Las familias buscan reunirse tras la catástrofe en Filipinas

  • hace 11 años
Un viaje de casi tres días ha llevado a Ramón Gerardo a Filipinas, de vuelta a casa, desde Arabia Saudí, donde trabaja.

Allí espera encontrarse con su familia, que reside en Taclobán, una ciudad que ha quedado totalmente en ruinas tras el tifón.

Gerardo relata su nerviosismo: “En dos días solamente he dormido dos horas pensando en lo que ha pasado, lo que le ha pasado a mi familia, mis parientes y a todos en Taclobán y en Leyte también”.

Como muchos filipinos Gerardo trabaja en el extranjero. Y el panorama a su llegada no puede ser más desolador.

Finalmente llega a su casa, que ya no tiene techo, pero su familia sigue allí, a salvo. Su mujer y sus cinco hijos habían superado la catástrofe, según le dijo un amigo, pero Gerardo no lo ha creído hasta que no los ha visto.

Ahora queda una parte muy difícil: sobrevivir. La falta de víveres y de agua potable es el principal obstáculo a superar.

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