Estados Unidos, que en 2008 dijo Yes we can a Barack Obama, acaba de elegir en 2016 a Donald Trump: difícil encontrar mayor antagonismo.
“Ha llevado mucho tiempo, pero esta noche, gracias a lo que hemos hecho en estas elecciones, en este momento decisivo, el cambio ha llegado a Estados Unidos”, decía entonces Obama.
“Es el momento de que Estados Unidos cierre las heridas de la división. Tenemos que unirnos. A todos los republicanos, demócratas e independientes de esta nación les digo que ha llegado la hora de juntarnos como un pueblo unido, es el momento”, pedía Trump.
Pero es difícil después de haber mostrado a lo largo de la campaña electoral las diferencias radicales entre los dos hombres y sus políticas.
En 2010, después de una dura batalla de un año con el Congreso, Obama firma la ley sobre la cobertura sanitaria, la ‘Obamacare’ denostada por los republicanos. Trump ha prometido deshacerse de ella:
“En cuestión de asistencia médica, vamos a deshacernos del Obamacare, derogarlo y reemplazarlo”.
Trump también ha prometido detener los tratados comerciales como el de Libre Comercio de América del Norte y el Acuerdo de Asociación Transpacífico, negociados por Obama:
“Imaginen cuántos más puestos de trabajo en el sector de la automoción se perderán si el acuerdo Transpacífico llega a aprobarse. Sería catastrófico. Por eso, he anunciado que nos retiraremos de este acuerdo antes de que se haga realidad”.
El presidente Obama se comprometió públicamente a luchar contra el cambio climático y con los Acuerdos de París:
“Estados Unidos reconoce su papel en la creación de este problema y asume su responsabilidad para ayudar a resolverlo. Estoy decidido a que el liderazgo estadounidense continúe conduciendo la acción internacional”.
Sin embargo, el futuro presidente Trump ha dicho en repetidas ocasiones que el cambio climático es una farsa y acusa a China de inventarlo para que la industria estadounidense deje de ser competitiva”.
La visión sobre la posición de los musulmanes en la sociedad estadounidense es completamente opuesta en los dos líderes.
“Se niega a usar los términos, ‘radical’, ‘islámico’, ‘terrorismo’. Se niega a usarlos. Ni siquiera sé si él se da cuenta de qué demonios está pasando, no lo sé”, decía Trump.
“Ahora tenemos propuestas del presunto candidato republicano a la presidencia de Estados Unidos de prohibir a todos los musulmanes emigrar a Estados Unidos. ¿Están de acuerdo los representantes republicanos con esto?”, preguntaba Obama.
El presidente saliente ha mostrado públicamente su desconfianza respecto a la competencia de su sucesor:
“Donald Trump… No abucheen, voten. Donald Trump está excepcionalmente poco cualificado para ser presidente”.
“Ha llevado mucho tiempo, pero esta noche, gracias a lo que hemos hecho en estas elecciones, en este momento decisivo, el cambio ha llegado a Estados Unidos”, decía entonces Obama.
“Es el momento de que Estados Unidos cierre las heridas de la división. Tenemos que unirnos. A todos los republicanos, demócratas e independientes de esta nación les digo que ha llegado la hora de juntarnos como un pueblo unido, es el momento”, pedía Trump.
Pero es difícil después de haber mostrado a lo largo de la campaña electoral las diferencias radicales entre los dos hombres y sus políticas.
En 2010, después de una dura batalla de un año con el Congreso, Obama firma la ley sobre la cobertura sanitaria, la ‘Obamacare’ denostada por los republicanos. Trump ha prometido deshacerse de ella:
“En cuestión de asistencia médica, vamos a deshacernos del Obamacare, derogarlo y reemplazarlo”.
Trump también ha prometido detener los tratados comerciales como el de Libre Comercio de América del Norte y el Acuerdo de Asociación Transpacífico, negociados por Obama:
“Imaginen cuántos más puestos de trabajo en el sector de la automoción se perderán si el acuerdo Transpacífico llega a aprobarse. Sería catastrófico. Por eso, he anunciado que nos retiraremos de este acuerdo antes de que se haga realidad”.
El presidente Obama se comprometió públicamente a luchar contra el cambio climático y con los Acuerdos de París:
“Estados Unidos reconoce su papel en la creación de este problema y asume su responsabilidad para ayudar a resolverlo. Estoy decidido a que el liderazgo estadounidense continúe conduciendo la acción internacional”.
Sin embargo, el futuro presidente Trump ha dicho en repetidas ocasiones que el cambio climático es una farsa y acusa a China de inventarlo para que la industria estadounidense deje de ser competitiva”.
La visión sobre la posición de los musulmanes en la sociedad estadounidense es completamente opuesta en los dos líderes.
“Se niega a usar los términos, ‘radical’, ‘islámico’, ‘terrorismo’. Se niega a usarlos. Ni siquiera sé si él se da cuenta de qué demonios está pasando, no lo sé”, decía Trump.
“Ahora tenemos propuestas del presunto candidato republicano a la presidencia de Estados Unidos de prohibir a todos los musulmanes emigrar a Estados Unidos. ¿Están de acuerdo los representantes republicanos con esto?”, preguntaba Obama.
El presidente saliente ha mostrado públicamente su desconfianza respecto a la competencia de su sucesor:
“Donald Trump… No abucheen, voten. Donald Trump está excepcionalmente poco cualificado para ser presidente”.
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