• hace 2 años
Un submarino enemigo está sacando misiles del fondo del océano y Nelson y Crane van tras él en el Submarino Volador que los malos consiguen derribar.
Crane acaba separado de Nelson y es capturado por el capitán del submarino enemigo, Ruiz, que le dice a Crane que ya ha robado tres misiles y que necesita uno más para convertir a su país en una gran potencia. Nelson, más afortunado, es rescatado por el destructor USS Macklin y procede, sin conocer la situación de Crane, a perseguir al submarino enemigo en colaboración con el capitán del Macklin. Se produce un juego del gato y el ratón, en el que el capitán Ruiz se cobra la primera sangre: uno de los dos torpedos explota, matando, entre otros, al capitán del Macklin.
Nelson toma el relevo, consiguiendo desarmar un segundo torpedo (sin explotar pero armado), y luego va tras el submarino enemigo. Mientras tanto, Crane, esposado en el almacén, consigue escapar y se desliza por el sistema de conductos de aire del submarino enemigo. Golpea las tuberías para dar al Macklin una fuente de sonido que le permita rastrearlo. A bordo del Macklin, Nelson la rastrea. Aunque más tarde vuelve a ser torpedeado, el Macklin consigue embestir al submarino enemigo, del que Crane escapa antes de que se hunda.

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