El ejército ucraniano aprieta el cerco en torno a Lugansk
- hace 10 años
Lugansk sigue bajo el fuego. En la mayor parte de los barrios se escuchan disparos de artillería pesada del ejército ucraniano y las respuestas de los combatientes prorrusos. Al menos una decena de civiles ha muerto tan solo en la mañana del domingo. Cerca de Lugansk, en la localidad de Lysychansk, unos pocos habitantes se han arriesgado a volver a lo que queda de sus casas.
Los rebeldes aún mantienen una defensa pírrica de sus posiciones en las ciudades de Lugansk y Donetsk. Sin embargo en los últimos siete días la presión del ejército ucraniano los ha puesto al borde de su capacidad de resistencia.
El portavoz del ejército ucraniano, Andriy Lysenko, volvió a denunciar que los separatistas obtienen suministros de Rusia: “Tenemos información de que los rebeldes utilizan rutas propias, que no están bajo el control del ejército ucraniano y han conseguido municiones y combatientes que han cruzado desde la Federación Rusa. No podemos decir el número exacto, estamos comprobando esta información.”
Las autoridades de Kiev denunciaron también que en la madrugada del domingo entró en Ucrania una columna militar rusa formada por tres camiones portadores de lanzamisiles de boca múltiple Granizo, un arma capaz de arrasar superficies de hasta quince hectáreas.
Los rebeldes aún mantienen una defensa pírrica de sus posiciones en las ciudades de Lugansk y Donetsk. Sin embargo en los últimos siete días la presión del ejército ucraniano los ha puesto al borde de su capacidad de resistencia.
El portavoz del ejército ucraniano, Andriy Lysenko, volvió a denunciar que los separatistas obtienen suministros de Rusia: “Tenemos información de que los rebeldes utilizan rutas propias, que no están bajo el control del ejército ucraniano y han conseguido municiones y combatientes que han cruzado desde la Federación Rusa. No podemos decir el número exacto, estamos comprobando esta información.”
Las autoridades de Kiev denunciaron también que en la madrugada del domingo entró en Ucrania una columna militar rusa formada por tres camiones portadores de lanzamisiles de boca múltiple Granizo, un arma capaz de arrasar superficies de hasta quince hectáreas.