Los Pumas de la UNAM ganaron la Final del Clausura 2011. El cuadro dirigido por Guillermo Vázquez venció 2-1 a Monarcas Morelia en duelo celebrado en el Estadio Olímpico México 1968 y consiguieron el título número siete de su historia.
Con goles de Juan Francisco Palencia, mediante la pena máxima, y Javier Cortés con un golazo, en donde eludió a cuanto moreliano se le puso enfrente, los felinos vencieron en un duelo bastante intenso y de constante Ida y Vuelta. Por los purépechas, el ex de la UNAM, Jaime Lozano, empató momentáneamente el marcador, también por la vía penal.
Con el respaldo de su gente y todo el entorno de Ciudad Universitaria, los Pumas salieron a la cancha decididos a definir lo antes posible la serie e inclinaron la balanza en una jugada en la que el portero argentino Federico Vilar derribó dentro del área al paraguayo Dante López, para que se marcara el penal.
Luego de la falta de Vilar dentro del área, Palencia inauguró el marcador a los 14 minutos de comenzado el encuentro al atinar su cobro desde los once pasos.
El gol de Francisco Palencia, apenas en el inicio provocó que los seguidores de los universitarios, se sintieran muy cerca de la gloria.
Minutos más tarde, al 25, el Jimmy Lozano igualó las acciones mediante la misma vía, por lo que el empate regresó a los seguidores felinos a una realidad muy complicada.
El colombiano Aldo Leao Ramírez se encargó de tomar la batuta de su ofensiva, para aprovechar la movilidad de Miguel Sabah y comenzar a filtrar balones muy peligrosos para la zaga local.
Precisamente de los pies del cafetalero nació la jugada del empate, en un excelente esférico que metió al área donde Sabah entró solo para puntear el esférico y ser derribado por Alejandro Palacios, para que se decretara la pena máxima.
Con el empate, los del Pedregal se desdibujaron todavía más, no tuvieron la pelota y cuando estaba en sus pies, sus pases eran equivocados, algo que no fue bien aprovechado por los purépechas para darle la vuelta a la pizarra y así irse al descanso con la igualada.
Guillermo Vázquez necesitaba que su equipo reaccionara en la ofensiva y por ello decidió sacar al argentino Martin Bravo, de muy discreta actuación, para darle la oportunidad a Emilio Orrantia que tuvo como misión correr y desbordar por toda la banda de la derecha.
El drama fue un ingrediente esencial, sobre todo en la segunda parte, donde los miles de asistentes esperaban atentos, con el grito de gol ahogado en su garganta, sin poder sacarlo pese a que ya no podían contenerlo ni un minuto más.
Sin embargo, nadie esperaba que el juego se decidiera del modo en que sucedió. Al 75, Javier Cortés tomó el balón desde su banda derecha y enfiló al área, para luego dejar atrás a tres rivales y marcar un soberbio gol que desató la euforia universitaria.
Y es que es de destacar la maniobra de crack que hizo y que lo convirtió en la figura del juego y en el héroe que toda la comunidad universitaria necesitaba para poder gritar que en este Clausura son los mejores del futbol mexicano, con todos los merecimientos.
Con el daño ya hecho, Tomás Boy no tuvo más que jugarse lo que le quedaba y mandó al colombiano Luis Gabriel Rey, quien tuvo el empate a escasos minutos del final, pero su remate se fue a un lado del poste izquierdo.
Los auriazules mantuvieron a salvo la meta de Pikolín II, para coronar una excelente temporada y ponerse de ejemplo a equipos como América, Cruz Azul o Guadalajara, de cómo se debe trabajar para evitar fracaso tras fracaso y así erigirse como el mejor equipo de México, en este primer semestre del 2011.
El arbitraje estuvo a cargo de Marco Antonio Rodríguez, quien tuvo una actuación aceptable, aunque queda la duda de una falta sobre Miguel Sabah, que parecía otro penal a favor de Monarcas.
Al final, Morelia no logró el empate aunque se lanzó con todo al frente y Pumas demostró que el buen torneo en donde quedó en segundo lugar de la tabla general le valió para alzarse finalmente con el campeonato.
Con goles de Juan Francisco Palencia, mediante la pena máxima, y Javier Cortés con un golazo, en donde eludió a cuanto moreliano se le puso enfrente, los felinos vencieron en un duelo bastante intenso y de constante Ida y Vuelta. Por los purépechas, el ex de la UNAM, Jaime Lozano, empató momentáneamente el marcador, también por la vía penal.
Con el respaldo de su gente y todo el entorno de Ciudad Universitaria, los Pumas salieron a la cancha decididos a definir lo antes posible la serie e inclinaron la balanza en una jugada en la que el portero argentino Federico Vilar derribó dentro del área al paraguayo Dante López, para que se marcara el penal.
Luego de la falta de Vilar dentro del área, Palencia inauguró el marcador a los 14 minutos de comenzado el encuentro al atinar su cobro desde los once pasos.
El gol de Francisco Palencia, apenas en el inicio provocó que los seguidores de los universitarios, se sintieran muy cerca de la gloria.
Minutos más tarde, al 25, el Jimmy Lozano igualó las acciones mediante la misma vía, por lo que el empate regresó a los seguidores felinos a una realidad muy complicada.
El colombiano Aldo Leao Ramírez se encargó de tomar la batuta de su ofensiva, para aprovechar la movilidad de Miguel Sabah y comenzar a filtrar balones muy peligrosos para la zaga local.
Precisamente de los pies del cafetalero nació la jugada del empate, en un excelente esférico que metió al área donde Sabah entró solo para puntear el esférico y ser derribado por Alejandro Palacios, para que se decretara la pena máxima.
Con el empate, los del Pedregal se desdibujaron todavía más, no tuvieron la pelota y cuando estaba en sus pies, sus pases eran equivocados, algo que no fue bien aprovechado por los purépechas para darle la vuelta a la pizarra y así irse al descanso con la igualada.
Guillermo Vázquez necesitaba que su equipo reaccionara en la ofensiva y por ello decidió sacar al argentino Martin Bravo, de muy discreta actuación, para darle la oportunidad a Emilio Orrantia que tuvo como misión correr y desbordar por toda la banda de la derecha.
El drama fue un ingrediente esencial, sobre todo en la segunda parte, donde los miles de asistentes esperaban atentos, con el grito de gol ahogado en su garganta, sin poder sacarlo pese a que ya no podían contenerlo ni un minuto más.
Sin embargo, nadie esperaba que el juego se decidiera del modo en que sucedió. Al 75, Javier Cortés tomó el balón desde su banda derecha y enfiló al área, para luego dejar atrás a tres rivales y marcar un soberbio gol que desató la euforia universitaria.
Y es que es de destacar la maniobra de crack que hizo y que lo convirtió en la figura del juego y en el héroe que toda la comunidad universitaria necesitaba para poder gritar que en este Clausura son los mejores del futbol mexicano, con todos los merecimientos.
Con el daño ya hecho, Tomás Boy no tuvo más que jugarse lo que le quedaba y mandó al colombiano Luis Gabriel Rey, quien tuvo el empate a escasos minutos del final, pero su remate se fue a un lado del poste izquierdo.
Los auriazules mantuvieron a salvo la meta de Pikolín II, para coronar una excelente temporada y ponerse de ejemplo a equipos como América, Cruz Azul o Guadalajara, de cómo se debe trabajar para evitar fracaso tras fracaso y así erigirse como el mejor equipo de México, en este primer semestre del 2011.
El arbitraje estuvo a cargo de Marco Antonio Rodríguez, quien tuvo una actuación aceptable, aunque queda la duda de una falta sobre Miguel Sabah, que parecía otro penal a favor de Monarcas.
Al final, Morelia no logró el empate aunque se lanzó con todo al frente y Pumas demostró que el buen torneo en donde quedó en segundo lugar de la tabla general le valió para alzarse finalmente con el campeonato.
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