Hace una semana era el hombre más buscado. Sonreía pero evitaba contestar a las preguntas. Iba a convertirse en el presidente del Tribunal Supremo, pero ya no lo será. Manuel Marchena ha renunciado a cualquier nombramiento a través de un comunicado. Deja claro que no concibe que un proceso penal sea controlado desde la política y reitera su absoluta independencia. Fuentes cercanas a Marchena aseguran que renuncia porque esa independencia ha quedado en entredicho. La causa, el mensaje de whatsapp que envió el portavoz del PP en el Senado, Ignacio Cosidó, a sus compañeros. Explica el acuerdo PP-PSOE para el reparto de vocales del Consejo General del Poder Judicial, lo celebra y añade que controlarán "la Sala Segunda desde detrás". Para la anécdota queda que el PP ha disuelto ese grupo de whatsapp, lo relevante son las consecuencias. Porque Marchena se quedará donde estaba: presidirá el tribunal que juzgará a los políticos independentistas, y varios de los encausados han pedido ya que se aparte a Marchena argumentando que el mensaje de Cosidó cuestiona su independencia.
-Redacción-
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