NUESTRA INFANCIA

  • hace 4 años
El símbolo de pureza, inocencia, vitalidad y alegría, quien no volviera a aquel momento en el que todo eran risas y amor, volver a aquel momento en el que nuestra mayor preocupación era que postre de había preparado mamá.

Si todavía tenemos ese reflejo de ese niño interior escondido dentro de nosotros, quizás nuestras ansias de renovación de felicidad y de disfrutar de los pequeños detalles de la vida no sean más que la necesidad de dar voz e ese pequeño sabio dentro de nuestro interior, al que alguna vez dejamos de oír y hemos de oír en cualquier momento de nuestras vidas, y que si lo llegamos a oír, quizás podría servirnos como guía, para disfrutarnos más el valor y el significado de nuestras vidas.

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