El cartel de “Los Zetas” se ha visto "crecientemente involucrado" en operaciones para corromper y reclutar a agentes de la patrulla fronteriza para tratar de controlar el tráfico de drogas y personas, entre ellas, aquellas que pertenecen a países interesados en exportar terrorismo.
De acuerdo con el testimonio ofrecido este jueves por el inspector general en funciones del Departamento de Seguridad Interna (DHS), Charles K. Edwards, conforme Estados Unidos ha conseguido reforzar su seguridad fronteriza mediante el uso de nueva tecnología y ha aumentado el número de sus agentes para desmantelar redes de tráfico y cancelar rutas de trasiego, los carteles de la droga se han vuelto "no sólo más violentos y peligrosos, sino más listos".
"En adición a las novedosas formas para traficar, en las que han echado mano de catapultas, submarinos y aviones ultraligeros, los cárteles se han dedicado a reclutar y corromper a empleados del Departamento de Seguridad Interna (DHS)", aseguró Edwards en el testimonio presentado por escrito ante el subcomité de asuntos intergubernamentales del Comité de Seguridad Interna.
"De acuerdo con reportes gubernamentales, carteles como el de “Los Zetas” se han visto crecientemente involucrados en acciones de corrupción sistemática para internar drogas y personas, entre ellos, extranjeros de naciones designadas (Designated Special Interest Countrie,S DSIC) que suelen exportar terrorismo", aseguró el funcionario.
En el testimonio ofrecido por Edwards se hizo referencia a investigaciones encabezadas por la Oficina del Inspector General (OIG) en la que señala que las distintas formas de corrupción de la que echan mano los carteles incluyen sobornos, favores sexuales y otro tipo de incentivos para obtener a cambio líneas libres de contrabando a través de las garitas, para ofrecer protección y escolta en algunos casos para obtener información relativa a personas bajo investigación y hasta la concesión de papeles de inmigración.
"Ciertamente ha habido algunas manzanas podridas", aseguró el zar de la frontera Alan Bersin, al hacer alusión a los 127 casos de agentes de la patrulla fronteriza que han sido arrestados desde el 2004 por casos de corrupción.
En su testimonio, Bersin explicó el fenómeno de la corrupción entre la patrulla fronteriza como una consecuencia de la guerra emprendida por el gobierno de México contra los carteles de la droga que, antes del gobierno de Felipe Calderón, "operaban con impunidad" en el millonario negocio del tráfico de drogas y personas.
"La decisión del presidente (Felipe) Calderón de enfrentar a las organizaciones criminales transnacionales, que antes operaban con impunidad y traficaban drogas y personas desde México, combinado con la contratación de nuevos agentes en la Oficina de Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés), amplificaron las oportunidades y los incentivos para corromper a funcionarios de CBP a través de sobornos, infiltraciones y otros medios", aseguró Bersin.
Bersin hizo alusión al caso de Martha Guernica, una funcionaria de la oficina de CBP, que fue sentenciada a 20 años de cárcel en el 2010 tras comprobarse su complicidad en un esquema de tráfico de personas y drogas que le permitió enriquecerse, mientras aseguraba a los cárteles de la droga rutas seguras para el trasiego ilegal de bienes e inmigrantes desde México.
En la audiencia realizada hoy Bersin informó que La Oficina de Protección Fronteriza aumentó en cerca de 300 las investigaciones sobre casos de corrupción en el borde con México, llegando a 870 en el año fiscal 2010. Durante este mismo periodo el número de quejas alcanzó las 4 mil 162.
De acuerdo con el testimonio ofrecido este jueves por el inspector general en funciones del Departamento de Seguridad Interna (DHS), Charles K. Edwards, conforme Estados Unidos ha conseguido reforzar su seguridad fronteriza mediante el uso de nueva tecnología y ha aumentado el número de sus agentes para desmantelar redes de tráfico y cancelar rutas de trasiego, los carteles de la droga se han vuelto "no sólo más violentos y peligrosos, sino más listos".
"En adición a las novedosas formas para traficar, en las que han echado mano de catapultas, submarinos y aviones ultraligeros, los cárteles se han dedicado a reclutar y corromper a empleados del Departamento de Seguridad Interna (DHS)", aseguró Edwards en el testimonio presentado por escrito ante el subcomité de asuntos intergubernamentales del Comité de Seguridad Interna.
"De acuerdo con reportes gubernamentales, carteles como el de “Los Zetas” se han visto crecientemente involucrados en acciones de corrupción sistemática para internar drogas y personas, entre ellos, extranjeros de naciones designadas (Designated Special Interest Countrie,S DSIC) que suelen exportar terrorismo", aseguró el funcionario.
En el testimonio ofrecido por Edwards se hizo referencia a investigaciones encabezadas por la Oficina del Inspector General (OIG) en la que señala que las distintas formas de corrupción de la que echan mano los carteles incluyen sobornos, favores sexuales y otro tipo de incentivos para obtener a cambio líneas libres de contrabando a través de las garitas, para ofrecer protección y escolta en algunos casos para obtener información relativa a personas bajo investigación y hasta la concesión de papeles de inmigración.
"Ciertamente ha habido algunas manzanas podridas", aseguró el zar de la frontera Alan Bersin, al hacer alusión a los 127 casos de agentes de la patrulla fronteriza que han sido arrestados desde el 2004 por casos de corrupción.
En su testimonio, Bersin explicó el fenómeno de la corrupción entre la patrulla fronteriza como una consecuencia de la guerra emprendida por el gobierno de México contra los carteles de la droga que, antes del gobierno de Felipe Calderón, "operaban con impunidad" en el millonario negocio del tráfico de drogas y personas.
"La decisión del presidente (Felipe) Calderón de enfrentar a las organizaciones criminales transnacionales, que antes operaban con impunidad y traficaban drogas y personas desde México, combinado con la contratación de nuevos agentes en la Oficina de Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés), amplificaron las oportunidades y los incentivos para corromper a funcionarios de CBP a través de sobornos, infiltraciones y otros medios", aseguró Bersin.
Bersin hizo alusión al caso de Martha Guernica, una funcionaria de la oficina de CBP, que fue sentenciada a 20 años de cárcel en el 2010 tras comprobarse su complicidad en un esquema de tráfico de personas y drogas que le permitió enriquecerse, mientras aseguraba a los cárteles de la droga rutas seguras para el trasiego ilegal de bienes e inmigrantes desde México.
En la audiencia realizada hoy Bersin informó que La Oficina de Protección Fronteriza aumentó en cerca de 300 las investigaciones sobre casos de corrupción en el borde con México, llegando a 870 en el año fiscal 2010. Durante este mismo periodo el número de quejas alcanzó las 4 mil 162.
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