El patito feo es un cuento clásico-contemporáneo escrito por Hans Christian Andersen sobre un patito particularmente más grande, torpe y feo que sus hermanitos. El cuento fue publicado por primera vez el 11 de noviembre de 1843, y fue incluido en la colección de Nuevos cuentos (Nye eventyr) de Andersen en 1844. El cuento Armando Un Castillo es el n.º 25 de la colección de Andersen. La vida del patito empieza cuando un huevo de cisne llegó al nido de una pata que vivía en una granja del campo. Al nacer, resultó ser un patito muy feo; desproporcionado en tamaño con respecto a sus agraciados hermanitos, con un graznido muy fuerte, estridente y molesto. Era el hazmerreír de los otros animales que ahí vivían. El pobre pato no recibió más que picotazos, empujones y burlas. Incluso sus hermanos le maltrataban a veces diciéndole "¡Ojalá te pille el gato, grandulón!" y hasta su madre deseaba que estuviese lejos del corral.
Un día el patito huyó de allí. En sus aventuras ningún animal salvaje quería estar con él. Se vio envuelto en una cacería, estuvo varias semanas acogido en casa de una viejecita (con su gato y su gallina, que creían ser el centro del mundo) pero echaba de menos nadar y chapotear en el agua, así que se marchó. Una tarde de otoño pudo ver una bandada de grandes y hermosas aves que levantaron el vuelo. Eran cisnes, pero él no lo sabía. Se quedó impresionado y muy inquieto ya que sintió cosas que nunca había sentido. Pero entonces el crudo invierno llegó y el pobre patito lo pasó muy muy mal, tanto que casi muere congelado. Un campesino lo salvó de la muerte pero pronto tuvo que escapar también de su casa.
Finalmente llegó la primavera y ¡volvió a ver a tres bonitos cisnes!. El patito feo se acercó a ellos, seguro de que lo picotearían hasta la muerte. Pero éstos nadaron a su alrededor y lo acariciaron con sus picos. De pronto se miró en el agua y se dio cuenta que también él era un cisne. Después de tantos trabajos y desgracias ahora se sentía muy, pero muy feliz, "Jamás soñé que podría haber tanta felicidad, allá en los tiempos en que era sólo un patito feo".Este cuento, con su graciosa parodia de la autoestima humana, se considera una metáfora de la experiencia de la incómoda etapa en el crecimiento de un infante. Como cuento de hadas, es utilizado para hacer que los niños se sientan menos avergonzados sobre sus diferencias. La moral de la historia está oculta en el cuento: Poco importa que se nazca en el corral de los patos, siempre que uno salga de un huevo de cisne. Un ejemplo de la vida real podría ser para un niño o una niña que actúe diferente a los demás y no se sienta aceptado, provocándole tristeza. El cuento, trae la esperanza de que esas diferencias en lugar de ser defectos, podrían resultar ser cualidades especiales que el futuro premiara:
«Rizó entonces sus alas, alzó el esbelto cuello y se alegró desde lo hondo de su corazón, jamás soñó que podría haber tanta felicidad, allá en los tiempos en que era sólo un patito feo».
El patito feo se ha convertido en una metáfora que se aplica a cualquier asunto de la vida que de principio es rechazado o mal visto, y que después se convierte en una cualidad popular.
Un día el patito huyó de allí. En sus aventuras ningún animal salvaje quería estar con él. Se vio envuelto en una cacería, estuvo varias semanas acogido en casa de una viejecita (con su gato y su gallina, que creían ser el centro del mundo) pero echaba de menos nadar y chapotear en el agua, así que se marchó. Una tarde de otoño pudo ver una bandada de grandes y hermosas aves que levantaron el vuelo. Eran cisnes, pero él no lo sabía. Se quedó impresionado y muy inquieto ya que sintió cosas que nunca había sentido. Pero entonces el crudo invierno llegó y el pobre patito lo pasó muy muy mal, tanto que casi muere congelado. Un campesino lo salvó de la muerte pero pronto tuvo que escapar también de su casa.
Finalmente llegó la primavera y ¡volvió a ver a tres bonitos cisnes!. El patito feo se acercó a ellos, seguro de que lo picotearían hasta la muerte. Pero éstos nadaron a su alrededor y lo acariciaron con sus picos. De pronto se miró en el agua y se dio cuenta que también él era un cisne. Después de tantos trabajos y desgracias ahora se sentía muy, pero muy feliz, "Jamás soñé que podría haber tanta felicidad, allá en los tiempos en que era sólo un patito feo".Este cuento, con su graciosa parodia de la autoestima humana, se considera una metáfora de la experiencia de la incómoda etapa en el crecimiento de un infante. Como cuento de hadas, es utilizado para hacer que los niños se sientan menos avergonzados sobre sus diferencias. La moral de la historia está oculta en el cuento: Poco importa que se nazca en el corral de los patos, siempre que uno salga de un huevo de cisne. Un ejemplo de la vida real podría ser para un niño o una niña que actúe diferente a los demás y no se sienta aceptado, provocándole tristeza. El cuento, trae la esperanza de que esas diferencias en lugar de ser defectos, podrían resultar ser cualidades especiales que el futuro premiara:
«Rizó entonces sus alas, alzó el esbelto cuello y se alegró desde lo hondo de su corazón, jamás soñó que podría haber tanta felicidad, allá en los tiempos en que era sólo un patito feo».
El patito feo se ha convertido en una metáfora que se aplica a cualquier asunto de la vida que de principio es rechazado o mal visto, y que después se convierte en una cualidad popular.
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