultó en sufrimiento, dolor y muerte para el pueblo Mexicano." dijo.
Gil dijo que en 'Rápido y Furioso' hubo juicios pobres, mal manejo y falta de liderazgo, lo que significó un desastre.
José Wall dijo que la fallida operación "puso armas altamente letales en manos de gente que no tiene respeto por la vida humana, representa una amenaza para todos, amenaza de la que nadie es inmune, especialmente policías y militares mexicanos".
Durante la audiencia, Newell fue intensamente cuestionado por los errores del operativo, sobre las maniobras clandestinas ocultadas al gobierno de México, sobre la falta capacidad para monitorear y rastrear y sobre todo por la irresponsabilidad.
Newell fue acusado de escribir la más negra página en la relación policiaca México-EU, actuando a espaldas de quien le solicitó ayuda para desarmar a los cárteles.
William McMahon dijo que el objetivo de la investigación fue identificar y ubicar a los responsables del contrabando de grandes cantidades de armas para los carteles Mexicanos.
El primer gran decomiso de estas armas, vendidas a presuntos integrantes de cárteles mexicanos, tuvo lugar el 20 de Noviembre de 2009 en Sonora.
Eran 42 armas, 41 aks y un rifle de francotirador calibre .50, que esta registrado entre las armas compradas bajo el operativo.
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