• hace 7 años
El grabado está tallado sobre toba volcánica. Es un conjunto de cazoletas y canalillos que los expertos interpretan como un mapa rupestre de la antigua Benahore. Sería el primero conocido en Canarias y uno de los pocos ejemplos censados en la prehistoria mundial.

El petroglifo está localizado en el antiguo cantón de Tijarafe que era la zona más poblada del mundo aborigen. Su forma se asemeja a un triángulo con con cuatro canales concéntricos. En su interior destacan varios oquedades que se atribuyen a hitos geográficos de la isla como la Caldera de Taburiente o el volcán de San Antonio. En exterior varias cazoletas y un soliforme, también con cuatro canales concéntricos, que coincide con la posición de la salida del sol.

Desde el sitio donde se encuentra el grabado es posible ver a simple vista la mitad oeste de la isla y para verla entera sólo hay que subirse a los puntos más altos de la cumbre.

Los científicos le dan un uso religioso. Dicen que es un ejemplo típico de magia simpática utilizado para rogar a su dios que mande lluvia a una isla donde el agua es fundamental para la supervivencia de ganado y personas.

Un grabado singular que se suma la particularidad de los grabados palmeros. En La Palma hay censadas más de 400 estaciones de petroglifos con una tipología muy diferente a los del resto del archipiélago.

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