Ironía que vale su peso en oro.
Carlos Alsina, en su monólogo en 'Más de Uno' (Onda Cero) de este 6 de febrero de 2024, se ceba de lo lindo con Pedro Sánchez por jugar con la Ley de Enjuiciamiento Criminal en función de lo que al presidente socialcomunista le convenga.
Si en 2020 había que ampliar los plazos de investigación, en 2024, curiosamente, sucede lo contrario:
Bueno, volvamos a la coherencia. Se le afea al presidente, ya son ganas a estas alturas de seguir con esto, se le afea al presidente que en 2020 fuera él quien promovió el cambio legal que ha hecho posible que los jueces de instrucción decidan prorrogar las causas y no los fiscales. Rajoy, cuando gobernaba Rajoy, año 2015, impulsó una reforma de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, para ponerle un tope a las investigaciones judiciales, alegando que la Justicia no se puede eternizar, que la Justicia o es rápida o no es Justicia. Llegó Sánchez y quitó ese tope.
Recordó el periodista de la emisora de Atresmedia que Adriana Lastra plasmó encantada su firma en esa reforma:
Después esto mismo lo plasmó Adriana Lastra, que era la portavoz del grupo parlamentario, en una proposición de ley, que decía, aquí tengo el texto, está en la web del PSOE. Decía aquella proposición de ley, que la reforma de Rajoy, esto de poner topes a las investigaciones, había permitido extinguir la responsabilidad de delitos de corrupción, que son los más complejos, entiéndase, los más lentos de investigar, que fijar plazos da pie a que en lugar de justicia se haga injusticia y que, atención, dejar en manos de los fiscales la responsabilidad de prorrogar o no una investigación implicaba dar espacio a la impunidad.
Sostenía el Grupo Socialista en aquella proposición de ley que tiene que ser el juez de instrucción, que es el que dirige la investigación y el que se la sabe, quien tiene que tomar estas decisiones, no el fiscal. Y allí estampó su firma Adriana Lastra. Y la reforma salió adelante, con honda satisfacción del Grupo Socialista, porque quedaba así neutralizada la treta marianista para hacer naufragar investigaciones judiciales a corruptos y maleantes.
Justo esta es la treta que ahora resucita el Grupo Socialista con idéntica satisfacción y aún con mayor entusiasmo. Pero digo que en este caso hay que alabar la coherencia del presidente, y no lo contrario, que en 2020 defendía que ningún delito debía quedar sin investigar y que ningún delincuente debía quedar sin castigo. por eso defendía y defendía bien que era nocivo abrir espacios a la impunidad.
Carlos Alsina, en su monólogo en 'Más de Uno' (Onda Cero) de este 6 de febrero de 2024, se ceba de lo lindo con Pedro Sánchez por jugar con la Ley de Enjuiciamiento Criminal en función de lo que al presidente socialcomunista le convenga.
Si en 2020 había que ampliar los plazos de investigación, en 2024, curiosamente, sucede lo contrario:
Bueno, volvamos a la coherencia. Se le afea al presidente, ya son ganas a estas alturas de seguir con esto, se le afea al presidente que en 2020 fuera él quien promovió el cambio legal que ha hecho posible que los jueces de instrucción decidan prorrogar las causas y no los fiscales. Rajoy, cuando gobernaba Rajoy, año 2015, impulsó una reforma de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, para ponerle un tope a las investigaciones judiciales, alegando que la Justicia no se puede eternizar, que la Justicia o es rápida o no es Justicia. Llegó Sánchez y quitó ese tope.
Recordó el periodista de la emisora de Atresmedia que Adriana Lastra plasmó encantada su firma en esa reforma:
Después esto mismo lo plasmó Adriana Lastra, que era la portavoz del grupo parlamentario, en una proposición de ley, que decía, aquí tengo el texto, está en la web del PSOE. Decía aquella proposición de ley, que la reforma de Rajoy, esto de poner topes a las investigaciones, había permitido extinguir la responsabilidad de delitos de corrupción, que son los más complejos, entiéndase, los más lentos de investigar, que fijar plazos da pie a que en lugar de justicia se haga injusticia y que, atención, dejar en manos de los fiscales la responsabilidad de prorrogar o no una investigación implicaba dar espacio a la impunidad.
Sostenía el Grupo Socialista en aquella proposición de ley que tiene que ser el juez de instrucción, que es el que dirige la investigación y el que se la sabe, quien tiene que tomar estas decisiones, no el fiscal. Y allí estampó su firma Adriana Lastra. Y la reforma salió adelante, con honda satisfacción del Grupo Socialista, porque quedaba así neutralizada la treta marianista para hacer naufragar investigaciones judiciales a corruptos y maleantes.
Justo esta es la treta que ahora resucita el Grupo Socialista con idéntica satisfacción y aún con mayor entusiasmo. Pero digo que en este caso hay que alabar la coherencia del presidente, y no lo contrario, que en 2020 defendía que ningún delito debía quedar sin investigar y que ningún delincuente debía quedar sin castigo. por eso defendía y defendía bien que era nocivo abrir espacios a la impunidad.
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