Barcelona, 5 dic (EFE).- El Museo Picasso de Barcelona iniciará mañana la fase del proceso de restauración frente al público de "Ciencia y Caridad", una de las obras más emblemáticas del museo, pintada por Picasso cuando tenía 16 años y de la que este año se celebra su 120 aniversario.
El objetivo de la restauración "no es tanto la restauración estética, como el trabajo científico que permita asentar físicamente la obra y ayude a conservarla mejor", según ha dicho hoy la jefa del departamento de Restauración y Conservación Preventiva del Museo Picasso, Reyes Jiménez.
Picasso pintó "Ciencia y Caridad" en un taller situado muy cerca del actual Museo Picasso de Barcelona y lo presentó en la Exposición General de Bellas Artes que se celebró en Madrid, donde compitió con artistas consagrados y obtuvo una mención honorífica.
La obra, una tela de grandes dimensiones que se ciñe a los preceptos y la técnica academicista, está considerada la obra cumbre de su primer periodo de juventud.
Los estudios previos a la restauración que se han realizado durante este mes de julio y los que se llevaron a cabo en 2010 han permitido "desmontar mitos", según Reyes Jiménez.
Así, por ejemplo, la jefa del Restauración ha defendido que "Ciencia y Caridad" no se pintó en apenas dos o tres semanas durante el año 1897, como se creía hasta ahora, sino que Picasso empezó a finales de 1897 porque "se observan rectificaciones que necesitaron tiempo para secarse" antes de llevarla a Madrid.
Las imágenes captadas en luz visible, ultravioleta e infrarroja confirman que la cara del médico, para la que utilizó de modelo a su padre, la pintó 'alla prima', así como la del bebé que lleva en brazos la monja, pero el retrato de la enferma le dio más trabajo y tuvo que rehacerlo muchas veces.
También parece cierto que Picasso utilizó un hombre como modelo de la monja y que el bebé era el hijo de una indigente que pedía cerca del taller, "aunque esas cosas son difíciles de saber con certeza y los estudios previos a la restauración no arrojan luz al respecto".
Un aspecto sobre el que Reyes Jiménez sí espera obtener información durante el proceso de restauración es la firma del cuadro, que está tapada.
"Sabemos que parte de la firma se ha perdido, pero vamos a intentar recuperarla, aunque no va a ser fácil, porque de momento no ha aflorado, sólo se intuye", ha aclarado.
Tras los estudios previos, se ha desmotado la pintura de su marco y se ha instalado un equipo móvil en las salas del Museo "para que el público pueda seguir viendo la obra mientras se restaura y porque a la gente le gusta conocer este tipo de interioridades", ha señalado el director del Museo, Emmanuel Guigon.
En enero de 2018, una vez finalizada la primera fase, se trasladará la obra al taller donde se realizará el proceso de fijación.
A mediados de mayo está previsto que la pintura vuelva a las salas para continuar con el retoque de color y durante el mes de mayo finalizará la restauración y se repetirá la gigafo
El objetivo de la restauración "no es tanto la restauración estética, como el trabajo científico que permita asentar físicamente la obra y ayude a conservarla mejor", según ha dicho hoy la jefa del departamento de Restauración y Conservación Preventiva del Museo Picasso, Reyes Jiménez.
Picasso pintó "Ciencia y Caridad" en un taller situado muy cerca del actual Museo Picasso de Barcelona y lo presentó en la Exposición General de Bellas Artes que se celebró en Madrid, donde compitió con artistas consagrados y obtuvo una mención honorífica.
La obra, una tela de grandes dimensiones que se ciñe a los preceptos y la técnica academicista, está considerada la obra cumbre de su primer periodo de juventud.
Los estudios previos a la restauración que se han realizado durante este mes de julio y los que se llevaron a cabo en 2010 han permitido "desmontar mitos", según Reyes Jiménez.
Así, por ejemplo, la jefa del Restauración ha defendido que "Ciencia y Caridad" no se pintó en apenas dos o tres semanas durante el año 1897, como se creía hasta ahora, sino que Picasso empezó a finales de 1897 porque "se observan rectificaciones que necesitaron tiempo para secarse" antes de llevarla a Madrid.
Las imágenes captadas en luz visible, ultravioleta e infrarroja confirman que la cara del médico, para la que utilizó de modelo a su padre, la pintó 'alla prima', así como la del bebé que lleva en brazos la monja, pero el retrato de la enferma le dio más trabajo y tuvo que rehacerlo muchas veces.
También parece cierto que Picasso utilizó un hombre como modelo de la monja y que el bebé era el hijo de una indigente que pedía cerca del taller, "aunque esas cosas son difíciles de saber con certeza y los estudios previos a la restauración no arrojan luz al respecto".
Un aspecto sobre el que Reyes Jiménez sí espera obtener información durante el proceso de restauración es la firma del cuadro, que está tapada.
"Sabemos que parte de la firma se ha perdido, pero vamos a intentar recuperarla, aunque no va a ser fácil, porque de momento no ha aflorado, sólo se intuye", ha aclarado.
Tras los estudios previos, se ha desmotado la pintura de su marco y se ha instalado un equipo móvil en las salas del Museo "para que el público pueda seguir viendo la obra mientras se restaura y porque a la gente le gusta conocer este tipo de interioridades", ha señalado el director del Museo, Emmanuel Guigon.
En enero de 2018, una vez finalizada la primera fase, se trasladará la obra al taller donde se realizará el proceso de fijación.
A mediados de mayo está previsto que la pintura vuelva a las salas para continuar con el retoque de color y durante el mes de mayo finalizará la restauración y se repetirá la gigafo
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