Las manos no se comen

Intentar que no muerda las manos. Para ello intento hacerle mirar una mano (a la que normalmente saltaría a morder) y darle el premio en la otra. Hasta que no entienda que no las debe morder no puedo premiarlo con la misma mano que indica, por motivos evidentes. Esta es la segunda vez que practicamos esto. Este es un animal muy maltratado y que ha llegado en muy mal estado a mi. Tiene muchos problemas con la comida. Pero lo más peligroso de él es que muerde las manos y a veces sin avisar. Seguramente le pegaron demasiado y vio que gruñir o avisar no servía de nada. Este es uno de los puntos a ir trabajando pero, por desgracia, hay muchos más.