Una película reveladora sobre el entumecimiento en la era de las redes sociales. El diagnóstico es alarmante, pero el director David Borenstein, un zombi de la pantalla en rehabilitación digital, lo hace con humor y energía.
Un hombre yace en la cama iluminado por la luz azul y blanca de su teléfono móvil. En la línea de tiempo de la fatalidad, se desplaza por adorables mascotas, artículos de opinión indignados e imágenes espeluznantes de los puntos calientes del mundo, y no siente absolutamente nada. Ya no siento nada comienza cuando el director David Borenstein se da cuenta, para su propia sorpresa, de que él mismo se ha convertido en un zombi de la pantalla. Con gran curiosidad y un humor refrescante, viaja por el mundo para investigar lo mal que están las cosas en realidad. ¿Quién mueve los hilos cuando Internet nos enoja, nos pone tristes, nos pone cachondos o simplemente nos deja indiferentes? ¿Y hay alguna forma de volver atrás? Borenstein se encuentra con un troll de Internet estadounidense, una superestrella quemada en la industria asiática de los influencers, una cínica fábrica de noticias falsas en Europa del Este, propagandistas estatales rusos y una dominatriz en línea que obliga a sus clientes masculinos a darse puñetazos en la ingle. Un diagnóstico contemporáneo alarmante y serio, con la energía para buscar también soluciones.
Un hombre yace en la cama iluminado por la luz azul y blanca de su teléfono móvil. En la línea de tiempo de la fatalidad, se desplaza por adorables mascotas, artículos de opinión indignados e imágenes espeluznantes de los puntos calientes del mundo, y no siente absolutamente nada. Ya no siento nada comienza cuando el director David Borenstein se da cuenta, para su propia sorpresa, de que él mismo se ha convertido en un zombi de la pantalla. Con gran curiosidad y un humor refrescante, viaja por el mundo para investigar lo mal que están las cosas en realidad. ¿Quién mueve los hilos cuando Internet nos enoja, nos pone tristes, nos pone cachondos o simplemente nos deja indiferentes? ¿Y hay alguna forma de volver atrás? Borenstein se encuentra con un troll de Internet estadounidense, una superestrella quemada en la industria asiática de los influencers, una cínica fábrica de noticias falsas en Europa del Este, propagandistas estatales rusos y una dominatriz en línea que obliga a sus clientes masculinos a darse puñetazos en la ingle. Un diagnóstico contemporáneo alarmante y serio, con la energía para buscar también soluciones.
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